La ley educacional implica no-lucro, no-copago y no-selección, pero sólo para subvencionados y municipalizados, que por ser del Estado, ya tenían esas condiciones.Cerca del 95% del estudiantado de Chile va a regirse por estas condiciones impuestas desde el Gobierno y el Parlamento, poderes del Estado, que no son la parte más importante del Estado.
Por eso no digo que el Estado impone, y empezamos mal, porque en Chile no existe un cuerpo educacional autónomo del Estado, que podríamos llamar Servicio Nacional de Educación, independiente de los poderes fácticos, partidos políticos, agrupaciones religiosas o cofradías de cualquier tipo, capitales y empresas, gobiernos de turno, que genere, evalúe, audite, actualice las políticas de educación.
Entonces la educación en Chile termina siendo dirigida por el Gobierno de turno a través de su ministerio de Educación, lo que implica un conflicto de interés ideológico gigantesco y un cambio de ejecución cada 4 años que imposibilita cualquiera política educacional estable.
Este es un error grave en la Nueva Mayoría: no distinguen Gobierno y Estado; incluso hablan de la educación municipal como que no es del Estado y dicen que hay que terminar con ella para pasarla al Estado, pero en realidad lo que están diciendo es que hay que pasarla al Gobierno o sea al MINEDUC. No saben educación cívica: la educación municipal es plenamente Estatal.
El Gobierno y Parlamento neo-mayoristas no se atrevieron con la clase alta, temblaron ante la oligarquía nepótica chilena, que es la que al final gobierna Chile.
Argumentaron que el no-lucro y no-selección eran técnica y éticamente mejores y así estaba demostrado científicamente, y lo impusieron a los pobres ¿Por qué no exigirla para los colegios privados? ¿Se va a dejar que estos lucren y seleccionen cuando eso es negativo para la educación?
En salud ¿se puede dejar sin vacunar a los ricos si a ellos así les place y vacunar obligatoriamente a los pobres? La única forma de entender esta contradicción entre los argumentos y el comportamiento neo-mayorista es que ni ellos creen en esos argumentos, es más, están seguros que resulte o no la reforma, los ricos oligarcas seguirán teniendo una “mejor” educación que los pobres sin lucro, copago ni selección; los ricos oligarcas no van a caer en la educación de la delincuencia más de lo que ya están (Penta, La Polar, colusión de Farmacias, etc., etc., etc.), ni van a cambiar su conducta sexual, ni su acceso al poder.
Al contrario se volverán más poderosos al estar más discriminados y separados de los pobres por sistemas educacionales opuestos; la reforma educacional va a contribuir más a la separación del estrato alto en un gueto frente al gueto de los estratos bajos; los medios que no van a tener otro destino que asimilarse al estrato bajo (al cual ya están bastante asimilados por la destrucción de las empresas y establecimientos educacionales estatales que contribuían mucho a la clase media profesional).
Entonces ¿cómo quedan las escuelas y liceos municipalizados y subvencionados?
1) Su financiamiento es del Estado.
2) El Estado (Gobierno y Parlamento en realidad) les prohíbe el co-pago.
3) El Gobierno les prohíbe la selección.
4) El Gobierno les prohíbe el lucro.
5) El Gobierno les impone los contenidos programáticos a través de las normativas y programas fijados por el MINEDUC.
¿Hay libertad programática en estos liceos y escuelas? Muy poca, algunos programas académicos que no pueden ser muy exigentes para no ser acusados de seleccionar o producir diferencias, algunos matices en las materias que algún profesor pueda dar; pero en el fondo huevillo intrascendente, libertad para elegir té o café.
No se dieron cuenta los neo-mayoristas que hacen desaparecer la libertad de enseñanza de una plumada, no va a haber diferencias entre los municipalizados y subvencionados (que ahora son más estatales que los municipalizados); si no hay pluralidad de alternativas, simplemente no hay libertad. ¿Se puede elegir cuando hay una sola opción?
Lo que es peor es que se puede elegir cuando Ud. tiene plata, entre uno privado y uno estatal (la nueva alternativa); si no tiene plata no puede elegir. Se ha decretado la libertad para los ricos.Los pobres al sistema estatal sin chistar. Esta lacra de los gobiernos totalitarios, fascistas, democratoides, de querer vestir a todos con el mismo mameluco parece no terminar nunca, cuando todo va hacia la educación y salud personalizada e incluso genómica.
Lo que puede generar esta ley es espantoso para la educación en Chile.
Los actuales colegios subvencionados con un buen copago de más de la mitad del ingreso total, serían tontos si no estudian la posibilidad de privatizarse totalmente. Liceos medianos de 1.000 alumnos con un pago entre $50.000 y $100.000 pueden financiarse perfectamente con poco lucro e ingresos modestos, pero por encima del promedio para profesores y administradores, se liberan del yugo estatal y pueden hacer selección por notas y conducta para ingresar a ellos y apetitosos programas académicos científicos, artísticos, filosóficos, deportivos, etc.
Toda la clase media chilena podría constituir estos liceos y captar a los mejores alumnos no tan sólo de clase media sino a un porcentaje notable de los mejores de estratos bajos por medio de becas (el presupuesto indicado puede permitirles entre 10 y 30% de alumnos de esos estratos) y a buenos alumnos del estrato alto.
Esto generaría que los establecimientos “estatales” se quedarían con los alumnos de menos rendimiento y más problemas conductuales, de clase media y baja.
El ambiente de trabajo para un profesor con alumnos con menos problemas conductuales y mejor rendimiento académico, a igualdad de sueldo, es más atractivo y por lo tanto mejores profesores se irían a estos establecimientos.
Puede haber una estampida desde los establecimientos municipalizados hacia los subvencionados ya que va a dar lo mismo estar en uno o en el otro, pero los subvencionados tienen “más fama” de tener mejores medios e infraestructura; esta ley puede ponerle la lápida a la educación municipal que es la verdaderamente estatal en Chile.
Para ser consecuente, ni siquiera puede ser estatismo disfrazado sino que es “gobiernismo” disfrazado.