27 dic 2011

Voto voluntario: polos delirantes del debate

Si bien la aprobación de la ley de inscripción automática y el voto voluntario se produjo hace apenas una semana, el debate en torno a este tema lleva semanas e incluso meses suscitándose.

Diversas voces se han pronunciado respecto a las potencialidades, modernidades, efectos, consecuencias, vencedores y derrotados, discursos y ¿renovaciones?, cambios y miedos políticos, insanidades morales, etcétera, etcétera, que “debiera” generar el nuevo escenario electoral.

Pero por esas casualidades de la vida o del café, de todas las voces, opiniones y argumentos que se han oído, ¿alguien le ha preguntado a una persona que NO VOTA por qué no lo hace?

Si revisamos un par de opiniones con nombre y apellido, encontramos que hace casi un mes apareció un artículo titulado “No más infantilismo revolucionario”, en el cual el columnista, señor Cristóbal Bellolio, nos informa que se preocupó de realizar una pregunta capital a jóvenes participantes de la política universitaria: ¿Por quién votarías si las elecciones fueran este domingo? La instancia en que efectuó la interrogante, según da cuenta el precandidato a la precandidatura por Providencia, fue un debate para las elecciones de la FECH que se realizaron a principio de diciembre.

En este punto, debemos destacar la importancia del contexto que describe Bellolio: no cabe duda que uno de los escenarios que propició el debate sobre este tema, mucho antes que se discutiera en el parlamento la ley, fue el movimiento estudiantil de este año, esa “primavera” -como la llaman ciertos hum(or)istas- que trae “aires de renovación” a nuestro país, a pesar de que “aires de renovación” es una frase que no dista mucho sinónimamente de los “aires de cambio” que soplaban según un candidato presidencial hace ya once años atrás. Pero retorno a lo que nos convoca.

Señala Bellolio que de los entonces ocho candidatos a la FECH, cinco (los de izquierda) optaban por anular, mientras que los otros tres (los de centro y los de derecha) votarían o por Vallejo o por Optimus prime o por Allamand. Para su pavor –y el de su grupo de intereses particulares proyectados en la esfera pública-, si esa fotografía fuera el resultado real de las elecciones, el nuevo presidente era Andrés Allamand.

A raíz de esto –aunque desviando la atención al tema del voto y la participación ciudadana en sí-, Bellolio condena la actitud de estos jóvenes con una añeja frase reaccionaria, frase que en el presente año tuvo una actualización, con matices, en el ya famoso “inútiles subversivos”: es una actitud, una postura de “infantilismo revolucionario”, de aquella “incapacidad de ganar la partida siguiendo las reglas del juego”.

Bellolio refuerza su argumento culpando a aquellos que no votan –a propósito de la pregunta que mueve este artículo-: “¿cuál es, en cambio, la estrategia del infantilismo revolucionario?

En la radio escuché un dirigente estudiantil señalando que no estaba inscrito en los registros electorales porque ‘el sistema no le representa’. Claro: si no participan, se hace muy difícil que el sistema los represente. La democracia es un proceso trabajoso de acuerdos y mínimos comunes, no de pataletas temperamentales”.

Si bien la argumentación de Bellolio es tradicionalmente correcta, me parece que tanto su pregunta y conclusiones como las circunstancias que propician su (justificación enmascarada como) “reflexión” son, por un lado, capciosas, y, por otro, muestras clara de dos de las peores caras del debate:

1) Bellolio, ejemplo de aquel que fantaseando con su “responsabilidad cívica” y su “vocación de servicio público” defiende el actual sistema político en pos de personales intereses electorales a nivel de cúpulas, tratando así de enmascarar su figura de siervo que aspira a ser el día de mañana el nuevo patrón de fundo en una comuna;

2) un grupo de jóvenes que expresan su postura con frases que no hacen más que prestarse para que otros puedan pintarlos como peligrosas figuras que no quieren respetar “las reglas del juego”. (Porque esto es lo que se quiere decir con la chapa de infantilismo revolucionario: eres un niñito peligroso.)

Ahora bien, estos jóvenes, reducidos y deslegitimados por el poder político con el mote de ultras, tienen un valor insoslayable a nivel de sinceridad política, puesto que al declarar que anularían o que no votan sinceran sus posiciones, algo de lo que carecen TODOS aquellos que pertenecen a los partidos y sus juventudes que “participan” hoy del poder político.

Otra voz polémica dentro del debate en torno al voto voluntario fue la de Fernando Villegas, quien tituló una columna respecto al tema como “El derecho a no ser ciudadano”, en alusión frontal a aquellos que no votaban y que, gracias a la voluntariedad del voto, no votaremos, eludiendo con el “permiso de la ley” nuestra obligación de ser ciudadanos.

Su argumento se resume en el siguiente fragmento: “¿Por qué, entonces, el acto más importante de todos, elegir a los gobernantes, habría de librarse de dicha premisa? ¿Qué lógica es esa según la cual un acto de tal calibre puede no ser un DEBER y convertirse en OPCION? ¿Qué clase de ciudadano es el capaz de optar por no serlo cuando más debiera serlo?”

La delirante argumentación de Villegas defiende una postura similar a la de ciertos senadores y diputados –justamente los que están al “medio” de los “delirios” políticos, es decir, la DC, aparente justo medio entre la derecha y la izquierda-.

Sin embargo, al igual que Bellolio, Villegas también se encarga de fustigar a los no votantes desde su pupitre, aquel que está ubicado dentro del living del sistema político como ala no explícita de la clase política. Ni Bellolio, ni Villegas tienen la decencia de incluir en sus argumentos la postura razonada de alguien que no vota.

Esta incapacidad de ambos de integrar las otras voces no solo da cuenta de un mal de toda nuestra política y de gran parte de las caras del debate públicos: también demuestra que no poseen el más mínimo interés de saber los motivos que llevan a alguien a no votar: no hablan con pueriles revolucionarios, ni con insanos no ciudadanos.

Pero, ¿dónde está la voz de los que no votamos? ¿Quién nos ha preguntado los motivos de nuestra OPCIÓN? ¿Alguien ha indagado en por qué hay personas que en una posición similar a la mía, sienten que NO VOTAR más que una opción es un DEBER ante la corrupción y degeneración de la delegación, la falta de renovación y de inclusión nuevos actores en política, la exclusión social y la molestia con el mundo en blanco y negro que postula nuestra discursividad política oficial? Tal vez sea necesaria esta tarea.

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  • Jose Blanco Lorenzo

    ¿Sabís Miguel Morales? Casi hasta el segundo tercio de tu carta te creí, después te me desinflaste como todos. ¿Donde está la propuesta? La tuya.

    Tu escrito me recordó al amigo de Mafalda, que protestaba, y que cuando ésta le pregunta cual es su proposición él le contesta Ah, no se… ¿Desde cuando los que protestan tienen que dar soluciones?

    Lindo sería que, en vez de dar opiniones hiciéramos proposiciones. Yo creo en la inscripción automática y el voto voluntario y los que no quieran votar ¡Que se jodan!

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Estimado José Blanco Lorenzo: no estaba entre mis fines hacer “propuestas”. No soy político ni estoy seducido por el poder. Tampoco estoy coartado por alguna ideología o simpatía partidista, o sea, en un lenguaje poético, no estoy en la categoría de persona nerudiana ni guzmaniana. ¿En cuál de las dos está usted, a propósito de su “¡Qué se jodan!”?

      Tengo una postura muy clara, razonada y leída. Pero eso es materia de ensayo, para otra instancia, por cierto.

      Por último, creo que en su mismo post se auto-responde: “`¿Desde cuándo los que protestan tienen que dar soluciones?” Yo plantearía feliz mi postura, pero eso sería hacer panfleto, lo cual dista bastante de una opinión. Aunque claro está que los nerudianos y los guzmanianos siempre han hecho pasar su opinión como verdad. No soy de esos, estimado José Blanco Lorenzo. Si fuera de esos, hace rato que hubiera renunciado a reflexionar y a hacer pasar por verdades sociales las visiones privadas de unos pocos.

      Saludos cordiales. 

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Estimado José Blanco Lorenzo: no estaba entre mis fines hacer “propuestas”. No soy político ni estoy seducido por el poder. Tampoco estoy coartado por alguna ideología o simpatía partidista, o sea, en un lenguaje poético, no estoy en la categoría de persona nerudiana ni guzmaniana. ¿En cuál de las dos está usted, a propósito de su “¡Qué se jodan!”?

      Tengo una postura muy clara, razonada y leída. Pero eso es materia de ensayo, para otra instancia, por cierto.

      Por último, creo que en su mismo post se auto-responde: “`¿Desde cuándo los que protestan tienen que dar soluciones?” Yo plantearía feliz mi postura, pero eso sería hacer panfleto, lo cual dista bastante de una opinión. Aunque claro está que los nerudianos y los guzmanianos siempre han hecho pasar su opinión como verdad. No soy de esos, estimado José Blanco Lorenzo. Si fuera de esos, hace rato que hubiera renunciado a reflexionar y a hacer pasar por verdades sociales las visiones privadas de unos pocos.

      Saludos cordiales. 

      • Jose Blanco Lorenzo

        Gracias por leer mi post. 
        Soy un hombre viejo y leído (de cuanto se me cruza en el camino) y te prometo que si he logrado alguna sabiduría ha sido darme cuenta que me revienta que piensen por mí. Así es como me cargó que algunos lograran la no exhibición de “la última tentación de Cristo”, que se haga un tremendo bolo con lo de Krasnoff, que se aletee por lo de Teilier y Kim Sung Il. Se alabe a Fidel y se denoste a otros, que como él fueron dictadores.

        Me enturbia que algunos tengan la verdad pero no sean capaces de respetar la verdad ajena. Por lo anterior es que tu escrito me sedujo… sin embargo, aprte de declarar que tú no votas, no te comprometes en una verdad particular, la tuya, esa que merecería mi más profundo respeto aunque no la comparta (tal vez).

        Estoy chato que se nos trate como tontos e insulten la inteligencia y la capacidad de nosotros de decidir por nosotros mismos.
        Estimado Miguel después de esta declaración esperaré volver a leerte.

        Atte

        • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

          Pierda cuidado, estimado. 

          Yo le agradezco el comentario.

          Y, por otra parte, me parece necesario señalar que yo no soy dueño de verdades. Si fuera dueño de una verdad, mi aspiración sería la de convencer sesgadamente. Si algo he aprendido de la clase política nacional y de la mayoría de las personas que escribe en medios sus opiniones convertidas en verdades absolutas, es que no debo ser como aquellos que me ofenden.

          La democracia se planteó originalmente (es decir, Grecia Antigua) como un sistema política para la aristocracia. Chile está gobernado por la aristocracia y está cruzado públicamente por la opinión de gente que pertenece a la aristocracia o que aspira a pertenecer a ella. Los partidos políticos chilenos son aristocracias. Si no, fíjese en los nombres de la supuesta “renovación”, por dar un ejemplo contingente.

          Ya vendrá un artículo de “Por qué no voto”.

          Saludos cordiales

          • http://www.facebook.com/people/Patricio-Reyes/1447236036 Patricio Reyes

            Te recomiendo leer o releer el “Contrato social”, allí con meridiana claridad explican la necesidad de que cada uno vote, es por la gente que no vota es que hemos llegado a este estado de cosas, habría sido mejor que te pronunciaras por el daño que le causa el uso excesivo del dinero en las campañas electorales en contraposición de las ideas, o que a aquel candidato que no de la pelea por sacar adelante sus promesas electorales se le pueda destituir por publicidad engañosa, o que los que se cambian de partido pierdan el cargo, y que para llenar cupos sea obligatoria la realización de elecciones complementarias, ya que los partidos no son dueños de los cupos como nos quieren hacer creer. En definitiva, el que renuncia a votar, de alguna manera esta renunciando a parte de su libertad, y eso indefectiblemente crea una nueva forma de esclavitud.

  • Jose Blanco Lorenzo

    ¿Sabís Miguel Morales? Casi hasta el segundo tercio de tu carta te creí, después te me desinflaste como todos. ¿Donde está la propuesta? La tuya.

    Tu escrito me recordó al amigo de Mafalda, que protestaba, y que cuando ésta le pregunta cual es su proposición él le contesta Ah, no se… ¿Desde cuando los que protestan tienen que dar soluciones?

    Lindo sería que, en vez de dar opiniones hiciéramos proposiciones. Yo creo en la inscripción automática y el voto voluntario y los que no quieran votar ¡Que se jodan!

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Estimado José Blanco Lorenzo: no estaba entre mis fines hacer “propuestas”. No soy político ni estoy seducido por el poder. Tampoco estoy coartado por alguna ideología o simpatía partidista, o sea, en un lenguaje poético, no estoy en la categoría de persona nerudiana ni guzmaniana. ¿En cuál de las dos está usted, a propósito de su “¡Qué se jodan!”?

      Tengo una postura muy clara, razonada y leída. Pero eso es materia de ensayo, para otra instancia, por cierto.

      Por último, creo que en su mismo post se auto-responde: “`¿Desde cuándo los que protestan tienen que dar soluciones?” Yo plantearía feliz mi postura, pero eso sería hacer panfleto, lo cual dista bastante de una opinión. Aunque claro está que los nerudianos y los guzmanianos siempre han hecho pasar su opinión como verdad. No soy de esos, estimado José Blanco Lorenzo. Si fuera de esos, hace rato que hubiera renunciado a reflexionar, cediendo mi capacidad crítica por el hacer pasar por verdades sociales las visiones privadas de unos pocos.

      Saludos cordiales.

      • Jose Blanco Lorenzo

        Gracias por leer mi post. 
        Soy un hombre viejo y leído (de cuanto se me cruza en el camino) y te prometo que si he logrado alguna sabiduría ha sido darme cuenta que me revienta que piensen por mí. Así es como me cargó que algunos lograran la no exhibición de “la última tentación de Cristo”, que se haga un tremendo bolo con lo de Krasnoff, que se aletee por lo de Teilier y Kim Sung Il. Se alabe a Fidel y se denoste a otros, que como él fueron dictadores.

        Me enturbia que algunos tengan la verdad pero no sean capaces de respetar la verdad ajena. Por lo anterior es que tu escrito me sedujo… sin embargo, aprte de declarar que tú no votas, no te comprometes en una verdad particular, la tuya, esa que merecería mi más profundo respeto aunque no la comparta (tal vez).

        Estoy chato que se nos trate como tontos e insulten la inteligencia y la capacidad de nosotros de decidir por nosotros mismos.
        Estimado Miguel después de esta declaración esperaré volver a leerte.

        Atte

        • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

          Pierda cuidado, estimado. 

          Yo le agradezco el comentario.

          Y, por otra parte, me parece necesario señalar que yo no soy dueño de verdades. Si fuera dueño de una verdad, mi aspiración sería la de convencer sesgadamente. Si algo he aprendido de la clase política nacional y de la mayoría de las personas que escribe en medios sus opiniones convertidas en verdades absolutas, es que no debo ser como aquellos que me ofenden.

          La democracia se planteó originalmente (es decir, Grecia Antigua) como un sistema política para la aristocracia. Chile está gobernado por la aristocracia y está cruzado públicamente por la opinión de gente que pertenece a la aristocracia o que aspira a pertenecer a ella. Los partidos políticos chilenos son aristocracias. Si no, fíjese en los nombres de la supuesta “renovación”, por dar un ejemplo contingente.

          Ya vendrá un artículo de “Por qué no voto”.

          Saludos cordiales

          • http://www.facebook.com/people/Patricio-Reyes/1447236036 Patricio Reyes

            Te recomiendo leer o releer el “Contrato social”, allí con meridiana claridad explican la necesidad de que cada uno vote, es por la gente que no vota es que hemos llegado a este estado de cosas, habría sido mejor que te pronunciaras por el daño que le causa el uso excesivo del dinero en las campañas electorales en contraposición de las ideas, o que a aquel candidato que no de la pelea por sacar adelante sus promesas electorales se le pueda destituir por publicidad engañosa, o que los que se cambian de partido pierdan el cargo, y que para llenar cupos sea obligatoria la realización de elecciones complementarias, ya que los partidos no son dueños de los cupos como nos quieren hacer creer. En definitiva, el que renuncia a votar, de alguna manera esta renunciando a parte de su libertad, y eso indefectiblemente crea una nueva forma de esclavitud.

  • http://twitter.com/fhelsolis Felipe Solís Cruz

    Pues yo partiré con la tarea. ¿Por qué no votas?

    Creo y comparto gran parte de tu crítica, pero, y parafreaseando al gran A. Einstein y su frase: “ No podemos resolver problemas pensando de la misma forma que cuando los creamos.” Creo que hace falta -en tu columna- una propuesta explícita y clara, esto debido a que el tema en cuestión está bastante manoseado como para seguir ultrajándolo.Un abrazo y se agradece la lucidez!

  • http://twitter.com/fhelsolis Felipe Solís Cruz

    Pues yo partiré con la tarea. ¿Por qué no votas?

    Creo y comparto gran parte de tu crítica, pero, y parafreaseando al gran A. Einstein y su frase: “ No podemos resolver problemas pensando de la misma forma que cuando los creamos.” Creo que hace falta -en tu columna- una propuesta explícita y clara, esto debido a que el tema en cuestión está bastante manoseado como para seguir ultrajándolo.Un abrazo y se agradece la lucidez!

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Estoy totalmente de acuerdo, Felipe.

      No pienso de la misma forma de cuando se crearon estos problemas. Tengo muy claro mi postura. El problema es que para que sea comprendida (ni siquiera aceptada, sino que comprendida), tendrìa que explicar varias cosas, puesto que en un país de nerudianos y guzmanianos, los que tenemos un atisbo de rojiano (manuel y Gonzalo, poeta) somos automáticamente acusados de asistémico, infantiloides, etc. De allí que eso es materia de un largo ensayo, el que se titulará “Por qué no voto”. 

      Pero ya se vendrà algo sobre los nerudianos y los guzmanianos, las dos caras de nuestro sistema político oficial. 

      Gracias, saludos

  • http://twitter.com/fhelsolis Felipe Solís Cruz

    Pues yo partiré con la tarea. ¿Por qué no votas?

    Creo y comparto gran parte de tu crítica, pero, y parafreaseando al gran A. Einstein y su frase: “ No podemos resolver problemas pensando de la misma forma que cuando los creamos.” Creo que hace falta -en tu columna- una propuesta explícita y clara, esto debido a que el tema en cuestión está bastante manoseado como para seguir ultrajándolo.Un abrazo y se agradece la lucidez!

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Estoy totalmente de acuerdo, Felipe.

      No pienso de la misma forma de cuando se crearon estos problemas. Tengo muy claro mi postura. El problema es que para que sea comprendida (ni siquiera aceptada, sino que comprendida), tendrìa que explicar varias cosas, puesto que en un país de nerudianos y guzmanianos, los que tenemos un atisbo de rojiano (manuel y Gonzalo, poeta) somos automáticamente acusados de asistémico, infantiloides, etc. De allí que eso es materia de un largo ensayo, el que se titulará “Por qué no voto”. 

      Pero ya se vendrà algo sobre los nerudianos y los guzmanianos, las dos caras de nuestro sistema político oficial. 

      Gracias, saludos

  • http://twitter.com/FoxWolfLand José Cabezas

    Entiendo su punto de vista y podrá tener miles de razones para no votar; si Ud. no tiene voluntad de poder político para cambiar esa realidad que no le gusta se pasará toda su vida escribiendo sobre ello. Prefiero ser más asertivo y tratar de cambiar esa realidad o tratar; al menos, de evitar que otros decidan por mi.

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Gracias, estimado.

      Aprovecho este post para responder a usted y a don Patricio Reyes.

      Respecto a su post, no pongo en duda su actitud. Si dudo, en cambio de la asertividad, pero no porque sea proveniente usted, sino que lo dudo porque hace rato que la asertividad en Chile ha sido afirmar a candidatos impuestos.  La asertividad es afirmar una realidad. Podemos entrar en un triste circulo vicioso, pero yo creo que la obligación de votar es una esclavitud, que la voluntad de votar en el contexto chileno es afirmarse en esa esclavitud, por más que nos quieran hacer creer, siempre, que van a cambiar esa realidad. 

      En ese sentido, desde el momento que usted vota por un candidato en las elecciones presidenciales, ya está aprobando lo que otros decidieron por usted (a no ser que tenga el privilegio heredado de ser parte de la cúpula de un partido, en ese caso, usted decide qué imponer a los demás, es decir, usted decide por los demás). Ya vendrá un artículo sobre por qué no voto, por lo que reservo para esa instancia los argumentos.

      Y a don Patricio, gracias por su percepción. No me interesa denunciar esa publicidad engañosa. Creo que si fuera por eso, ningún candidato podría durar más de 5 meses en su distrito. Desde la derecha hasta la centro izquierda (en Chile no existe la izquierda a nivel de representatividad) engañan a la gente. Engañan porque son elites, cúpulas que deciden, que proyectan sus puntos personales.

      Respecto a Rousseau, yo sería escéptico, puesto que el contrato social en Chile no es tal, a no ser que cuando hablemos de social lo hagamos desde la óptica de las cúpulas, o sea, haciendo creer que hablamos por toda la sociedad cuando hacemos públicas nuestras obtusas visiones.

      Como le dije a don José, también reservaré explicación para el artículo donde explicaré resumidamente por qué no voto. (Dispongo de al menos 5 argumentos claros, con base en nuestra realidad y también en la teoría, pero ese texto completo es materia de ensayo, por la extensión, claro.)

      GRacias a ambos. 

      • http://twitter.com/JOSE7126 Jose Aguillon

        Estimado Miguel, muchas gracias por su feedback.
        Entiendo su planteamiento; pero hay un punto de mi comentario que Ud. no lo alude y que se refiere a la voluntad de poder político y, ahora agrego,  la voluntad de servicio público. De su respuesta debo entender que Ud. ha renunciado a esta opción y que en el futuro se conformará con escribir acerca de porqué no votará. Esto me resulta extraño tratándose de una persona joven y con mayor razón ahora que el padrón electoral de Chile se ha renovado y 4,7 millones de personas potencialmente podrían sufragar en las próximas elecciones municipales. En mi opinión, las personas, grupos y/ movimientos que desean terminar con la forma cupular de hacer polìtica que Ud. menciona deberían lograr captar a esos nuevos electores y poder, por ejemplo, alcanzar el quorum calificado y terminar con el sistema binominal, etc. En polìtica los espacios se conquistan y no hay nada gratis. Cuando personas como Ud. dejan de actuar y se restan; otras personas a lo mejor menos capaces y con menos talentos y vocación de servicio los ocupan.
        No formo parte de ninguna casta o cúpula de partido que decide por los demás. En la historia de nuestro país Ud.podrá ver el surgimiento y/o declinación de movimientos y partidos políticos. Es lógico, éstos tienen su propio ciclo de vida. Pareciera que hoy en Chile nuevos vientos soplan y estamos ante el surgimiento de algo nuevo que ojalá desemboque en algo positivo para nuestro país y especialmente para nuestro pueblo en términos de mejores gobiernos que sirvan verdaderamente a su gente y en un ejercicio democrático más transparente, con efectividad y participativo.
        Finalmente, pienso que lo peor que nos podría pasar es quedarse a la verma del camino viendo como los demás toman parte en la política de nuestro país (votando)  y, por otro lado,  ser meros espectadores de lo que ocurre.

  • http://twitter.com/FoxWolfLand José Cabezas

    Entiendo su punto de vista y podrá tener miles de razones para no votar; si Ud. no tiene voluntad de poder político para cambiar esa realidad que no le gusta se pasará toda su vida escribiendo sobre ello. Prefiero ser más asertivo y tratar de cambiar esa realidad o tratar; al menos, de evitar que otros decidan por mi.

    • http://www.facebook.com/people/Miguel-Enrique-Morales-Pulgar/1158375551 Miguel Enrique Morales Pulgar

      Gracias, estimado.

      Aprovecho este post para responder a usted y a don Patricio Reyes.

      Respecto a su post, no pongo en duda su actitud. Si dudo, en cambio de la asertividad, pero no porque sea proveniente usted, sino que lo dudo porque hace rato que la asertividad en Chile ha sido afirmar a candidatos impuestos.  La asertividad es afirmar una realidad. Podemos entrar en un triste circulo vicioso, pero yo creo que la obligación de votar es una esclavitud, que la voluntad de votar en el contexto chileno es afirmarse en esa esclavitud, por más que nos quieran hacer creer, siempre, que van a cambiar esa realidad. 

      En ese sentido, desde el momento que usted vota por un candidato en las elecciones presidenciales, ya está aprobando lo que otros decidieron por usted (a no ser que tenga el privilegio heredado de ser parte de la cúpula de un partido, en ese caso, usted decide qué imponer a los demás, es decir, usted decide por los demás). Ya vendrá un artículo sobre por qué no voto, por lo que reservo para esa instancia los argumentos.

      Y a don Patricio, gracias por su percepción. No me interesa denunciar esa publicidad engañosa. Creo que si fuera por eso, ningún candidato podría durar más de 5 meses en su distrito. Desde la derecha hasta la centro izquierda (en Chile no existe la izquierda a nivel de representatividad) engañan a la gente. Engañan porque son elites, cúpulas que deciden, que proyectan sus puntos personales.

      Respecto a Rousseau, yo sería escéptico, puesto que el contrato social en Chile no es tal, a no ser que cuando hablemos de social lo hagamos desde la óptica de las cúpulas, o sea, haciendo creer que hablamos por toda la sociedad cuando hacemos públicas nuestras obtusas visiones.

      Como le dije a don José, también reservaré explicación para el artículo donde explicaré resumidamente por qué no voto. (Dispongo de al menos 5 argumentos claros, con base en nuestra realidad y también en la teoría, pero ese texto completo es materia de ensayo, por la extensión, claro.)

      GRacias a ambos. 

      • http://twitter.com/JOSE7126 Jose Aguillon

        Estimado Miguel, su comentario-respuesta aclara más su punto de vista.
        Hay un punto del comentario de don José Cabezas que Ud. no lo alude y que se refiere a la voluntad de poder político. De su respuesta se entiende que Ud. ha renunciado a esta opción y que en el futuro se conformará con escribir acerca de porqué no votará. Esto resulta extraño tratándose de una persona joven y con mayor razón ahora que el padrón electoral de Chile se ha renovado y 4,7 millones de personas potencialmente podrían sufragar en las próximas elecciones municipales. En mi opinión, las personas, grupos y/o movimientos que desean terminar con la forma cupular de hacer polìtica que Ud. menciona deberían lograr captar a esos nuevos electores y poder, por ejemplo, alcanzar el quórum calificado y terminar con el sistema binominal, etc. En polìtica los espacios se conquistan y no hay nada gratis. Cuando personas como Ud. dejan de actuar y se restan; otras personas a lo mejor menos capaces y con menos talentos y vocación de servicio los ocupan.
        Presumo que, don José Cabezas no forma parte de ninguna casta o cúpula de partido que decide por los demás. En la historia de nuestro país Ud.podrá ver el surgimiento y/o declinación de movimientos y partidos políticos. Es lógico, éstos tienen su propio ciclo de vida. Pareciera que hoy en Chile nuevos vientos soplan y estamos ante el surgimiento de algo nuevo que ojalá desemboque en algo positivo para nuestro país y especialmente para nuestro pueblo en términos de mejores gobiernos que sirvan verdaderamente a su gente y en un ejercicio democrático más transparente, con efectividad y participativo.
        Finalmente, pienso que lo peor que nos podría pasar es quedarse a la berma del camino viendo como los demás toman parte en la política de nuestro país (votando)  y, por otro lado,  ser meros espectadores de lo que ocurre.