Alguien decía por ahí no recuerdo quien… tal vez Rousseau? Lo voy a googlear.
¨Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición y la venganza se esconden habitualmente bajo ese velo uniforme y pérfido de la cortesía¨ … y este velo es el que viene a correr con vehemencia esta gran película.
Dejando de lado el relato introductorio a modo de divertido canapé o bien puntapié inicial [divertido por cierto] el resto del film ironiza crudamente sobre esa insoportable domesticación social a la que estamos sometidos cotidianamente y que nos permite seguir adelante ordenadamente como sociedad aún a costa de tolerar situaciones sobrecargadas de una maloliente injusticia.
Y lo que aquí se nos narra es lo que ocurre cuando dejamos oculta la materia gris y fluye hacia el exterior, como un arroyo de oleo rojo turbio, nuestro lado salvaje, cuando el hipotálamo toma el poder y nos manejamos a puro instinto, y ahí señores y señoras,ladies and gentlemen …comienza el festival: una fiesta esperpéntica un carnaval de risas y horror, de profunda y bestial superficialidad que nos dejará más que satisfechos, pues lo mágico de esta cinta tiene bases en nuestra absoluta y segura identificación con alguna de las historias que desfilan en la pantalla y en la fantasía lúdica, siempre latente, de salirse alguna vez del papel ¨correcto¨ de utilizar nuestro manoseado “estado de derecho” como papel toilette y actuar sin medir las consecuencias, irracional y salvajemente.
¿Cuáles son los comportamientos que consideramos violentos? ¿Qué es más humano, soportar pasivo y alienado cualquier tipo de injusticia aunque venga disfrazada de civismo o, reaccionar dejándose llevar por nuestro primitivo y atávico instinto de supervivencia?
Son algunos ejemplos de las muchas interrogantes que abren la puerta de una larga y regada conversa para jugar a filosofar con amigos, ya que una de las virtudes del director de esta película, el argentino Damian Szifron , es ver allí, hurgar en ese universal , cotidiano y perverso escenario teatral sudaca libremercadista donde todos sin excepción actuamos un rol, aunque no del todo conscientes, somos los actores necesarios en esta jungla.
La indignación del hombre común frente a un sistema burocrático e insensible, la corrupción generalizada, la mentira, la venganza y la codicia son los ejes principales de este film moral provocativo, necesario y perturbador, atravesado por un humor negrísimo, que puede alcanzar dosis muy altas de crueldad hasta extremas irrupciones de cine gore.
La pretensión más evidente de la película es fantasear con los monstruos que genera el vigente “sueño de la razón”. Una forma de libertad o liberación no apta para seres susceptibles.
Los personajes se mueven en medio de una selva que confirma el pesimismo de la sentencia…. Homo homini lupus…el hombre es el lobo del hombre. Animales acorralados, domesticados para vivir en sociedad pero que no podrán ocultar por mucho tiempo el impulso de un instinto latente que los conducirá hacia el despeñadero liberador de una violencia sin retorno.
Ninguna de las 6 historias del film desarrolla demasiado a ningún personaje más allá del estereotipo y siempre los expone en su condición más pura y miserable pero también desnuda su costado grotesco como corresponde a una buena comedia negra.
El dominio del humor negro de Demian Szifrón nos hace a ratos desternillar de risa para luego mirarnos unos a otros y pensar, ¿de qué mierda me estoy riendo? ¿Realmente alguien podría cometer la salvajada que estoy viendo? ¿Porqué carajos me rio?????????!!!!!!
Con risas o sin ellas, siempre queda de manifiesto una misantropía un desencanto profundo en la raza humana.
Espectáculo cinematográfico con diferentes números, uno atrás del otro, estas historias comparten la condición de cine catártico ya que busca desatar emociones básicas, exhibiéndonos el rostro grotesco y obsceno de la realidad.
Szifrón logra hacer que estas historias de estilo literario pulpfiction , le sea propio y único para contárnoslas. Devela el humor y el salvajismo que hay detrás de las fachadas de la vida cotidiana y da rienda suelta a las perversiones más profundas que todos tenemos adentro e intentamos camuflar bajo un supuesto “orden social” o, mejor dicho “alucinación colectiva”.
Formalmente sobresale la precisión del montaje y el gran trabajo de la cámara, el nivel de las actuaciones, una excelente banda sonora y la buena factura de los efectos especiales. Todo en esta película está unido y concertado para combinar de la mejor manera una visión artística de la mano de un cine industrial.