27 jun 2013

El grado cero de la escritura

Hace unas cuatro semanas, pasadas las 22.30 hrs., entró al segundo piso del restaurante La Hacienda, situado en Vicuña Mackenna esquina Carabineros de Chile, una familia compuesta por una madre y un padre, ambos más o menos jóvenes, acompañados por su hijo, un niño que no llegaba a los 3 años. Lo sentaron en la silla que portaban consigo y para que se entretuviera y no molestara, le pasaron un juguete.

El hecho parece irrelevante, aunque a simple vista reviste gravedad. Es cierto que ahora no se puede fumar en espacios cerrados y, por lo tanto, las personas, sobre todo los menores, pueden respirar sin temor a la congestión que el humo del tabaco produce en las vías respiratorias y los demás daños que tan nocivo hábito causa a la salud.

Pese a lo anterior, no es menos cierto que un sitio de tales características, sobre todo en invierno, es profundamente perjudicial para un ser humano que está recién empezando a vivir, ya que se le expone a un hervidero de virus y bacterias, a contaminaciones, al ruido, a cosas incluso peores; cualquier médico pondría el grito en el cielo ante esta situación.

Es evidente que en ese local no había ningún doctor preocupado por el prójimo y si lo había, prefirió hacerse el desentendido.

Aún así, lo que más nos llamó la atención a los vecinos de la mesa en que estaba el infante junto a su familia, fue el juguete que empezó a manipular, con indisimulada alegría, apenas lo instalaron en el asiento que sus progenitores llevaban para mantenerlo seguro.

Se trataba de un pequeño computador, seguramente un artefacto reciente destinado a enseñar sus primeros pasos a quienes están comenzando a caminar.

Desde luego, el pequeño no estaba aprendiendo a leer: ni Mozart, ni Leonardo, ni Pascal conocieron el alfabeto antes de los 5 años. Por lo demás, durante el lapso en que el lector –si lo hubiere- lee estas líneas, miles, centenares de miles o millones de nuevos aparatos inundarán las casas, las calles, los espacios públicos y privados, los medios de transporte y hasta el campo y la alta mar, que se ven a diario repletos de laptops, celulares, ipads, iphones, itunes, ebooks y suma y sigue.

Nunca como en la época contemporánea había existido una oferta semejante para pasar el rato…o para alienarse.

Tanto el que esto escribe como sus amigos tuvimos varias veces la tentación de acercarnos al bebé, para ver qué es lo que estaba haciendo. Los buenos modales, la educación o lo que fuese, nos impidieron realizarlo y solamente miramos, fascinados y horrorizados, cómo las manitos se movían, de manera frenética, sobre un tablero o un dispositivo que tal vez generaba líneas, rayitas, monitos o algo que indudablemente hechizaba a la criatura, porque, hay que decirlo, se portó muy bien, estuvo tranquilo, no lloró y nunca se quejó.

Las especulaciones que surgieron una vez que la pareja y su guagua abandonaron el lugar fueron variadas y contradictorias. No obstante, hubo algo en lo que todos estuvimos de acuerdo: ya nadie sabe ni puede predecir, con un mínimo de certidumbre, adónde va a llegar la tecnología digital.

Desde luego, internet sentó definitivamente sus reales en el mundo y resulta imposible pensar qué es lo que pasaría si un día entero, una semana o un mes nos privaran de ella. Es un elemento tan consustancial en nuestras vidas que ni siquiera nos atrevemos a imaginar la posibilidad de su ausencia, a pesar de que funciona desde hace muy poco tiempo.

De todos modos, hay que aclarar una cuestión fundamental, en la que todos convinimos: los inventos siempre causan una euforia generalizada, que muy pronto se convierte en desilusión generalizada o en motivo para profundas e inconducentes cavilaciones.

La imprenta hizo creer a mucha gente que desaparecería el analfabetismo; el telégrafo y la radio habrían anunciado el fin de las guerras; la televisión motivó un optimismo sin precedentes en quienes tuvieron acceso a ella por primera vez. En fin, se dijo que con los electrodomésticos terminaría, de una vez por todas, la esclavitud de las dueñas de casa.

Por cierto, nada de esto ha ocurrido, si bien hoy en día a ninguna persona en su sano juicio se le pasaría por la cabeza la idea de suprimir esos y otros adelantos.

Internet, como sea, es un fenómeno radicalmente distinto, insistir en ello es caer en la majadería. Basta con ver a cualquier persona, en cualquier parte del planeta, conectada a un teléfono móvil, una tableta, un nano reproductor, para darse cuenta hasta qué punto estamos cambiando o hemos cambiado de forma irreversible.

Así y todo, las personas que hablan solas en la calle, que bailan al compás de una música inaudible para el resto, que digitan mensajes sin parar, son adultos, se supone que están conscientes de lo que hacen, se diría que son ciudadanos responsables. Por consiguiente, criticarlos si molestan, impiden el paso, hacen difícil la circulación, es propio de viejos gruñones, que invariablemente irritarán a la generación que les precede.

Pero entregar un computador a un nene que ni siquiera sabe hablar es, se le mire por donde se le mire, algo radicalmente diferente. Es muy probable que desarrolle capacidades cognitivas nunca vistas, que muestre un intelecto precoz, que aprenda cosas que jamás soñamos o que tal fenómeno sea precursor de genios que darán vuelta todo patas para arriba.

Por desgracia, un universo atiborrado de genios resultaría, por decir lo menos, insoportable y, en el mejor de los casos, totalmente insostenible.

También podría suceder que ese niñito esté anticipando, sin saberlo, algo que, a estas alturas, todos visualizamos: el fin de la escritura.

Mal que mal, el abecedario es en términos históricos, bastante reciente: apenas 10 mil años. Ni qué decir tiene, se trata de una creación humana que, si la medimos según la geología, ocupa un puesto minúsculo en el devenir del homo sapiens.

Mucho antes de que aprendiéramos a escribir hubo glaciaciones, dinosaurios, meteoritos y toda clase de animales y plantas que se extinguieron sin dejar huellas. Y nuestros antepasados remotos dibujaron extraordinarias figuras en las cuevas de Altamira y Lascaux.

El problema, entonces, no es adivinar qué es lo que viene si desaparece la escritura, sino qué es lo que ocurriría en el tiempo intermedio. De más está decirlo, la lectura, como la conocemos, puede desaparecer y la lectoescritura podría sufrir una mutación de tales dimensiones que todavía son inimaginables. Nada de esto sería grave si las manos continúan garrapateando en un papel en vez de hacerlo en un teclado.

Sea como fuere, nuestras extremidades superiores han estado acondicionadas, a lo largo de toda la historia conocida, para recibir mensajes cerebrales que nos hacen tomar un lápiz u otros instrumentos con los cuales usamos los dedos para escribir.

Hasta los ciegos lo vienen haciendo desde que se ideó el sistema braille.

Lamentablemente, en el futuro cercano esa habilidad, que ha sido esencial para nuestra evolución, puede extinguirse por falta de uso. Y así vamos derecho a lo que, en un contexto muy distinto, Barthes llamó el grado cero de la escritura: sólo permanecerán las imágenes, y la cultura como la conocemos, será, cuando mucho, un bonito recuerdo.

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  • Valentina Riquelme

    Para variar, notable, notable Camilo. Me encantó, pero me deprimió su poco, ¡felicitaciones calurosas a este columnista y a cooperativa cl!

  • Giulietta Smerian

    ¡Bravo, un 7 a Camilo, un 7 a Coopetariva.cl

  • Alfredo Arredondo

    Terrible, terrible, no sé dónde iremos a parar, muy buena columna, como siempre, pero muy deprimente

  • Carlos Lipschitz

    Terrible, terrible y terrorífico pensar en el futuro cercano y para qué decir en el de nuestros hijos, nietos y bisnietos. Personalmente, no tengo nada contra las nuevas tecnologías, pero es cierto que producen un efecto alienante, devastador y completamente desquiciador en las personas: hoy en el metro vi a una mujer joven, no tan joven, algo madura, pero sí atrevida en su vestuario y modales, andaba con anteojos ahumados, tenía el pelo frizzie o escarmenado a lo afro, pantalones ajustados y en su atuendo predominaba el cuero. Bueno, esta señora no paraba de moverse, de bailar sola, de agitarse, era como si estuviera en su casa, peor que en su casa, en completa intimidad y le daba lo mismo que quienes la miraban pensaran que estaba completamente loca. Y estaba completamente loca, porque no paraba de moverse al ritmo de quien sabe qué melodías, satánicas o celestiales. Si eso no es alienación, no sé qué es lo que puede serlo. Felicitaciones a Camilo Marks por esta excelente columna y a cooperativa cl. por contar con él.

  • Benito Medina

    Muy buena columna, lo malo es que Camilo sale tarde, mal y nunca, pero vale la pena esperarlo para cuestionarse, intranquilizarse y plantearse cosas que, por más evidentes que sean, las pasamos por alto. Mis sinceras congratulacioes a él y a cooperativa.cl

  • Agnes Sigormey

    Me encantó eso de que un mundo repleto de genios sería insoportable. Si basta con mirar a los genios que tenemos ahora y que figuran en la tv, en los diarios, en la radio para darnos cuenta que vivimos rodeados de tanta inteligencia y talento como para creernos en el Renacimiento italiano. Un asco. Muy bien como siempre, Camilo, y un lujo para cooperativa.cl

  • Emile Monroux

    Pero por supuesto que al paso que vamos desaparecerá la escritura si es que en realidad ya no ha desaparecido por completo, en parte por las políticas educaciones chilenas y en parte por los inventos que han llegado a un país totalmente subdesarrollado y que no sabe hacer uso de ellos. Muy bien fundamentada, muy ácida, muy relevante, los felicito, tanto al columnista como a este espacio democrático y plural que es Cooperativa.cl

  • Eugenio Schloss

    Estoy de acuerdo en que la escritura se inventó hace unos 10 mil años y eso marca el paso de la prehistoira a la historia. Pero ¿qué es lo que habríamos hecho en este corto tiempo en términos geológicos, pero enorme tiempo en términos históricos? ¿Qué seríamos sin la escritura, la cultura, la literatura? No seríamos absolutamente nada, apenas nos distinguiríamos de algunos mamíferos superiores. Así que encuentro espantoso un futuro sin escritura y si es eso lo que nos espera, francamente prefiero no vivirlo.

  • Jonás Castillo

    Excelente, superlativa, pocas veces se pueden leer estas cosas, el único problema es que Camilo aparece muy de vez en cuando y entonces, bueno, entonces respeto a todo el mundo que quiere expresarse por escrito, pero de veras que pocos lo hacen como él, felicitaciones a Camilo y cooperativa.cl

  • Sabina Soler

    A propósito de la euforia que producen los inventos, una vez oí decir que, ahora que tofos estamos interconectados, bastaba con que Bush hubiera llamado a Saddam y le hubiera dicho: mira, vamos a invadir Iraq, llegaremos hasta Bagdad y el resto del país, así que retírate tranquilito y así no hay problemas. Un chiste de pésimo gusto, porque la tecnología no ha ayudado en nada, absolutamente en nada al progreso y la paz entre los pueblos.

  • Romeo Novasti

    Notable, entretenida y alarmante columna, uno de los pocos intelectuales de este país arratonado que nos hacen pensar y un lujo para cooperativa cl., por lo que los felicito de todo corazón

  • Chechnya Zsarkowa

    Estupenda, divertida, apasioanda y a la vez desapegada, ¿cómo consigue Camilo Marks ese estilo que está justo a mitad de camino entre la sátira feroz y la ironía british? Me da envidia, una sana envidia si ello es posible. Felicitaciones a él y a cooperativa.cl

  • Heliodoro Núñez

    Personalmente, no estoy de acuerdo con las visiones tan apocalípticas con respecto a la actual tcnoloigía virtual. Sin embargo, no logro visualizar un mudo sin escritura, simplemente me sería imposible vivir en él y creo que nunca dejaremos de escribir como lo heos hecho siempre, a pesar de tantos alarmistas q

  • Heliodoro Núñez

    No soy personalmente partidario de ver tanto pronóstico apocalíptico en la actual tecnologia virtual y creo que la escritura nunca desapacerá, a pesar de los agoreros y alarmistas de siempre, tal vez cambiará en su formato, pero es impsoible vivir sin escribir y no logro imaginar un mundo sin escritura.

  • Silvana Rossi

    Repito lo que escribió alguien más abajo, un 7 a la columna y un 7 a cooperativa.cl

  • Clorinda Garcés

    Muy buena, nada que objetarle, a lo mejor un poco exagerada, un poco vehemente, pero si nadie ahora dice las cosas como las piensa y de la manera que las piensa, es que estamos mal, muy mal, ¿no estoy muy equivocada?

  • Laurencia Escobar

    Positivamente excelente, pocos, si es que nadie, puede escribir con esta solvencia, esta soltura, esta elegancia y esta claridad, felicitaciones cordialísimas a Camilo y a cooperativa.cl

  • Carlo Bergonzi

    Si a una guagua de menos de 3 años se le enseñan los primeros pasos con un computador, creo que vamos a llegar muy, muy lejos, o sea, volveremos a la edad de las cavernas, pero a lo peor de la edad de las cavernas, no a los dibujos de Altmira o Lascaux.

  • Simac Yurasic

    Una vez más Camilo se pasó y cooperativa cl se anotó un poroto gigantesco, una vez más tenemos una columna estupenda que nos hace pensar algo, felicitaciones a él y a cooperativa.cl

  • Hermann Prey

    Elocuente y formidable, como siempre, felicitaciones a Camilo Marks y cooperativa cl. por este artículo que nos ayuda a pensar en lo que se nos viene.

  • Cecilia Palma

    Efectivamente, recuerdo claramente esa noche, Camilo, pues yo era parte de la mesa vecina a la que aludes. Es cierto lo que comentas, el asombro que nos causó ver esos deditos tan pequeños volar sobre una pantalla touch en la cual, seguramente jugaba a la guerra. No me extrañaría. Ni idea tenemos de qué pasará con esta generación que nace con un computador en la mano. Qué pasará con su cerebro, con sus capacidades, con sus aprestos. ¿Y el lenguaje? ¿Qué pasará con el lenguaje? Tal vez decir que la escritura pueda desaparecer es algo irreal, pero el lenguaje hablado quizá, dentro de algunos años, no sé cuántos, ¿100?, no esa necesario. Los aparatos electrónicos hablarán por nosotros. No sé. Pero me parece insólito que un bebé juegue con un tablet o lo que sea que haya sido. Ni siquiera me atrevo a decir que lo repruebo porque no sé qué está pasando con el resto de los bebés. ¿Acaso es la tendencia? Pero sí, es raro, extraño para mí, para ti, para quienes tenemos más de 50 años, ver en una noche de frío invierno, en el 2° piso de La Hacienda, donde hasta hace pocos meses fumábamos; a un niño de menos de tres años, calladito en una silla, moviendo sus dedos como alas sobre un aparato electrónico, mientras sus jóvenes padres conversaban como si nada, apenas dirigiendo, de vez en cuando, una mirada tenue al ser humano que ni levantaba la cabeza.

  • Kamran Mirhazar

    Sacar a los niños de noche y meterlos en un pozo séptico es el colmo, pero entretenerlos con una computadora si tiene menos de 3 años es pésimo, no sé para qué alguna gente tiene hijos, si quieren divertirse, esperen por lo menos hasta que crezcan o déjenlos con alguien, pero no los saquen en la noche.

  • Ana Claudia Solórzano

    Una barbaridad, una barbaridad sacar a los niños de noche porque los jóvenes no pueden pirvarse de salir a comer afuera y una brbaridad pasarles una tableta o un computador cuando todavía no saben ni hablar.

  • Evelyn Lear

    Muy tremendista, muy exagerada como todo lo que escribe Camilo, pero necesaria y original, porque por lo menos nos hace pensar un poco, felicitaciones a él y a cooperativa.cl

  • Tamara Sender

    Un 7 a la columna y un 7 a su autor, cordiales felicitaciones

  • Mirna Arriagada

    Está claro que un órgano que se deja de usar pierde las capadidades para las que está dotado y hasta se atrofia, de lo que se sigue que no falta mucho para que la gente deje de usar las manos para escribir y cuando eso pase, mejor ni pensarlo…

  • Juan Julio Silva Angelini

    Muy buena columna, una vez más Camilo se pasó y también se pasó cooperativa.cl

  • Adán Meléndez

    Pero claro qeu todo el mundo está completamente alienado con la actual tecnología virtual, basta ver a la gente en la calle, en el metro, en los buses, en cualquier parte para darse cuenta y para ver adónde vamos a llegar, seguro que a ninguna parte, excepto a hundirnos más en la soledad, la incomunicación, la imbecilidad y la ausencia de todo interés espiritual.

  • Carmen Newmann Rodríguez

    Excelente columna, para leerla varias veces y pensar mucho.

  • Leonor de la Corte

    Increíble, absolutamente increíble, nunca había visto algo semejante, no me refiero a sacar a pasear a las guaguas en la noche, eso ya es pan de cada día, sino a comprarles computadores para que se entretangan. Al paso que vamos, no solo se perderá la escritura, la lectoescritura, también la gente olvidará hablar. Muy buen artículo, felicitaciones cordialísimas a Camilo y a cooperativa.cl

  • María Teresa Jarpa

    Notable y brillante como siempre, alguien que diga la verdad y denuncie la estupidez en que vivimos inmersos no nos salvará de nada, pero algo es algo, así que sumo mis felicitaciones a Camilo y cooperativa.cl

  • Lilian Terfelfed

    El problema con las columnas de Camilo Marks es que son demasiado buenas para ser ciertas o dicho en otra forma, están muy lejos de las demás que se publican en todos los medios, mala suerte, porque escribe pçoco y figura poco y toca temas que a todos nos atañen. Bueno, aunque sea de vez en cuando, lo felicito a él y a cooperativa.cl

  • Ernesto Villanueva

    Nada o poco que agregar a lo antes dicho, salvo que la lectura de esta columna me dejó inquieto, insatisfecho, impotente y profundamente insatisfecho. Pero, ¿no es eso lo que debe producir una buena columna de opinión?

  • Loretta Herrera Yadresic

    Fuera de serie la columna, tal como lo han dicho otros antes que yo, Camilo debería salir mucho más serguido, porque es distinto, es genuinamente irreverente, no se casa con nada ni con nadie, es independiente, escribe como pocos o ninguno y se atreve a decir cosas que todos pensamos pero que no somos capaces de formular bien, un intelectual serio que no se toma en serio, un intelectual profundo que escribe para que todos lo entiendan, un lujo para cooperativa.cl

  • Alberto Chelén

    Muy buena columna, bien planteada, bien desarrollada y bien terminada, nada falta ni sobra en ella.

  • Tadeo Frisch

    Pedagógica sin pedantería, muy bien escrita y muy clara, qué alivio no leer sobre las pirmarias, sobre la lata de las noticias y sobre lo que sale y se dice en todos los medios.

  • Martina Arroyo

    Positivamente excelente y nada que ver con el resto de las cosas que se escriben en este espacio, lo siento mucho, pero es la pura verdad.

  • Alvaro Otzoy

    Sólo permanecerán imágenes y la cultura, como la concocemos, solo será, cuando mucho, un bonito recuerdo. Cito textual, porque me parece que eso es lo que ya está pasando si es que no se ha consumado definitivamente: al desaparecer la escritura y ya vamos camino a eso, no nos quedará nada de lo que hemos construido, porque todo lo que da sentido a nuestras vidas lo hemos construido en torno a ella. Y esto no tiene nada de apocalíptico, es la pura y simple verdad.

  • Wenceslao Arredondo

    Excelente, clara, contundente, qué diferencia con tantos y tantas que solo escriben y hablan sobre primarias, porcentajes electorales, candidaturas presidenciales, qué diferencia con las preocupaciones, y lo digo con todo respeto, con las preocupaciones provincianas, cerriles y limitadísimas de cuantos y cuantas tienen tribuna para darnos la lata sin parar.

  • Ana Aleja Fuentes

    Muy buena, como siempre, me sumo a las felicitaciones a Camilo y cooperativa.cl

  • Richard Stephen McNeill

    Salir a comer en la noche con guaguas es de una total irresponsabilidad, pero clarmente esta columna no apunta hacia quienes tienen esa pésima costumbre, sino al hecho de que las guaguas están ahora aprendiendo a vivir con computadores especialmente diseñados para ellas…¿adónde vamos a llegar? Ciertamente no al grado cero de la escritura sino al grado cero de la estupidez.

  • Angel Poyonaris

    Coincido en lo que dicen todos, salvo en una cosa: me parece que hay una actitud cada vez más tibia, aceptadora y fatalista sobre las nuevas tecnologías, que nos están volviendo cada vez más imbéciles, más irresponsables y menos conscientes de la realidad. Porque en poco tiempo más ya será muy tarde para echar marcha atrás y tratar de volvernos un poco más humanos.

  • Tirsa Tadzia Albanese

    Notable columna, notablemente bien escrita, inquietante, por no decir devastadora. Yo simplemente no puedo imaginar un mundo sin escritura, pero parece que para allá vamos y ojalá, quiera Dios que esté equivocada.

  • Nino Sansogno

    Me sumo a las felicitaciones a Camilo Marks y a Cooperativa cl porque no da la lata, es original, valiente, se atreve a decir lo que piensa con fuindamento, no se anda a medias tintas y se le entiende todo, sin aburrise uno nunca con lo que escribe.

  • Leandro Soler Villavicencio

    Fuera de serie, el único problema con las columnas de Camilo es que salen tarde, mal y nunca y es el único que no latea, porque todo son primarias, elecciones, insignificantes noticias de nuestro insignificante país, en suma, un desastre.

  • Miriam Ortega

    Me sumo a las congratuloaciones por esta sobresaliente columna, clara, al hueso, contundente, ojalá sigan contando con Camilo Marks en cooperativa.cl

  • Fernando Herrera Gómez

    La verdad es que ya nada puede asombrarnos si a un niño de 3 años se le eseña a divertirse y entretenerse con un computador. El problema es que mañana será demasiado tarde, si es que ya no lo es y cuando estemos sumidos para siempre en un oceano infinito de estupidez, ni siquiera nos vamos a dar cuenta de ello y lo peor será que creeremos que hemos progresado.

  • Ladislao Montedonico

    Magnífica columna, muy bien documentada, muy bien escrit, muy bien concebida, felicitaiones a Camilo Marks y a cooperativa.cl

  • Karen Fossun

    Me sumo a los que pusieron unh 7 a la columna y un 7 a cooperativa.cl por publicarla

  • María del Pilar Armendáriz

    Pero claro que hubo muchas cosas antes de que aprendiéramos a escribir, el problema es que lo que tenemos después que se inventó la escritura es incalculable, invaluable, de proporciones ilimitadas y nada se entendería sin ese invento, que ahora corre serio peligro de desaparecer.

  • Ofelia Bautista Granada

    Tremendista, exagerada, muy pesimista, pero desgrciadamente todo cierto, muy cierto, porque nadie sabe lo que se nos viene encima en poco tiempo más.

  • Beatrice Piacenza

    Me sumo a las felicitaciones y extiendo mis cálidos saludos a Camilo Marks y cooperativa.cl

  • Clara Arditi Wella

    El problema, como dice el columnista o lo insinúa, no es que se termine la escritura o la lectoescritura, sino lo que se viene después: ¿un mundo solo poblado por imbéciles conectados día y noche a aparatos que los anestesian?, ¿la ausencia total de comunicción entre unos y otros?, ¿el desconocimiento absoluto de los demás y de quienes nos rodean?, ¿el término de las relaciones humanas, las buenas y las malas, como las hemos conocido hasta ahora?, ¿la vida familiar convertida en un infierno de soledad y esterilidad?. En fin, las preguntas pueden multiplicarse al infinito, pero desgraciadamente no hay respuestas o solo hay una: el futuro se ve malo, muy malo.

  • Astolfo Salgado

    Vibrante, estupenda, notable, excelente columna. Así deberían escribir todos, mejor dicho, cada uno a su manera, pero todos con la claridad enfática, categórica, sin medias tintas de Camilo, por lo que lo felicito a él y a cooperativa.cl

  • Myrna Ulloa González

    Muy original, como siempre, muy atrevido, como siempre, tanto o más agudo que en sus críticas literarias es Camilo Marks escribiendo en cooperativa.cl

  • Carlinda Aristeia Soares

    Me sumo a quines han leído con placer, indignación,. interés, entusiasmo, curiosidad y genuina preocupación esta notabilísima columna de Camilo para cooperativa.cl

  • Cristóbal Ariztía

    Claro que antes de la escritura existieorn dinosaurios, brontosaurios, tiranosaurios y meteroritos, pero no existían hombres ni mujeres habitando la tierra. Y cuando nuestros antepasados llegaron a escribir, después de hacer esos maravillosos dibujos prehistóricos, pasaron por una infinidad de fases evolutivas. Y ahora, gracias a la tan cacareada tecnología digital, todo esto puede desaparecer para siempre, hundiéndonos quizás en qué formas de barbarie, insensatez, crueldad y horrores que jamás hemos conocido antes. No quiero este futuro para mis hijos y nietos, para mis sobrinos, para mis amigos y sus descendientes, para nadie en realidad. No, simplemente no quiero un mundo como el que parece avecinarse si no hacemos nada para detener esta calamidad que es la tecnología convertida en un fin y no un medio.

  • Nibaldo Galleguillos

    Me limito a sumar mis felicitaciones por esta excelente columna de Camilo Marks en Cooperativa.cl

  • Marcia Rojas Gutiérrez

    Sacar a pasear a las guaguas en la noche es pésimo, pero peor aún es entretenerlos con un minicomputaor que no les enseñará nada, que los acostumbrará a la flojera y la ineptitud mental, que los hundirá en la cultura audiovisual, que les impedirá pensar, desarrollarse, hablar bien y escribir como la gente, o sea, que los convertirá en robots sin inteligencia, si es que ya no se han convertido exactamente en eso.

  • Oralia Domínguez

    Impactnte, hace pensar, hace cuestionarse muchas cosas, empezando por todo lo que vemos y hacemos cada día, nos obliga a reflexionar de veras, gran columna.

  • Pedro Andrés Muñoz

    Conocí a Camilo Marks cuando los dos estudiábamos leyes en la Universidad de Chile y aunque siempre me llamó la atención porque algo imposible de definir lo hacía destacarse del resto, nunca pensé que terminaría siendo crítico literario, escritor y columnista de opinión, con opiniones tan transgresoras y heterodoxas. Realmente me ha sorprendido este último tiempo y debo decir que muy gratamente, porque no escribe ni piensa como abogado, sino como ciudadano culto, lúcido, ferozmente independiente, así que me sumo a las felicitaciones para él y para cooperativa cl.

  • Juliana Almonacid

    La mejor columna de opinión y reflexión que he leído ahora último, no tengo nada que agregar a lo que se ha dicho antes que yo, todavía estoy sorprendida y agradezco a quien me dio este dato

  • Lisistrata Leggia

    Según lo que entendí después de leer esta entretenidísima y simpatiquísima columna de Camilo Marks, es preferible volver a las antiguas máquinas de escribir Olivetti, Underwood u Olympia. La verdad es que creo que estoy totalmente de acuerdo, porque no producían la enajenación mortal, cretinizante, imbecilizante, completamente estultificante de los computadores y la infinita tontería de la internet. Que yo sepa, nunca nadie sintió ningún tipo de adicción por escribir en los teclados de las máquinas que tampoco son tan antiguos y gracias a los cules se produjeron las mejores obras literarias del siglo XX. ¿Qué es lo que ha producido la internet? Imbecilidad tras imbecilidad, cero literatura, cero cultura. Gran columna, felicitaciones a Camilo y cooperativa.cl

  • Ermano Olmi Cigna

    Devastadora si uno la lee y relee a fondo, inquietante en una primera pasada superficial, estremecedora en su contenido y en la forma desapegada, clínica, humorística, letal, típica de este crítico transgresor, flemático y lúcido que es Camilo Marks, una gran adquisición para coopertiva.cl