Han trascurrido 34 años del magnicidio al Presidente Eduardo Frei Montalva, quien fallece un 22 de enero de 1981, después de tres intervenciones quirúrgicas realizadas en la Clínica Santa María, donde se internó, para ser operado de la hernia al hiato que le causaba molestia y dolor.
Pinochet se había liberado del líder de la oposición a su régimen dictatorial, y sus esbirros de la Dina, procedieron a envenenarlo con Talio y gas Mostaza nitrogenado que registran los restos exhumados del cadáver por orden del juez, el 22 de diciembre de 2014, tras la severa investigación que lleva a cabo.
Su muerte causó conmoción nacional e internacional.
El país quedó huérfano de un estadista, reconocido y admirado, por sus pares en el mundo entero. La noche de los cuchillos largos de los agentes de los servicios secretos, inmediatamente procedieron a operar con máxima crueldad con todos los disidentes que intentaban organizarse para llamar a un gran paro nacional de trabajadores y estudiantes.
Las cárceles volvieron a llenarse de presos políticos y los secretos recintos de tortura trabajaban día y noche, con una experimentada crueldad, muchos de los que llegaban a esos centros después de atroces tormentos, eran lanzados al mar.
El máximo líder sindical vigente aún Tucapel Jiménez, fue secuestrado en su taxi-colectivo, golpeado brutalmente y degollado al mes después. Se sabían los criminales respaldados por órdenes superiores, frente a las fechorías cometidas
El horror y el terror recorrieron el país de Norte a Sur, dejando una estela de muertes y dolor por donde pasaban lo agentes de la muerte.
Solo quedó el Cardenal de Pueblo, Raúl Silva Henríquez quien con la creación de la Vicaria de la Solidaridad, defendió a los perseguidos, a los detenidos y a los injustamente sentenciados. Su inmensa labor humanitaria no ha sido reconocida del todo, como se merece, este santo Pastor de la iglesia.
Carmen su hija, no se quedó tranquila y del primer momento, señaló que a su padre lo habían envenado en el pos-operatorio. Apenas pudo y con el retorno de la democracia presentó la denuncia respectiva a los Tribunales.
El Ministro encargado, Alejandro Madrid, después de siete largos años de exhautivas investigaciones, configuró el delito de homicidio y procesó como autores, cómplices y encubridores a cuatro médicos y dos ex agentes de los Servicios de Inteligencia, a cargo del general de ejército Humberto Gordon, quien fuera su edecán presidencial, uno de la larga lista de traidores
El juez Madrid, encarceló y procesó al Dr. Patricio Silva Garín, como autor del asesinato.También al jefe operativo de la Dina, Raúl Lillo Gutiérrez, custodio del químico Eugenio Berrios, (fabricante del gas sarín) asesinado en Uruguay, donde lo mantenían escondido. Procesó como cómplice al Dr. Pedro Valdivia Soto y encubridores al Dr. Herman Rosenberg Gómez y Sergio Javier González B, confesos de participar en los hechos.
Todos los que complotaron y configuraron este atroz crimen, fueron descubiertos uno por uno, por las indagaciones y careos. Al Presidente Frei en su lecho de enfermo, le inyectaron veneno; el arma química letal traída del extranjero fue el Transfer-Factor aplicada en cuatro ocasiones, sin ninguna autorización médica internacional,
Por cierto el Comandante en Jefe del Ejército, se niega a entregar la información requerida por el magistrado, regla del secretismo militar que persiste al interior de los cuarteles.
Dejo para el último al más siniestro de los personajes Luis Becerra Arancibia, chofer y hombre de confianza, querido por toda la familia, trabajó por 20 años, en una relación directa, del día a día.Fue el peor de todos los traidores, agente pagado de la CNI, para informar todo lo que hacía, decía y pensaba, el ex presidente.
A la muerte de Frei, su esposa María Ruiz- Tagle, en un gesto humanitario le solicita al Presidente de la IDC, Andrés Zaldívar que contrate a Becerra como su chofer particular, lo cual hizo. El Judas continuó con su doble trabajo, recibiendo la paga de agente encubierto, delatando a sus camaradas de partido. Así se tejió una de las peores paginas negras de la historia de Chile.