Esta es una pregunta, similar a una planteada por un medio de comunicación y que parece muy legítima dado los momentos por los cuales estamos pasando.
La verdad es que se produce un extraño sentimiento de emociones encontradas.
Por un lado, es reconfortante ver nuevamente tan activa a nuestra juventud, aquella a la cual se denostaba porque no “tenía interés político o con nula participación social”. Pero esa juventud estaba allí, que solo andaba de “parranda” como dice una popular canción.
La juventud siempre ha sido activa y siempre ha sido aguerrida. Lo que ocurre actualmente me trae a la memoria lo que pasaba en los tiempos de la Reforma Universitaria de fines de los 60.
Sin embargo, hay una diferencia notable entre las movilizaciones de ayer y las de hoy. Las de hoy son mucho más profundas, y atraviesan a toda la sociedad, muestran la fragilidad del sistema en el cual vivimos. No solo protestan los estudiantes. Las protestas son mucho mayores, con alcances que es difícil predecir.
Hemos visto lo que ocurrió en Magallanes, ahora en Calama, los damnificados del terremoto, los problemas en las cárceles, el problema medioambiental, en suma, es algo mucho más profundo, es una profunda protesta al sistema.
Se puede hacer muchos análisis de las razones para estas manifestaciones. Pero lo que si está muy claro, es la INCOMPETENCIA de este Gobierno, que paradójicamente es el responsable, en gran parte, de esta situación.
Usted puede preguntarse ¿por qué? Bueno, se prometió un Gobierno de EXCELENCIA, con toda una batería de proyectos que nos llevaría derechito al “desarrollo”.
Y ¿qué ha pasado? Bueno, se crearon expectativas enormes, y como los “pingüinos” dicen, este Gobierno NO dio el ancho. Las metidas de pata, sobretodo desde la cabeza misma, son incontables, además de las crisis creadas desde el Gobierno mismo.