El pacto que le permitirá a Estados Unidos evitar la caída en un cese de pagos por primera vez en su historia será sometido este mediodía a un voto final en el Senado antes de ser enviado a la Casa Blanca para que el presidente Barack Obama lo convierta en ley, evitando una desastrosa situación de un impago norteamericano.
La ley fue enviada al Senado después que fuera aprobada en la Cámara de Representantes anoche en una votación que se impuso la mayoría con 269 votos contra 161. La Casa Blanca prometió que Obama convertirá la medida en ley.
En el Senado, el respaldo del líder de la mayoría demócrata Harry Reid y del líder republicano Mitch McConnell de Kentucky virtualmente garantiza la aprobación de la medida por 60 votos. La votación se prevé que se realizará al mediodía con suficiente tiempo para enviar el material a la Casa Blanca para que el Presidente Obama la firme pocas horas antes del plazo de medianoche para aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos a 14,3 billones de dólares.
La iniciativa aumentará el tope de la deuda en más de dos billones de dólares y recortará el gasto federal por una cantidad similar a lo largo de la próxima década. Otro punto válido es la formación de un comité legislativo especial para considerar cambios fiscales y también a los programas de beneficios.
Los recortes al gasto gubernamental serán graduales durante una década.
Millares de programas podrían caer a su más bajo nivel de financiamiento en años. Lo claro para los legisladores en acuerdo total, no se prevén reducciones para el sistema de pensiones de seguridad social, ni para el programa federal Medicare de atención médica a los ancianos.
En relación al aumento de impuestos, ha sido discutido acaloradamente, pero quedó fuera de negociación para un futuro cercano. Dando paso a que millones de ciudadanos puedan después de la votación dormir en paz
Como conclusión si algo debemos rescatar de esta experiencia en nuestro país es tener claridad.
No permitir que los grandes temas y discusiones como la educación y otros… que el reloj nos juegue una mala pasada.