Como se preveía, pero por muy pocos y como lo anticipé en mi última columna era muy difícil que Chile consiguiera una medalla en los Juegos Olímpicos de Londres, y así ocurrió.
Fue uno de los 29 países de los 204 que participaron que no lograron medallas. En todo caso, sólo 9 países latinoamericanos consiguieron preseas (mal de muchos, consuelo de…).En los juegos anteriores, Beijing 2008, alcanzó una de bronce con Fernando González.
El único chileno con opción era Tomás González, como sucedió. Ninguno más podía lograrlo, salvo con una gran superación, lo que tampoco ocurrió.
La mayoría fue eliminada o no clasificó a la final y ni siquiera a la segunda ronda. Varios fueron últimos o penúltimos.
Los únicos con posición fueron Tomás González cuarto en suelo y salto en gimnasia;Francisca Crovetto, 8ª en tiro skeet, entre 17 competidoras; Natalia Ducó 10 en bala, Gonzalo Barroilhet 13 en Decatlón; Luis Mansilla 18 en Omnium,ciclismo;Erika Olivera y Natalia Romero 64 y 69 en maratón; Bárbara Riveros y Francisco Van den Wingard 13 y 51 en triatlón;Yerko Araya 41 en 20 Km marcha l3 y 51 en Triatlón; Gonzalo Garrido 71º en Ciclismo Ruta.
Se esperaba más de Kristel Kobrich, quien no pasó a la final de 800 mts, en natación; de Paris Inostroza en esgrima eliminado en el primer combate; de Matías del Solar, 23 en vela laser; de los equitadores Milthaler, Couve, Parot y Carrasco eliminados individualmente y por equipos; de Denisse Van Lamoen, que venía con el título mundial en tiro con Arco y fue eliminada en el primer combate; de Oscar Vásquez en remo que pasó el repechaje y no llegó a cuartos de final en singles remo.
Los resultados de Tomás González merecen todos los aplausos, incluso festejos en La Moneda, que ya se anticipan, pero nuestro deporte requiere sustanciales correcciones, que es lo más importante si se aspira a medallas.
Los dirigentes del COCH y del IND esperaban a lo menos 3 medallas y mejores resultados y manifestaron frustración y decepción, al extremo de insinuar sus renuncias.
Pero ambos Neven Ilic y Gabriel Ruiz Tagle, que señalaron estar confiados en tener éxito en los Juegos Sudamericanos de Santiago 2014, se enfrascaron en discusiones con algunos deportistas que reclamaron más recursos y ayudas o por el excesivo número de dirigentes, que desfilaron en la inauguración.
Al mismo tiempo, manifestaron estar haciendo lobby para traer los Panamericanos 2019 e incluso pensar en ser sede de Juegos Olímpicos.Pero ninguno anticipó cómo mejorar o la proyección de quienes están en el alto rendimiento.
La única fórmula que han ofrecido parece ser efectuar torneos en casa, que es importante, pero no es la solución.
Ésta sólo puede alcanzarse corrigiendo los errores y carencias, conocida por todos los que han hecho deporte de alto nivel. Ganar medallas en Juegos Olímpicos es una proeza y quienes en Chile han tenido éxito internacional, ha sido obra de una dedicación total y profesional de su disciplina, con dedicación de jornadas dos veces al día de más de 3 horas cada una,con participación en torneos internacionales,enfrentando y conociendo a los mejores, con ambiciones de triunfo y superación, como lo hicieron Elías Figueroa, Iván Zamorano, Marcelo Ríos, Nicolás Masú, Fernando González, Tomás González, Alfonso Iruarrizga, entre otros.
¿Es posible que aparezcan nuevos astros y medallistas?
La respuesta es afirmativa, como se lo han propuesto deportistas más jóvenes, como Natalia Ducó, Francisca Crovetto, Bárbara Riveros, Oscar Vásquez, los veleristas Grez y González, quienes deben tener toda la ayuda y aportes que sean necesarios para perfeccionarse y competir en el extranjero.
Hay que trabajar empezando por ampliar la base de los deportistas de alto rendimiento,
sumar a los que fueron a Londres a todos los que han demostrado condiciones y buenos resultados en los últimos Sudamericanos y trabajar con ellos de inmediato, con los mejores DT nacionales y traer entrenadores extranjeros en las disciplinas más débiles. Los recursos para el alto rendimiento y las promesas deben duplicarse y triplicarse.
El IND debe dedicar sus principales esfuerzos en crear una cultura deportiva, que no se obtiene con competencias internacionales ni cicletadas, sino instalando monitores y deportistas en parques, multicanchas y gimnasios, que se llenen de niños y consigan que acudan sus padres, lograr que además de las horas de educación física existan dos horas de deporte, como establece la Ley respectiva.
Que la actividad física y el deporte figuren en la malla curricular de todas las Universidades y se compatibilice el estudio y el deporte en esos planteles; que todos los municipios tengan Departamento de Deportes, con profesores y deportistas enseñando a los menores de las comunas; que las Federaciones tengan capacidad de gestión para desarrollar sus actividades y sean evaluadas, sin que puedan obtener ayuda estatal si no lo logran.
También que los medios destinen espacios para informar y comentar la mayor parte de los deportes, que el aumento de la infraestructura, no sea sólo de canchas y estadios de fútbol, sino de recintos para la práctica con la adecuada implementación para todos los deportes, funcionando todos los días del año.
Y por fin que se cree el Ministerio del Deporte, iniciativa que duerme en el Congreso desde el año 2008, cuya meta conceptual debe ser el desarrollo físico de la población.Todos debemos colaborar para mejorar nuestro deporte. Que las medallas sirvan como premios y estímulo para el que la obtenga y ejemplo para los jóvenes.
Pero, para que estas correcciones se hagan hay que tener tiempo, pensando que su finalidad son los sudamericanos de Santiago 2014. Y terminados estos, continuar trabajando de inmediato, sin cesar.
Es la única manera que lleguen medallas en torneos internacionales y Juegos Olímpicos.
Por ahora , sólo resta felicitar y agradecer a todos los que compitieron en Londres, junto a los 10 mil mejores deportistas del mundo y nos ilusionaron con sus desempeños, cualquiera que haya sido su ubicación. Para llegar a Juegos Olímpicos hay que pasar durísimas vallas de clasificación en torneos continentales y mundiales y eso ya es meritorio y digno de aplausos.