En las instancias finales de la Copa del mundo, aun duele ver que nuestra selección no esté dentro de loa mejores de este Mundial. Se han escrito muchos artículo respecto de este nuevo tropiezo ante el penta campeón del mundo, y algunos de ellos diciendo que la Roja nuevamente quedó en el camino en octavos de final, ante el mismo rival de siempre y que por ende no podemos o no tenemos nada que celebrar, hasta el capitán de nuestra selección ha indicado que el paso de este equipo por tierras brasileñas es un fracaso ya que no se consiguió nada.
Es justamente esto lo que este grupo de jugadores nos ha enseñado, a dejar atrás el conformismo, el casi casi, el jugamos como nunca y perdimos como siempre y otras tantas otras frases que, nosotros los hinchas, hemos escuchado desde que tenemos memoria.
Es eso lo que se agradece, se reconoce y se festeja de estos jugadores, el saber que cuando vamos al estadio, lo vemos por televisión o estamos pegados a la radio, veremos u oiremos un grupo de hombres que, como nunca, tienen hambre de triunfo, sed de gloria y que son parte de una nueva mentalidad del fútbol chileno.
Capitán no se incomode por estos festejos, al contrario creo que todo lo que los festejemos será poco, ya que mas importante que una Copa (que por cierto lo es), es saber que desde ahora nuestras exceptivas antes de disputar un torneo será la de levantar una Copa y no ir solo a cumplir una destacada actuación.
Este proceso no empezó ahora como quiere atribuirse Jadue y su directiva.Este proceso empezó con don José Sulantay, lo siguió Bielsa y ahora lo pone más alto Sampaoli.
Dejé afuera a Borghi pues aquí me quiero detener.
Cuando Jadue asumió la testera de la ANFP, quiso borrar de un plumazo todo lo avanzado por su antecesor y se la jugó por un DT, absolutamente distinto a la filosofía de juego del Rosarino. Todo sabemos en qué terminó el proceso de Borghi, y para qué decir la falta de respeto en que Jadue incurrió hacia él al despedirlo en un camarín en tierras extranjeras.
La memoria es frágil pero es bueno recordar, ahora que todos estamos en el carro de la victoria, que el Presidente de le ANFP no creía en el futbol de la manera dirigida por Bielsa ni tampoco compartía la manera de administración de Mayne- Nicholls.
Y que sólo por el fracaso de su idea de juego, a través del Bichi, tuvo que recular y darse vuelta de carnero y volver a contratar en la cabina técnica nacional, a un DT que encarnara de manera fiel el estilo de juego de don Marcelo.
Ahora trata de hacernos creer que el éxito de esta generación es en parte de él y de sus buenas decisiones.No señor Jadue este éxito es de don Harold, de don Marcelo, y de don Jorge, no de usted, usted solo contrató a Sampaoli, al darse cuenta que el estilo que usted quiso imponer, ya no daba para más y todos los aficionados al deporte rey exigíamos, justamente lo que usted no creía, que se volviera al estilo Bielsa.
Es tan impresentable esta actitud, como lo que ha hecho con la familia Abumohor, la cual en un esfuerzo notable, tomó a un equipo de provincia, O’Higgins de Rancagua y lo ha llevado a la cúspide de los equipos nacionales, la que inauguró uno de los mejores centros de entrenamientos del continente, y a la que Jadue no asistió, pues aún le duele que el Presidente de los rancagüinos no lo haya apoyado en su elección.
Es por lo anterior que esta nueva actitud del fútbol chileno se la debemos al verdadero constructor de esta, y es don Harod Mayne-Nicholls y su visión de apostar por un DT que hiciese creer a sus jugadores, que se puede.