El excelente desempeño de nuestra selección ilusiona a todos los chilenos que seguimos la Copa del Mundo. No cabe duda que estamos con la camiseta puesta, pero ello no basta, porque hay tareas pendientes en deporte y, muy pronto, será Chile el que tenga la responsabilidad de ser anfitrión. Y así como hoy la selección no puede cometer errores, el país tampoco.
Por ello, la invitación es a poner atención en lo que ocurre con nuestra realidad y especialmente con nuestros estadios; con los espacios que serán sede de importantes competencias en breve plazo, precisamente para ir generando el clima necesario que se requiere para óptimos eventos donde todos sientan que se trata de eventos de relevancia y bien organizados.
Al respecto, una reciente encuesta publicada por el Pew Research Center refleja que en los brasileños existen una fuerte señal de frustración. Seis de cada 10 encuestados señalaron que organizar el torneo mundial ha sido malo para Brasil, porque los miles de millones de dólares gastados serían mejor invertidos en servicios como salud, educación y transporte público. “Si su hijo se enferma, llévelo al estadio”, señalaba una pancarta en la Copa Confederaciones en junio de 2013.
En efecto, la Copa del Mundo comenzó con la sombra de los retrasos en los estadios en medio de intensos movimientos sociales y con grandes estrellas del fútbol ausentes, entre ellos Zlatan Ibrahimovic, Frank Ribery y Víctor Valdés. Romario, ex campeón del mundo, lanzó un ataque contra la organización. “Fuera de la cancha ya perdimos.Ahora hay que tener fe que haremos las cosas bien en el campo de juego”.
Si bien en Brasil aún no existe una efervescencia que sea inmanejable, los errores, atrasos y gastos extras quedarán en los recuerdos del Mundial. En la inauguración el público local pifió a la presidenta Dilma Rousseff
En Chile debemos aprender de los errores y analizar la experiencia para evitar repetirla en la Copa América 2015 y el Mundial Sub 17. Nuestro país será sede del torneo continental con una moderna red de estadios creadas en el gobierno de Michelle Bachelet y del ex presidente Sebastián Piñera.
El Instituto Nacional del Deporte (IND) asegura que para estos eventos se considera la remodelación y reacondicionamiento de 13 estadios emplazados a lo largo de Chile. Sin duda provocará una serie de cambios y mejoras a las ciudades donde se organizarán los espectáculos deportivos.
El Bicentenario Calvo y Bascuñán de Antofagasta se encuentra listo para recibir a las selecciones el próximo año. Lo mismo pasa con el Germán Becker de Temuco y el Elías Figueroa de Valparaíso.
Otros no corren la misma suerte. El atraso en la construcción de los estadios de La Portada de La Serena, Sausalito de Viña del Mar y Ester Roa de Concepción merece nuestra atención.
Especial preocupación debemos tener respecto del estadio de Concepción. La ministra de Deporte Natalia Riffo ha señalado “queremos reiterar el compromiso del Gobierno con ese estadio porque es el que lleva mayor porcentaje de retraso”.
En este contexto, los integrantes de la Comisión de Deportes, que presido, han manifestado la necesidad de ser riguroso en el cumplimiento de los contratos, en los plazos de ejecución, en la calidad de lo que se construya, pero también en los montos comprometidos.
Nuestro deber será fiscalizar la red de estadios para la Copa América 2015 y Mundial Sub17. Debemos aprender de las lecciones de Brasil 2014 y no caer en los mismos errores.