13 jul 2011

Impulso Competitivo: bueno, con gusto a poco

En mayo pasado el Gobierno tuvo la gran idea de anunciar cincuenta medidas que están aglutinadas en el documento llamado “Impulso Competitivo”, el cual fue anunciado como la reforma microeconómica más importante de los últimos diez años.

Aunque nos hubiera gustado participar en la recopilación de las medidas y elaboración del documento, la verdad es que para el gremio que represento las expectativas de dicho anuncio inicialmente fueron muy grandes.

Sin embargo debo ser sincero, puesto que me hice más ilusiones de las que debía, ya que una vez que analizamos cuidadosamente el contenido de dicho documento, nos percatamos de que si bien hay cosas positivas, hay varias medidas que no tienen mayor relevancia, mientras que otras están incompletas y estimamos que más de un par debieran simplemente ser eliminadas.

Pero quisiera detenerme sólo en algunos temas.

El primero de ellos es que el documento “Impulso Competitivo” tiene como primera medida el ChilePaga, es decir que el Estado se compromete a pagar a sus proveedores. ¡¡Esta no debiera ser una medida, sino que una obligación!!, pero en vista de que forma parte de los anuncios, lo único que pedimos es que en primer lugar el Gobierno se ponga al día con la deuda que mantiene, y que luego, pague cuando corresponda.

Por otro lado, no puedo dejar pasar lo sorprendido que quedé con anuncios como eliminar impuesto a las casas rodantes -cuyo impacto realmente es marginal-, o poner la señalética a nivel internacional, lo cual debiera ser una adaptación natural a los estándares que se aplican en el mundo. Pero insisto, existen muchas otras medidas que no se consideraron y que definitivamente son de mayor trascendencia.

Sin embargo, debemos ser justos.

Dentro de lo positivo destacamos, los fondos Corfo para la reconversión productiva, el Estatuto Pyme 2.0, los seguros para accidentes del trabajo, la eliminación del impuesto al software; así como las medidas que agilizan las autorizaciones y certificaciones exigidas para la exportación o la comercialización interna, la promoción de Chile en el exterior y la creación de una oficina para la competitividad.

En cuanto a lo que creemos que faltó y que podría dar un mayor impulso competitivo al país, quiero destacar que se debiera revisar la Ley Bustos; no rechazar a las empresas una cantidad importante de gastos; revisar el otorgamiento de patentes municipales a las pequeñas empresas, así como también el número de timbraje de facturas y la utilización que se le da a Dicom que frena el reemprendimiento empresarial.

En fin, por falta de ideas no nos quedamos y voluntad empresarial para hacer crecer nuestro país siempre habrá. Sólo es cuestión de voluntad.

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