Estoy preocupado. Veo que en nuestro país las cosas no están cambiando, veo que al clima de desconfianza y desprestigio se le suma el factor de inseguridad de la mayoría de la población, quienes literalmente ya no duermen tranquilos.
Esta situación también la estoy viviendo, todas las noches me despierto y me “largo a llorar como una guagua con hambre” y es que analizo con preocupación cuál es el rumbo que deben tomar las diferentes autoridades e instituciones para estabilizar la situación nacional.
No ha sido un año fácil, lo tenemos claro, a veces hasta me creo la broma que dice que “somos yeta”, pero en vez de lamentarnos debemos saber cómo actuar ante este tipo de situaciones. Estoy consciente de que no podemos cambiar todo de un día para otro, pero debemos tener claro cómo hacerlo. ¿Una idea? Fomentar el diálogo, puesto que si se siguen teniendo discusiones importantes a través de los medios de comunicación seguiremos estancados en materias trascendentales para el desarrollo de nuestro país.
Si analizamos este escenario desde la perspectiva del mundo empresarial, creo que quienes pertenecemos a este sector debemos recuperar el concepto originario de lo que era una Empresa: una entidad de carácter social, cuyo resultado se basa en la suma de capital financiero más capital humano. Actualmente, veo con bastante preocupación cómo ambos factores trabajan por separado, así, difícilmente encontraremos el equilibrio entre ambas partes para lograr el crecimiento y desarrollo que hemos perdido.
¿Cómo queremos avanzar en materias laborales si hemos sido incapaces de sentarnos a conversar y llegar a acuerdos que nos beneficien a todos? ¿Cómo queremos generar cambios si aún tenemos deudas históricas con muchos sectores de nuestro país? ¿Cómo vamos a lograr salir de este clima?
La tarea no es fácil, y me puse llorón en este sentido, es que creo que hemos llegado a un límite, muchos hablamos de justicia, de equidad y de paz social, pero lamentablemente, pareciera ser que estos conceptos son un factor común que cumplen la función de adornar discursos que hacen creer que todo será diferente.
Si su pareja le pide constantemente cambios y usted no los realiza, no espere que siga creyendo en usted o tenga interés por insistir en que esta relación prospere, todos tenemos un límite y cuando vemos que no hay mayores modificaciones perdemos la confianza y nos desmotivamos. Esta es la actitud que veo a nivel país: “están aburridos”
Al inicio de este escrito, confesé que me despertaba como “una guagua” en medio de la noche. Seguramente la mayoría de nosotros haría algo para evitar que el menor llore, y tratará de calmar de algún modo al recién nacido. Lo mismo debe ocurrir en Chile, la mayoría no lo está pasando bien, por lo mismo, debemos encontrar soluciones para ponernos un “chupete” de tranquilidad.