Algunas ideas para hilvanar un planteamiento
1. Un alto porcentaje de las FORTUNE 500, las empresas con mayores ventas de EEUU, no existían hace 20 años. Esas empresas generan 10 millones de empleos, una cifra nada despreciable. Posiblemente eso hace que algunas instituciones públicas chilenas hayan destinado parte importante de sus escasos recursos a “darle el palo al gato” y apoyar con ahínco la creación de empresas gacelas, con la ilusión de lograr una FORTUNE 500 en pocos años.
2. Cada cierto tiempo se imponen modas en la administración de empresas; lo fue calidad total, desarrollo organizacional, planificación estratégica, CRM, balance score card, etc.
Los últimos años ha sido el turno de la innovación. Es bueno saber que las anteriores “modas” no han sido nunca reemplazadas, sino levemente desplazadas por la nuevas tendencias, y cada una de ellas sigue “vivita y coleando”, aportando a entender la complejidad, claramente no-mono variable, de la competitividad de las empresas.
Pero algunas instituciones públicas han tenido dificultad para entender la innovación como UNO de los aspectos de la competitividad, incluso durante años pretendieron que la innovación estaba más cerca del fomento a la investigación de potenciales candidatos al premio NOBEL de ciencias, que al aumento de la productividad y competitividad de las empresas. Importar un viejo telar desde Brujas no era un proyecto atendible, aunque aumentara al doble la productividad de un grupo de artesanos con buen mercado.
3. Hace algunos meses el INE publicó que en el último año las únicas empresas que habían “creado empleo” eran Pyme. Las grandes empresas por el contrario, “destruyeron empleo”, es decir disminuyeron el número de trabajadores.
4. Cerca de 300.000 empresas chilenas, formales y activas, (pagan IVA) declaran anualmente que su empleo es cero (0), ni siquiera su dueño se declara como trabajador, lo cual es un contra sentido.
Si la empresa vende, alguien vendió o produjo el bien o servicio vendido; no puede haber venta sin un trabajador, aunque sea un día al año. Por lo tanto es un hecho que esas empresas tienen empleo, pero es informal, lo cual acarrea una serie de problemas sobre el sistema previsional y de salud público.
5. “El mundo está al borde de una Gran Depresión como la de los años 30”, anunció recientemente la Directora del FMI, Christine Lagarde. “Las perspectivas de crecimiento de la economía mundial no son demasiado prometedoras en estos momentos, sino más bien lúgubres,” agregó.
Es claro que Chile, en términos económicos, es todo lo contrario a una isla. Más del 60% de nuestras exportaciones dependen de 3 productos en los cuales somos “tomadores de precios” impuestos por los mercados internacionales.
La demanda de esos productos depende del crecimiento del resto del mundo, especialmente nuestros principales mercados de destino: China, Japón y la UE; China y Japón se desaceleran, y algunos países de la UE han anunciado recesión.
Nuestras exportaciones de manufactura, generadoras de empleo, son marginales. El riesgo de aumento del desempleo está cerca, el compromiso de crear 1.000.000 de empleos en cuatro años se aleja.
6. Facundo Cabral escribió una hermosa canción “La vida es ahora mismo”.
Parafraseando a Cabral, “el empleo es ahora mismo”. Las medidas a favor del empleo no pueden basarse en darle “el palo al gato” en una empresa gacela que en pocos años genere miles de empleos, es demasiado riesgoso y de largo plazo.
Tampoco se pueden basar solamente en que algunas pocas empresas logren ser más innovativas. La innovación no es suficiente para la productividad y competitividad.
Tampoco es realista basar los planes de empleo en las grandes empresas. Cuando el país tenía una tasa de crecimiento sobre el 6% las grandes empresas destruyeron empleo, ¿Qué se puede esperar de ellas, en términos de empleo, con tasas de crecimiento bastante inferiores, como está previsto?
7. Estamos a la espera de los nuevos planes de empleo para una economía que está mostrando síntomas de desaceleración. No pueden quedar fuera de esos planes las 300.000 empresas que tienen empleo informal. No solo empleos formales se pierden en periodos de desaceleración.
Una manera de afianzar el empleo es “fomentando la formalización de empleos informales”; por otra parte las políticas de empleo deben considerar muy especialmente las 740.000 pequeñas empresas que generan el 70% del empleo, del empleo actual y su potencial de crecimiento.