Sin duda las últimas semanas han sido particularmente duras para todos los chilenos, ya que además de vernos afectados por múltiples catástrofes naturales como el aluvión de la zona norte, la erupción del volcán Calbuco y recientemente las inundaciones en el sur de nuestro país, también hemos podido presenciar cómo otras catástrofes de carácter ético y moral han golpeado en lo más profundo a nuestra sociedad.
Pero en estos momentos en los que pareciera que no tenemos muchas razones para sonreír, en los cuales la confianza se ha tornado un bien escaso, y en que la desesperanza amenaza con instalarse en nuestros corazones, como Fundaciones Hogar de Cristo queremos invitar a todo el país a aprender de quienes careciendo de mucho, son ricos en resiliencia, en ganas de vivir, en empuje y garra para enfrentar las múltiples adversidades y fragilidades de su vida diaria.
Tal vez entre tantas noticias y acontecimientos, muchos se han olvidado de los millones de chilenos que, viviendo bajo alguna forma el flagelo de la pobreza, siguen allí plenos de talentos y capacidades, dándole diariamente la pelea a una vida difícil, sacando adelante a sus hijos y a sus viejos, yesperando las oportunidades que en derecho y en justicia se merecen.
Las cifras oficiales (CASEN 2013) señalan que en nuestro país casi 5 millones de personas experimentan la pobreza bajo alguna de sus formas, y que 950 mil de ellas viven todas sus expresiones de manera simultánea, es decir, aquella monetaria que se siente en el bolsillo y otra que da cuenta de carencias o vulnerabilidades en el acceso a salud, vivienda, trabajo y educación.
En este sentido, los adultos mayores con dependencia y abandono, las personas con discapacidad mental, los niños y jóvenes que están fuera del sistema escolar y/o las personas en situación de calle son probablemente las expresiones más dramáticas de este olvido social; pero también son precisamente estos chilenos los que a diario nos inspiran a muchos a seguir trabajando en pos de hacer de nuestro país un lugar con mayor justicia, derechos y oportunidades… Fuente de inspiración que ojalá toda nuestra sociedad pudiese compartir.
Chile en estos momentos tiene muchos motivos para estar preocupado y desencantado, pero también posee cinco millones de poderosas razonespara encontrar la inspiración y esperanzarse: la calidad de vida y bienestar de todos aquellos chilenos muchas veces olvidados y que cotidianamente nos dan lecciones de superación.