Los diversos contaminantes del aire, presentes en el material particulado respirable MP2,5 que representa aproximadamente el 50% del MP10, causa diversos efectos adversos sobre la salud, que varían de acuerdo a cada uno de sus componentes.
Entre 1 y 3 días después de la inhalación de dicho material particulado, aumentan las hospitalizaciones por enfermedades broncopulmonares y cardiovasculares, y la mortalidad temprana (1 a 3 días después del episodio de contaminación, principalmente por enfermedades cardiovasculares, y también por enfermedades broncopulmonares, pero no por otras patologías).
Esta mortalidad aumenta en un 0,5 a un 1% por cada 10 µg/m3 de material particulado MP10, por encima de la base de 50 µg/m3 de aire (índice ICAP chileno para PM10 = 33), como lo han demostrado Ostro y colaboradores (1), principalmente debido a la inhalación de microcristales de sulfato, que causa contracción de arterias de mediano calibre, coronarias entre ellas, provocando infartos de miocardio de alta mortalidad (2).
De lo anterior se puede deducir que cuando estamos en el límite de “aire bueno” y “aire regular” de acuerdo a la legislación chilena (índice ICAP 100 para MP10 = 150 µg/m3 de MP10) durante un día, la mortalidad aumenta en un 10% (5 muertes adicionales en la cuenca de Santiago).
Cuando se llega a emergencia, índice ICAP 500 durante 24 horas, definido por un promedio diario de 330 µg/m3, la mortalidad está incrementada en un 28%, es decir 14 muertes adicionales que pueden ser evitables.
Lo anterior motivó la norma recomendada por la OMS y adoptada por los países de la Comunidad Europea, que el nivel de 50 µg/m3 MP10, que sólo puede sobrepasarse una vez al año.
Las autoridades chilenas dicen que es difícil cumplir con esa norma. El suscrito considera que es necesario hacer un esfuerzo serio, y que es posible, aún considerando las condiciones geomorfológicas de la cuenca de Santiago y las condiciones climáticas adversas principalmente durante otoño e invierno.
No obstante lo anterior, mientras esperamos nuevas normas y su cumplimiento, no solo para Santiago sino que también para otras ciudades chilenas altamente contaminadas, existe otra manera de protegerse.
Para eso es necesario conocer que lo que causa daño a la salud no son los contaminantes que se encuentran en el aire, sino que los que ingresan al organismo.
En el caso del material particulado respirable, mientras más aire pasa por los pulmones, más MP10 queda retenido en el organismo y causa enfermedades.
En otras palabras, si se logra respirar menos, el daño será menor, pero ¿es posible respirar menos? En realidad sí. Estando en reposo. En reposo, el volumen de aire que pasa por los pulmones alcanza un décimo de lo que pasa durante actividad física intensa. Por eso, cuando la contaminación del aire alcanza su máximo, el daño se minimiza estando en reposo físico.
Además, al menos en Santiago, hay otra condición favorable, la masa de aire más contaminado está sometida a movimientos del aire, que son de menor intensidad en la tarde y en la noche que en horas de luz día y que por lo tanto las masas de aire más contaminado circulan a través de casi toda la ciudad.
De tal manera que el aire más contaminado durante la noche de las Comunas de Pudahuel o de El Bosque, circula hacia el noroeste, pasando por el centro de la ciudad y migrando hacia la Comuna de Providencia y luego hacia Las Condes, para realizar el camino inverso durante horas vespertinas a través de La Florida, para volver a Pudahuel o El Bosque de noche, en donde, por no haber brisa en horas nocturnas, permanece detenido por varias horas y da un valor promedio 24 horas más alto. Pero en la noche se duerme, y se respira poco, por lo cual el daño puede ser mayor en Santiago Oriente aunque la masa de aire contaminado esté presente menos horas y los promedios 24 horas sean menores.
La proposición del suscrito (3, 4), realizada por el Departamento de Salud y Medio Ambiente del Consejo Regional Santiago del Colegio Médico, de entrega de información en línea de niveles horarios de contaminación del aire con PM10 para cada comuna de Santiago fue finalmente acogida durante el Gobierno de la Dra. Bachelet, con lo cual los Directores de establecimientos de educación pueden evitar actividades deportivas o de educación física durante la o las horas de mayor contaminación, y con eso salvar muchas vidas y evitar enfermedades agudas cardiovasculares y broncopulmonares causadas por la contaminación.
Ahora sólo resta que los medios de comunicación recojan esa información de la página del Seremi de Salud Región Metropolitana, e informen para que la mayoría de la población pueda protegerse en beneficio de su propia salud.
Esta medida, de ser aplicada también en otras ciudades con alta contaminación, no tendría costo para el erario nacional, pero sí sería una gran contribución. Un aporte que la Historia sin duda reconocerá.
Referencias: 1. Ostro B., Sanchez JM, Aranda C, Eskerland GS (1996) Air pollution and mortality: results from a study of Santiago, Chile. J Exposure Anal Environ Epidemiol 6:97-114. 2. Brook RD, Brook JR, Urch B, Vincent R, Rajagopalan S, Silverman F (2002) Inhalation of fine particulate air pollution and ozone causes acute arterial vasoconstriction in healthy adults. Circulation 105:1534-1536. 3. Tchernitchin AN, Tchernitchin NA (2005) Propuesta para reducir las muertes causadas por la contaminación del aire en Santiago. Cuad Med Soc (Chile) 45: 77-80. 4. Tchernitchin AN, Tchernitchin NA (2006) Contaminación del aire revisitada. Cuad Med Soc (Chile) 46: 107-110.