La Falange hoy está pintada con un signo de interrogación entre sus puntas. ¿Hacia dónde va la Democracia Cristiana?, ¿Dónde está la voz de sus militantes de Base?, ¿el silencio y la inacción llegaron para quedarse frente a los enclaves elitistas y autoritarios?
La respuesta es no, fuerte y claro, no. El caudillismo vacío, el nepotismo, la ambición sin fundamento, el fraccionalismo o la partidocracia miope, el egoísmo convertido en el ídolo de un progreso que no es tal, son las enfermedades que impiden el surgimiento de liderazgos y de la profundización democrática que enfrente las actuales demandas de la sociedad.
Asistimos a la preciada oportunidad de ruptura entre los desafíos de profundizar la democracia y dejar atrás los fantasmas del autoritarismo. Participamos de un Programa de Gobierno, que al igual como se hizo con la Revolución en Libertad, busca cambiar las bases de la desigualdad a través de Reformas históricas que tocan los pilares de esta sociedad mal construida en principios del neoliberalismo heredado de la dictadura.
Los y las demócratas cristianos de base, lamentamos el silencio y a veces hasta la complicidad corporativa en el escándalo nacional de confianza, transparencia y legitimidad.Lamentamos la pasividad de nuestras autoridades e instituciones partidarias, que pudiendo actuar de oficio permanecen en silencio.
Lamentamos que discusiones y propuestas sobre una nueva Constitución, sobre la Ley de Despenalización del Aborto por tres causales, Ley de Pesca, anotaciones y observaciones varias a las Reformas tributaria, educacional y laboral, sean comunicadas por la prensa, incluso votadas en el Parlamento, antes de ser sociabilizadas y discutidas por los militantes de base, el activo más importante de la Democracia Cristiana, el que da la cara en la calle. No más, las bases del PDC exigen diálogo, por eso nos reunimos este sábado 29 de agosto en la sede nacional del PDC.
La Democracia Cristiana nunca le ha temido a las diferencias, sin embargo la deliberación democrática de las bases militantes está siendo arrebatada de la soberanía partidaria.No pretendemos dificultar la conducción, estamos realizando un llamado abierto y público a la inclusión partidaria de las bases.
Como Partido estamos comprometidos con el Gobierno de Michelle Bachelet, y reiteramos nuestra vocación de honrar dicho compromiso, respaldamos al gobierno y rechazamos toda práctica que enlode la legitimidad y voz del PDC.En esta materia no puede haber dos voces en la Democracia Cristiana. Que nadie se llame a engaño, apoyamos y apoyaremos a este gobierno hasta el último día.
Rechazamos la caricatura que se pretende hacer del PDC como el factor de lastre a los cambios y a las reformas. Nuestra definición es que las reformas se hacen con la gente y no contra la gente.
En el 2do Encuentro de Bases PDC convocamos además a reiterar la necesidad imperiosa de esclarecer el homicidio del Presidente Eduardo Frei Montalva por agentes de la dictadura del General Pinochet. Creemos que es la hora de levantar nuestra justa indignación y reclamar esta herida profunda en el corazón de Chile y que afecta a muchos otros camaradas y compañeros víctimas de la represión.
La Democracia Cristiana tiene la obligación de levantar sus banderas y a sus militantes en esta causa que finalmente es la causa del futuro de Chile. Las bases del PDC, exigen dialogo, ahora.