Debiera próximamente entrar al congreso la ley que busca mejorar la calidad de la educación. Es en definitiva el tema de fondo de toda esta reforma y que sin duda merece la máxima atención.
Sin ser un experto en la materia, quisiera solo señalar que me preocuparía mucho que en definitiva los cambios vinieran solo de hacer mejor lo mismo que venimos haciendo, cuando en realidad y según los parámetros internacionales, se debiera revisar el proceso en su estructura misma.
En efecto, el sistema educacional que tenemos hasta hoy está siendo cuestionado a nivel mundial. La razón, no responde a las formas naturales de aprendizajes que tienen niños y jóvenes en torno a las nuevas tecnologías de la información, y además, el actual sistema no responde a los distintos tiempos que cada educando requiere para asimilar determinada materia.
Salman Kahn, un joven profesor, informático e ingeniero eléctrico norteamericano, revolucionó la educación creando “La Escuela al revés”. Si hoy el aprendizaje se hace en el aula y las tareas en la casa, él sostiene que los niños deben aprender en sus casas, a través de videos que bajan de internet y en las aulas ejercitan, aplicar y complementar los conocimientos adquiridos con el necesario apoyo del profesor. Ó sea hacen lo que hoy llamamos las tareas.
Para ello creó en 2008 una institución sin fines de lucro denominada Kahn Academy, la que recibe, de manera virtual, a 10 millones de alumnos mensuales, con material grabado en 28 idiomas.
Este sistema permite que cada niño se tome el tiempo que necesita para asimilar los conocimientos. La sociedad, además se asegura que los contenidos son entregados de manera clara, entretenida, didáctica y que no responden a la capacidad o genialidad de un determinado profesor. Pueden reproducirse y volverse atrás las veces que quiera. Es muchísimo más interesante que ir a una clase con 40 alumnos donde cada cual aprende lo que puede, en el tiempo que se da el profesor para pasar determinada materia.
Si usted entra en https://es.khanacademy.org/ , encontrará la mayor variedad de contenidos totalmente gratuitos para los más diversos niveles de educación y todos de probada calidad. Esto no significa que el profesor pierda importancia, muy por el contrario, su labor será más personalizada; de apoyo, orientación, entrega de pautas y ejercicios a seguir en el estudio de las materias y deberá evaluar el aprendizaje. Basta señalar que en Internet, se encuentra incluso el material para el profesor y también para los apoderados. El método está absolutamente probado y con mucho éxito.
Para establecer una educación de calidad en nuestro país, se debe visualizar ésta en una dimensión global, sobre todo en aquellas materias que son universales y por lo mismo otros ya la han desarrollado con metodologías pedagógicas y comunicacionales de excelencia. Debiendo ser complementadas con aspectos particulares que marcan nuestra historia e identidad cultural. El caso de Kahn Academy es un ejemplo y hay otros a nivel internacional que pueden también considerarse.
Algunos dirán, pero no todos tienen Internet o computador. Efectivamente, pero es aquí donde se debe hacer el esfuerzo. Existe ya en el país el programa Wifi Chile Gob que está entregando Wifi gratis a distintas comunas. Naturalmente se debe profundizar y buscar formas de dar el acceso gratuitos a todos los educandos, junto a los necesarios computadores. En su defecto, se deben generar espacios al interior de los colegios donde los alumnos, que no cuentan con éstos, puedan acceder a Internet.
La globalización a través de internet, ha democratizado el conocimiento y la información y ello inevitablemente está generando también una revolución en la educación en todos sus niveles, incluso el universitario. Es hora entonces que se hagan cambios estructurales de fondo, que respondan a esta realidad. Es tiempo que nos pongamos a la altura de los requerimientos educativos que nuestro país necesita y que nuestro tiempo nos ofrece. Una mirada miope no nos generará el salto cualitativo que el país necesita, mostrándonos en pocos años más que los cambios fueron insuficientes y no acordes con la realidad y las necesidades de nuestro tiempo.
Me parece que este es el camino por el que debemos transitar, si queremos una educación de calidad para todos.
Con todo respeto, pido disculpa a los pedagogos y expertos en educación por haberme entrometido en sus competencias.