Muchas veces nos preguntamos cómo elegir un vino en una tienda. Frecuentemente como primera iniciativa partimos eligiendo un rango de precios, para luego ir realizando la elección si será vino tinto o vino blanco, espumantes, Late harvest u otros.
Hoy veremos “tips” muy simples de seguir para la elección de vinos tintos y blancos, para espumantes y vinos especiales los abordaremos más adelante.
Tenemos los datos del vino frente nuestro, en su etiqueta….ahora ¿cómo interpreto esa información?
Vayamos viendo por parte.
Número Uno. Variedad de uva. Generalmente en Chile los vinos embotellados presentan indicación de la variedad de vino, por ejemplo: Chardonnay, Carmenere, Syrah, etc. Las variedades tienden a relacionarse con alternativas de maridajes, la combinación con la comida, en lo cual el chileno ya tiene algunas nociones básicas como “blanco con mariscos”, “tinto con carne”.
Número Dos. El Valle vitivinícola. Esta información es clave y nos ayudará mucho para tener una buena elección. Las variedades de vino por su genética, su origen y adaptación tendrán diferentes potencialidades, según las condiciones de suelo y clima de un lugar específico.
De una manera muy simplificada podemos recomendar.
Valles fríos: San Antonio y Leyda, Casablanca, Limarí, Bío-Bío, Malleco u otros valles que utilicen la apelación “costa” y “cordillera”. Estos valles tienden a ayudar mucho al nacimiento de excelentes vinos de las variedades, Sauvignon blanc, Chardonnay, Riesling, Chenin blanc, Gewurstraminer,en blancos. Para tintos, Pinot noir, Merlot, Syrah.
Valles cálidos. En Chile están distribuidos al igual que los valles fríos desde el norte hacia el sur, dependiendo de la ubicación geográfica en la región. Por ejemplo, Elqui, Choapa, Aconcagua, Maipo, Cachapoal y Colchagua (ambos conforman el Valle de Rapel), Curicó y Maule.
Vinos blancos: Viognier.
Vinos tintos: Cabernet Sauvignon, Carmenere, Malbec, Cabernet franc, Petit verdot, Syrah, Merlot.
Sí, una manera fácil de elección es decir….Valle frío= blancos, Valles cálidos= tintos, sin embargo, hay variedades tintas de valles cálidos,que dan excelentes vinos al ser cultivados y bien manejados en zonas frías, con la característica de ser vinos más frescos (como sucede hoy con Merlot y Syrah).
Número Tres. ¿Varietal o reserva? En Chile, este “apellido” del vino tiene un carácter más comercial que técnico (a diferencia de otros países como Francia, Italia o España donde las denominaciones son muy rigurosas).
Cuando un vino tiene la categoría de Reserva, se presenta como un vino de mayor calidad para la viña, que puede significar guarda en barricas para su elaboración. A medida que vamos sumando apelativos como “Gran Reserva” “Premium” e “Icono” la calidad irá en aumento, como también los rangos de precios de estos vinos.
En el caso de ver en la etiqueta la denominación “Vino de Mesa” significa que es un vino elaborado a partir de uva de mesa, siendo un vino más ligero y de consumo rápido. Varietal significa que es un vino joven, generalmente sin madera, no aparecerá este indicativo en la etiqueta.
Número Cuatro. El Año.Normalmente, los vinos blancos chilenos tienen su mayor potencialidad mientras el año sea el más cercano a nuestra fecha de compra, así se presentan más “vivos y frescos” con una alta expresión aromática.
Por ejemplo, si compro un Sauvignon blanc, hoy en 2014, de los años 2013 y 2014 es muy probable que sea un muy buen vino. De lo contrario, si es de año 2012 o más edad, éste irá perdiendo frescor en el tiempo. Las “añadas” en los vinos también tienen su prestigio.
Para el caso de vinos tintos, el año tiene relación con el potencial de guarda del vino, a medida que tengamos un vino de mayor cuerpo tendrá mayor capacidad de guarda (por ejemplo un Cabernet sauvignon reserva de un valor de $10.000) que uno más ligero (Cabernet sauvignon varietal de un valor de $2.000). Por ejemplo, el primero podría llegar hasta los 10 años de guarda en botella, en cambio el segundo es de consumo en el momento, irá perdiendo calidad con el tiempo.
Número cinco. El grado alcohólico. Esta información, que se presenta en la totalidad de las etiquetas, ayuda a elegir un vino de menor grado alcohólico (desde 11,5%) a uno de alta graduación (sobre 14%), que influye en la percepción del vino y preferencias.
Tomando estos datos podemos decir que si eliges un Carmenere Gran Reserva del valle de Colchagua, año 2011, 14% de alcohol, ya tienes sobre un 90% de posibilidades de que el vino sea excelente, al igual que un Chardonnay del Valle de Casablanca año 2013, 13% alcohol, por dar unos ejemplos…¡ahora vayan ordenando ustedes!