Hay dos preguntas que surgen con frecuencia. La primera, es la posibilidad que Bolivia siga presionando a Chile después de un fallo negativo de la Corte Internacional de Justicia.
A mi juicio Bolivia seguirá presionando por una salida al mar, entre otras razones porque nos olvidamos que no todos los países tienen las mismas facilidades para constituir un Estado-Nación.
Factores como la geografía, la posición geopolítica y la diversidad de etnias, a veces antagónicas, limitan seriamente la posibilidad de modernizarse.
Chile tiene, en estas materias, ventajas evidentes, y ya lo expliqué en un ensayo. Debido a las limitaciones de espacio no abundo más en el tema.
Bolivia, entre los países de América es quien cuenta con las mayores dificultades; una geografía muy difícil de comunicar que ha sido la gran responsable de las pérdidas territoriales en el Pacífico, en la Amazonia y en el Chaco. Hasta nuestros días subsisten los problemas de falta de caminos y ferrovías.
En cuanto a su etnia existen diferentes grupos con lenguas y culturas distintas: blancos y mestizos hispanizados; Aimaras: Quechuas y Guaraníes.
Hasta la llegada de Evo Morales el país estaba dominado por los blancos y mestizos hispanizados. Evo está tratando de consolidar una hegemonía indígena.
En estas condiciones Chile pasa a ser el gran lema unificador de Bolivia. El atraso se ha debido a la actitud perversa de Chile que no sólo le quitó el mar, también ha hecho fracasar todo intento modernizador de Bolivia.
De ahí que seguirá, hasta que Bolivia prospere, el uso del ataque a Chile como el gran Satán.
En segundo lugar está la posibilidad que Chile no cumpla el fallo de la CIJ si acepta el predicamento boliviano y recomienda negociaciones para una salida soberana al mar.
Chile ha presionado a Evo para que declare que va a aceptar el fallo de la Corte. En estas condiciones no puede no cumplir el fallo. Sería una enorme contradicción y un rechazo a la tradición de Chile de aceptar los fallos, incluso aunque sean desfavorables, como fuera el caso de Laguna del Desierto.
Sin embargo el fallo sería una aberración jurídica. En el Derecho Privado toda la teoría de los contratos está sustentada en el acuerdo de las partes en la cosa y el precio y en la suscripción de un documento firmado por las partes. Los tratados vienen a cumplir la función de los contratos en el ámbito internacional.
Es decir supone el acuerdo en el equivalente a la cosa, que puede ser una cesión territorial, y el precio y se perfecciona por el acuerdo de las partes y otras formalidades legales, como seguir el procedimiento de aprobación de una ley, en algunos casos.
Una sentencia de la CIJ iría no sólo contra el Derecho Internacional sino, también contra las bases mismas de Derecho interno.
Por otra parte, Chile debería iniciar los procedimientos para salirse de la participación de la CJI en otras materias, como por ejemplo el Tratado Antártico. E iniciar una conducta de ponerse de acuerdo con otros Estados para remplazar a la CJI o reglamentar más en detalle sus atribuciones.
No hacerlo sería aceptar sin reclamo la violación del Derecho por un tribunal sin posibilidad de apelación a una instancia superior. Sería colocarnos en le indefensión legal.