10 ago 2011

África también existe

En las últimas semanas, la prensa ha estado reaccionando  y comunicando la verdad vivida en el continente africano, ante una crisis que veíamos aproximarse hace ya mucho tiempo, afectando a todo el llamado “Cuerno de África”.

La gravedad actual de esta situación ha llevado a la ONU a decretar estado de hambruna en varias zonas de los países involucrados.

Escenario  que se generó a partir de una serie de factores, entre los que puedo mencionar: la mayor sequía en 60 años, el alza en el precio de los alimentos producto de la crisis económica mundial, la situación política que viven varios países del área y las condiciones de extrema pobreza que dejan a la población en una situación de máxima vulnerabilidad.

Hoy nos encontramos ante una catástrofe de grandes proporciones, que se une a la de los países desarrollados, en lo financiero y subdesarrollados, en movilizaciones y demandas a una mejor forma de convivencia entre políticas públicas y la comunidad.

En Somalia  está ocurriendo un verdadero “éxodo” de personas. Los refugiados escapan hoy de la que es probablemente la más devastadora  hambruna que  les golpea.

Naciones Unidas  estima que más de 1.300 personas pasan a diario desde Somalia a Kenya buscando ayuda en los campos de refugiados que ya están sobre poblados.

La información  del organismo internacional, revela  que  han fallecido cerca de 30 mil niños en los últimos 3 meses y hay cerca de 11 millones de personas afectadas por esta crisis.

Considerando que las últimas semanas hemos participado de acontecimientos preocupantes en el mundo y con consecuencias futuras graves si no son manejadas adecuadamente, es urgente un acto de  solidaridad y conciencia planetaria.

Así, tanto  la  ciudadanía como  las organizaciones sociales,  las empresas privadas y el gobierno deben  reaccionar ante esta catástrofe humanitaria.  Devolviendo  la solidaridad  que en el pasado  recibimos  ante desastres que nos han golpeado duramente como nación.

El llamado llega en un momento  difícil de la realidad del  país. Pero lo nuestro es nada comparado con lo que experimentan, niños, mujeres, hombres y ancianos. Seres y personas  igual que nosotros, a quienes les toca vivir  en un lugar geográfico postergado por la humanidad y sus propias culturas.

El presidente de la República, Sebastián Piñera Echeñique, puede hacer mucho para avanzar en esta vía de ayuda, pronunciándose  respecto a esta crisis y su reconocimiento como una catástrofe real  la vivida por Somalia.  Solo recordar que tiene una voz  vía ley 16.282 de 1965. La que  permite  beneficios tributarios  de ayuda al exterior.

De manera tal que las empresas, organizaciones sociales y oficinas de cooperación internacional, tengan  una herramienta de apoyo a un país que grita,  la ayuda…“ África también existe”

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