24 ene 2012

Metro TV: ¿Cuál es el trato?

Hace años sigo la pista de las omnipresentes pantallas que nos encontramos en andenes y vagones de nuestro orgullo metropolitano, el Metro de Santiago. Nada ha cambiado en ellas.

¿Puede alguien creer que haya gente contenta con la programación de ese engendro de canal? Con los chascarros, con los videos de reggaeton y baladas romanticonas, con los noticieros sensacionalistas y fragmentarios.

Yo no veo televisión y las pocas veces que tengo inevitablemente un televisor encendido frente a mí es en el Metro.

¿Por qué tengo que esperar el tren fumándome a alguna gringa oxigenada, a raperos con dientes de oro o las insoportables novedades de Ricardo Arjona?

¿Por qué esos alienados momentos de espera no son usados de forma inequívoca y completamente dirigida a promover la producción artística chilena?

Metro dirá que tiene interesantes franjas de difusión cultural, pero no pasa de ser un mero cumplimiento del deber, un cuoteo más de los que ya nos tienen acostumbrados.

Eso también lo pueden decir los canales de televisión abierta, cumpliendo con el escaso porcentaje que impone el Consejo Nacional de Televisión, habida cuenta que suman las teleseries dentro de la programación cultural. También lo argumentan muchas radios cuando programan Supernova, Kudai, Alberto Plaza, Pablo Herrera, para rellenar la escueta programación nacional.

Me pregunto en qué mente cabría que un canal de señal cerrada de una empresa pública programe mayoritariamente artistas extranjeros de marcado corte comercial.

Señores, esto no es una aerolínea con su programación de aeropuerto. Esto es un subte, afuera a pocos pasos está la calle, la realidad urbana y confusa de millones de personas a las que intentan adormecer con programación basura.

Sin embargo los músicos tocan en sus accesos junto a los libros usados, al sushi vegetariano, al pan krishna, el cine arte y de un cuanto hay. Todo esto Metro lo tolera, pero en sus pantallas lo niega.

¿Cuál es el trato? ¿Cuál es la lógica que debemos explicarnos? ¿Cuál es el arreglo, quizás, con las multinacionales de la información? ¿El añejo discurso del autofinanciamiento?

Aún así, sea cual sea la respuesta, demasiado fácil entregamos los pocos espacios posibles para difundir a nuestros cultores. De hecho ya no importa la respuesta, simplemente debe cambiar.

Basta de esperar que a algún joven ejecutivo cuiconciente, se le ocurra que sería genial “darle algo a la gente”. Hay que exigirlo todo. Es el ejemplo que nos dan los estudiantes.

En Chile sobran los ejemplos de artistas de gran calidad que no encuentran el más mínimo espacio de difusión de su obra. Ojo, no se engañe, Radio Uno no lo hace. Es una empresa privada que se rige por rating, pero sobre todo se rige por los intereses de ciertos sellos nacionales y de su majestad la SCD, que cuotea a sus artistsaurios para que reciban algo más en sus liquidaciones anuales de derechos.

Metro TV debe dedicarse exclusivamente a la promoción de las artes desarrolladas en Chile.

Y por favor que no vengan con el argumento de que Metro difunde a través de esos paneles en que acumulan afiches en las paredes de los andenes, en que las calidades de los espectáculos promocionados son de una disparidad alarmante, y todo se confunde en un collage incomprensible de pegatinas usualmente desactualizado.

Metro transporta diariamente cerca de 2 millones de personas, lo que lo transforma en una plataforma de difusión en manos públicas sin precedentes.

Estamos hablando de que con bajísimos costos (o con los mismos medios destinados hoy a Metro TV), se podría tener un poder de divulgación cultural de mucho mayor envergadura que en los mejores tiempos de las grandes editoriales chilenas como Universitaria o Quimantú, y sin duda de mucho mejor calidad que la televisión “pública”, entregada sin más a las reglas del mercado, un completo absurdo para cualquier empresa estatal.

Metro TV aún se puede y se debe redimir. No hay mejor momento que este, en que el tren sigue perforando el gruyere en que hemos transformado a Santiago, y pese a los apretujes de la mañana y la tarde, los santiaguinos seguimos prefiriéndolo antes que a esas longanizas voladoras que abren las anchas alamedas, que ojo, también están comenzando a equiparse con pantallas, a las cuales también debemos reclamar la misma función difusora para nuestros artistas.

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  • Anónimo

    tan bueno que es el artista chileno. No defiendo la programación del metro, pero tampoco trates de imponer tu opción, diversidad ante todo, como los pasajeros del medio de transporte que mencionas

  • maraviyosso

    tan bueno que es el artista chileno. No defiendo la programación del metro, pero tampoco trates de imponer tu opción, diversidad ante todo, como los pasajeros del medio de transporte que mencionas

  • http://www.facebook.com/people/Ramon-Tapia/100002849561728 Ramon Tapia

    Estimado, a Metro S.A. solo le interesan las lucas, si observa con calma se dara cuenta, que ahora los carros solo tienen 12 asientos.

  • http://www.facebook.com/people/Ramon-Tapia/100002849561728 Ramon Tapia

    Estimado, a Metro S.A. solo le interesan las lucas, si observa con calma se dara cuenta, que ahora los carros solo tienen 12 asientos.

  • http://pulse.yahoo.com/_663S3QI5FI5HOVELVSYCXY6FQE Felipe

    Al final, si no te gusta la Radio Uno, que sólo programa música nacional, con una amplia variedad de estilos y épocas, ¿que programación es la que esperas?. Si quieres alegar contra el metro tv te apoyo pero….. no te metas con mi Radio Uno :-)

  • http://pulse.yahoo.com/_663S3QI5FI5HOVELVSYCXY6FQE Felipe

    Al final, si no te gusta la Radio Uno, que sólo programa música nacional, con una amplia variedad de estilos y épocas, ¿que programación es la que esperas?. Si quieres alegar contra el metro tv te apoyo pero….. no te metas con mi Radio Uno :-)

  • Andres Kalawski Isla

    Me parece interesante preocuparse por los espacios culturales estatales. Me preocupan los prejuicios de cultura legítima que esta opinión percola. ¿No estarían bien entonces los reggaetonesros nacionales, los baladistas romanticones nacionales? Y los mismo con el prejuicio nacionalista. Es verdad que los artistas chilenos compiten en desventaja con otros que se apoyan en culturas hegemónicas, sobre todo en USa, pero ¿no podríamos usar ese espacio para promover artistas de otros países que no están en la programación de la televisión fuera del metro, no debiera ser parte del enriquecimiento cultural no sólo valorar lo nacional sino lo diverso?

  • Andres Kalawski Isla

    Me parece interesante preocuparse por los espacios culturales estatales. Me preocupan los prejuicios de cultura legítima que esta opinión percola. ¿No estarían bien entonces los reggaetonesros nacionales, los baladistas romanticones nacionales? Y los mismo con el prejuicio nacionalista. Es verdad que los artistas chilenos compiten en desventaja con otros que se apoyan en culturas hegemónicas, sobre todo en USa, pero ¿no podríamos usar ese espacio para promover artistas de otros países que no están en la programación de la televisión fuera del metro, no debiera ser parte del enriquecimiento cultural no sólo valorar lo nacional sino lo diverso?

  • http://twitter.com/FelipeGuajardoQ FelipeGuajardoQ

    Shuper Artishtah Shileno… Ca-shi-lupi.

  • http://twitter.com/FelipeGuajardoQ FelipeGuajardoQ

    Shuper Artishtah Shileno… Ca-shi-lupi.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1196381996 Christian Landaeta

    Más allá de las pantallas con la a veces estridente Metro TV, espero, confío, sueño con que un dia no tan lejano, Metro se ponga las pilas y defina standards de volúmen para los pitidos que avisan cierre de puertas, partida de carro, etc. así como el descomunal volúmen  que los tímpanos deben soportar a veces dentro de las estaciones con los fatales A 1..A 1…Para esto, estimados, existe la llamada Ingeniería Acústica, que ayuda a que no nos estresemos innecesariamente por exceso de ruido y a que no perdamos audición por depender del conductor o locutor de turno que parece escoger el volúmen de manera 100% aleatoria.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1196381996 Christian Landaeta

    Importante lo de las pantallas pero me parece mas importante que Metro ponga de una vez por todas un estandar de volumen de pitidos al cierre y apertura de puertas y un limite a las voces dentro de carros y en estaciones. El desmedido nivel de ruidos del metro supera habitualmente lo saludable. La Ingeniería Acústica es la que hace falta. De paso, efectivamente, hay artistas chilenos que se difunden poco  o nada en el metro y otros medios.

  • http://www.facebook.com/people/Rodrigo-Hidalgo/677534170 Rodrigo Hidalgo

    No voy a ir al fondo del texto, que presta argumentos para varias discusiones. Voy a quedarme en la superficie, en la carcajada que me arrebató esta columna con su párrafo final exquisito de “queso gruyere” y “longanizas voladoras”. Bravo.

  • http://www.facebook.com/people/Rodrigo-Hidalgo/677534170 Rodrigo Hidalgo

    No voy a ir al fondo del texto, que presta argumentos para varias discusiones. Voy a quedarme en la superficie, en la carcajada que me arrebató esta columna con su párrafo final exquisito de “queso gruyere” y “longanizas voladoras”. Bravo.