Si somos fieles a la historia, podemos concluir que los orígenes del Servicio de Vivienda y Urbanización (SERVIU) que por estos días celebra su 39 Aniversario se remontan más atrás que el año 1976, su decreto formal, ya que este hecho lo podemos entender como consecuencia del desarrollo natural del proceso de modernización iniciado en la segunda parte de la década anterior por el gobierno de Eduardo Frei Montalva.
Durante su mandato se creó el ministerio de Vivienda y Urbanismo y se reorganizaron sus servicios dependientes: CORHABIT, CORVI, CORMU, COU, la Caja Central de Ahorro y Préstamos y las Empresas de Agua Potable de Santiago y El Canelo.
Asimismo esta visión se completa con la aprobación del primer Plan Regulador Intercomunal de Santiago, que ajustaba el crecimiento de la ciudad, protegiendo las áreas de cultivo y la ecología.
Además, establecía una zonificación para construir barrios industriales y un cinturón suburbano. Definió la red básica de transporte y vialidad regional, intercomunal y comunal. A ello se suma que reguló los sistemas de áreas verdes, la creación de multicentros cívicos y comerciales, y la protección de las reservas de suelo para grandes equipamientos metropolitanos.
Frente a estos desafíos era necesario contar con una institución que, inserta en el territorio accionara, gestionara e hiciera realidad los sueños de miles de familias.
Esa mirada era integral, transversal y concreta no estaba centrada en solo construir viviendas, sino que pretendía generar ciudades y barrios sustentables y permanentes, barrios integrados y con dotación de servicios e infraestructura.
Durante estas cuatro décadas los énfasis sufrieron variantes y gran parte de ellos se enfocaron en ganar la batalla al déficit habitacional y a cumplir con el anhelo de las familias perdiendo su foco esencial.
Hoy, esas definiciones, sumadas a los lineamientos de la ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, y a las del Programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, hacen que Serviu RM oriente su energía a no sólo cumplir con bajar el déficit, sino a impulsar planes donde los protagonistas son las familias que se involucran activamente en los procesos de gestión de los proyectos habitacionales.
Esta labor incluye la participación en la adquisición de terrenos aptos y en la definición de Planes Maestros participativos que contemplen servicios, áreas verdes y vialidades adecuadas, características que finalmente se verán plasmadas en el desarrollo de ocho megaproyectos habitacionales que permitirán proveer viviendas a 7.000 familias que teniendo un subsidio, no han encontrado solución en el mercado.
Las cifras en torno a las áreas verdes en la Región Metropolitana son desoladoras. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 m2 por habitante, Santiago bordea los 4 m2, y hay sectores que -incluso- no superan los 2m2 de áreas verdes por habitante. Por eso, la mirada actual apunta también al desarrollo de 15 proyectos de espacios públicos en diferentes comunas de la Región Metropolitana, entre los que destacan los parque La Hondonada, en Cerro Navia; Pierre Dubois, en Pedro Aguirre Cerda, y el de la comuna del mismo nombre, Alhué.
Además, cumple un rol integrador de la red de transporte público con la ejecución de más de 40 kms.de la red de corredores Transantiago que aporta además a renovar la ciudad al 2018 .
Con esto en mente, renovar los desafíos conforme a los avances y necesidades de la sociedad en no sólo la adquisición de una vivienda sino que en la conformación de un barrio integrado es el objetivo principal de un servicio que, avanza con la clara conciencia de que todos merecemos una ciudad mejor.