Quiero compartir con los vecinos y vecinas de nuestra comuna y con quienes hicieron sentir su solidaridad desde diversas partes del país respecto a la causa colectiva que asumimos y compartimos con la gran mayoría de los y las vecinas de Estación Central: la buena nueva del desistimiento por parte de la administración comunal de la venta del terminal de buses de Estación Central, noticia que es auspiciosa de todo punto de vista, primero por el alivio que representa en lo inmediato y fundamentalmente porque sienta un importante precedente para las iniciativas que emprendamos de aquí en más.
Y nos referimos a acciones a futuro, pues creemos que el camino iniciado, debe tener su corolario cuando converjan en una sola línea de acción los intereses y aspiraciones de los representados con el quehacer concreto del representante en beneficio de los sueños y necesidades de todas y todos los que compartimos este espacio común. Y hacia allá orientamos nuestro quehacer.
En sesión ordinaria del concejo Municipal realizado el martes 05 de mayo, el Concejo aprobó por mayoría simple -sólo tres de cinco Concejales de la Nueva Mayoría rechazamos- la enajenación del terminal de buses de Estación Central.
Se buscaba por la vía de la venta despojar a los centralinos y centralinas de un bien comunal que es patrimonio de todos y todas, de forma inconsulta y con desprecio absoluto al habitante de carne y hueso que le dan sustento, coherencia y sentido de pertenencia al espacio geográfico llamado comuna.
Esta intención queda de manifiesto y nítidamente expuesta en la intervención del alcalde Rodrigo Delgado en sesión ordinaria N° 013 del 2015 ante el Concejo Municipal en donde dice textual que “lo que queremos hacer es una venta para recibir el valor que recibiríamos por varias de esas concesiones”. Pues bien, mediante la organización ciudadana de los vecinos y vecinas de Estación Central, hemos logrado torcerle la mano al alcalde y a los concejales, quienes no pensaron en el futuro de la comuna al intentar despojarnos de uno de los escasos bienes y fuentes de ingreso permanente con que contamos los centralinos.
Este es el triunfo de los pobladores, de las organizaciones sociales, de los dirigentes vecinales, de los partidos políticos y de los habitantes de Estación Central que rechazaron de forma manifiesta y mayoritaria la privatización del patrimonio comunal.
Lo más importante a mi parecer es que el éxito obtenido permite abrigar esperanzas en la necesaria participación social en la comuna, requisito sine qua non para cambiar el rumbo de los designios de la actual administración comunal y aspirar a construir en conjunto el diseño de un gobierno comunal distinto, con democracia participativa y vinculante, con derechos garantizados, con contraloría social y amigable con el medio ambiente. Para que nunca más una minoría que se niega a escuchar el clamor popular, pueda tomar decisiones que perjudiquen a las mayorías ciudadanas.
Esto nos demuestra a todos que la unidad de acción en torno las causas justas y loables conducen a buen puerto para felicidad y tranquilidad de los mayoritarios.
Dije en esa oportunidad que “no estoy ni estaré disponible para avalar iniciativas que se orienten en la dirección de despojar y mutilar el patrimonio colectivo de Estación Central” y obré en consecuencia votando en contra de esta iniciativa.
Asimismo, en concordancia con lo manifestado en sucesivas reuniones con los y las vecinas de la comuna, oficié sendos recursos ante los tribunales de justicia y ante la Contraloría General de la República, entidad que deberá pronunciarse en los próximos días sobre la legalidad del “programa de adecuación patrimonial” del municipio.
Continuaré ejerciendo mi rol fiscalizador en beneficio del bien común. Seguiré trabajando junto a los vecinos y vecinas por mejorar la calidad de vida de todos y todas y construir juntos una comuna más amigable y digna. Pero lo más importante y la gran enseñanza que nos deja el desenlace del triunfo obtenido, es que una mejor comuna es posible, siempre y cuando nos dispongamos a dar las luchas con la unidad más amplia, con todos y con todas.