Ulver una banda que en sus fases primitivas expresaba un folk metal nórdico, llegó a evolucionar transcurriendo el tiempo a un estilo que simplemente se puede describir como transgresor, experimental y vanguardista.
Con Live Concert, The Norwegian National Opera, un DVD en vivo cuya puesta en escena es deslumbrante, nos encamina a un viaje onírico, que solo una mente abierta musical y artística puede degustar de los detalles sonoros y visuales de esta obra maestra.
The Moon Pieces, apertura con un piano de fondo y toda la luz enfocada para un hombre con vestimenta de tiempo pasado ahorcado en medio del escenario. Escalofriante y transgresor, atmósferas oscuras y densas, dan inicio a este concierto.
Eos, una pantalla gigante mostrando el crepúsculo y la voz de Garm comienza a expresar sus tonalidades bajas y suaves, con una hermosa atmósfera de teclados y guitarra de fondo, mientras todo se torna oscuro y una luna llena ilumina el anfiteatro capturando al público a este sueño conciente del que no podrán escapar durante una hora y media que es lo que dura el espectáculo.
A medida que pasa el tiempo esta obra denota un hilo conductor que va de menos a más en lo visual y musicalmente sonoro, con “ Let The Children Go” comienzan las baterías y percusión a capturar protagonismo al mismo instante que la pantalla nos muestra la caza salvaje de una leona de una cebra bebe.
“Rock Massif” una marcha instrumental con representaciones del régimen nazi y crudas imágenes del “Holocausto”, dejan al espectador perplejo y reflexionando sobre lo que fue esa terrible realidad . Todo eso más un espectacular juego de luces que tienen durante todo el Show un protagonismo fundamental.
Luces rojas tiñen el anfiteatro y la delirante “In the red” comienza a sonar con un cuarteto de cuerdas oscuras y ritmos progresivos para dejar a todos en el climax de este sueño, viaje, introspección sonora, como queramos decir. A estas alturas del show, cada asistente tiene su visión y opinión de lo que tiene al frente.
No me gusta para nada comparar a las bandas, pero con “Hallways Of Always” tenemos un acto visual inspirado de un viejo concierto de Pink Floyd, a un actual desafiante e irreverente concierto de “Radiohead”. Su comienzo con un punto azul fluorescente multiplicándose a través de la pulsación del tempo y la constante, el piano, explota en progresiones y atmósferas visuales de otro mundo, simplemente genial.
Sin más que decir respecto al concierto, planteo, que esta banda sin lugar a dudas demostró ser “matea” para hacer las cosas bien, perfectas y meticulosas, consiguiendo que el público quede gratificado eternamente de un viaje de pos psicodélica del presente siglo, inolvidable.