El escándalo que afecta a la FIFA y a la organización sudamericana de COMEBOL, entre otros no es más que la expresión ahora transparentada de una verdad largamente sabida, y jamás asumida en su plenitud por la “familia del fútbol”.
Fueron contados los periodistas deportivos que al menos expresaron su voz ante una situación que no había que ser muy letrado para darse cuenta que en los negocios del fútbol sudamericano y mundial campeaba la corruptela generalizada.
Un poco de memoria: en Chile la elección del actual presidente de la ANFP, provocó una alianza transversal, desde el mandamás de la UC el socialista Estévez hasta los UDI de la U y Colo Colo, Valdés y Ruiz Tagle respectivamente, todos apoyaron en principio a un corrupto como Segovia el español dueño de una universidad y que arrancó de Chile cuando el escándalo de las coimas de los procesos de acreditación universitaria. El Sr. Segovia no ha vuelto a Chile donde seguramente sería encarcelado y maneja su negocio desde Madrid.
Como Mayne Nicholls no repartía las platas del fútbol entre los ineptos, sino que se dedicaba a efectuar una gestión en bien del deporte y no de sus dirigentes concitó un mínimo apoyo y perdió la elección. Como Segovia no podía asumir y ya sabiendo que el gran Marcelo Bielsa había renunciado denunciando incompatibilidad de proyectos con los ganadores, decidieron poner un personaje de segunda categoría como el Sr. Jadue.
Jadue se ha mantenido repartiendo harto billete y malgastando harto también, pero eso no importa para estos dirigentes que siguen la máxima cuando llueve todos se mojan.
En Argentina el difunto Grondona fue el icono de los manejos sucios, en Comebol Nicolás Leoz y antes Teófilo Salinas callaron con plata viajes y cargos menores, toda posibilidad de disidencia y así Boca Juniors es “castigado” con cuatro partidos sin público, por lanzar gas mostaza o algo similar a los jugadores rivales y Chile debe salir a jugar a Mendoza cuando se ha puesto en peligro la clasificación de Brasil, ¿se acuerda?
El fútbol ha sido casi siempre oscuro y lamentablemente las sociedades anónimas en Chile, han intentado transparentar los temas económicos pero a costa de sacrificar los lazos de los hinchas y antiguos socios, o sea de aquellos que vibran más de cerca con las instituciones deportivas, hoy ellos no tienen pito que tocar y se les trata como simples consumidores de una actividad que se encuentra brutalmente concentrada en una pocas manos de los poderosos de siempre.
Lamentablemente lo que rige para las sociedades anónimas deportivas no se expresa en el organismo que asocia a sus Presidentes. Allí la oscuridad persisten.
Para los que llevamos tantos años de interés permanente por el fútbol, créannos que esto de nuevo no tiene nada.