Hoy por la mañana, al llegar a desayunar, mi abuela leía las noticias asociadas al conflicto estudiantil.
¿Qué te parece esto de que los presidentes de partidos de la concertación no asistieran a la reunión con el presidente Piñera?
Bueno abuela, si lees la explicación de Walker -o pudiste escuchar a Carolina Tohá- entenderás que el motivo fue “la búsqueda de una solución superior”.
De hecho, ellos plantean que dejaron espacio para que el presidente y las autoridades puedan reunirse primero con los estudiantes; pensaron que eso era más adecuado para encontrar una solución al problema.
¡Un momento! me dijo, mientras dejaba sobre la mesa el diario que tenía entre sus manos y se bajaba un poco los lentes.
¿Sabías tú que la reunión la pidieron los presidentes de los partidos de la concertación?
Cuando me aprestaba a contestar, siguió con igual vehemencia.
Pidieron la reunión el día anterior, el presidente modificó su agenda y se las concedió, y luego ellos no fueron porque consideraron que era mejor que primero las autoridades conversaran con los estudiantes y profesores.
Abuela, suponía que el presidente los había “citado a una reunión” y entonces, considerando lo ocurrido en la anterior cita -te recordarás las declaraciones de la ex vocera respecto a los mezquinos intereses de los presidentes de la concertación- era justificable la ausencia.
Querido nieto, si tú pides una reunión y te la conceden, se fija la hora y el lugar, entonces lo único que te corresponde es asistir a ella.
Pero abuela, ¿qué ocurre si en el intertanto recapacitas y consideras que la reunión es un error? ¿Qué debes hacer si piensas que antes de que se desarrolle la reunión tu interlocutor debe cumplir con algún “trámite”? ¿No te parece que existe la posibilidad de no asistir?
Querido nieto… ¡¡¡Por eso apoyo a los estudiantes en este movimiento!!! ¡¡¡ El país necesita una mejor educación!!! ¿Cómo es posible que me plantees esa disyuntiva?? ¡¡Qué barbaridad!!
Abuela, por favor no te alteres. (Estaba tan agitada que pensé en lo peor; ella es muy anciana). ¿Qué piensas tú que debían haber hecho?
Mira me dijo: ellos, los presidentes de partidos, si entre el día anterior (fecha en que pidieron la reunión) y el día de la cita se dieron cuenta que tenerla no era adecuado para el éxito de la solución al problema, debieron haber concurrido a la reunión, exponer sus razones y entonces retirarse.
A ver abuela: ¿tú dices que debieron asistir aún cuando no se trataría tema alguno?
¡Obvio! Quienes pidieron la reunión y se dieron cuenta tarde que esto no era adecuado, debieron haber concurrido y haber explicado las razones por las cuales ésta no se podía desarrollar en las condiciones planteadas, y luego se retiran.
¡Eso es ser educado! Hoy, después de lo ocurrido, la aprobación pública de la concertación debe haber bajado un medio punto. (No puede disminuir más porque está tan bajita).
Abuela ¿tú crees que fue una falta de respeto al presidente?
Mira me dijo: es una falta de educación hacia cualquier persona con la cual uno ha acordado reunirse. Si los estudiantes les pidieron que la reunión con el gobierno se debía hacer luego de que ellos entregaran su documento, entonces debieron haberlo informado personalmente.
Abuela, reconozco que tienes un punto.
Antes de terminar el desayuno me dijo: ¿viste en las noticias de que Piñera le pidió a Ena von Baer que eligiese entre ser nombrada en otro ministerio o ser senadora y, la opción de ella por la senatoria era correcta?
Yo, por supuesto, no contesté y creo que ella no esperaba que lo hiciera, ya que inmediatamente me lanzó una nueva sentencia.
Los pobres Moreira y María Angélica Cristi no fueron siquiera considerados.
Yo, para vengarme y sin esperar respuesta de su parte, le pregunté… Abuela: ¿a qué edad empezarte a perder la vista, es decir, a quedar medio ciega?
Efectivamente no me contestó, pero me regaló 3 chocolates.