La sorpresa fue mayúscula.
La irrupción de PODEMOS en el Parlamento Europeo con el aval de más de un millón de votos constituyó un duro golpe para los dos partidos que se han alternado en el poder tras la muerte de Franco. El Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español.
Sin apenas hacerse oír y ver en los medios, el movimiento político que aglutina a los airados del 15 -M se apuntó un triunfo que ni ellos esperaban. Convertirse en la tercera fuerza política a la primera de cambio es toda una hazaña.
Liderado por Pablo Iglesias, profesor de Ciencias Políticas, experto de Comunicación y eurodiputado, PODEMOS se transformó de la noche a la mañana, nunca mejor dicho, en protagonista de la actualidad política.
Un bálsamo en tiempos de crisis, de malversaciones y derroches.
Iglesias y otros dirigentes de la organización intervienen hoy en tertulias, debates y en todas las batallas dialécticas que se escenifican en canales de televisión y radioemisoras. Menos en Radio Televisión Española, el medio público que, se supone, debiera ser ejemplo de pluralidad.
Es que el inesperado ascenso de este movimiento, que algunos atribuían o todavía atribuyen a dictados anti sistemas, anarquistas, comunistas o chavistas, no ha gustado a la clase política española. Ni a la derecha, ni a la socialdemocracia, ni a la izquierda, ni a los nacionalistas.
La falta de un programa, la bisoñez de los dirigentes, la admiración de algunos de ellos por el gobierno bolivariano de Venezuela (se ha dicho que PODEMOS ha recibido dinero de Maduro) han puesto en el punto de mira a los ideólogos del movimiento.
Términos como populistas, demagógicos, utópicos, irreales o trasnochados son esgrimidos para bajar el perfil a los recién llegados.
No obstante el acoso y derribo puesto en marcha contra la nueva agrupación por los partidos tradicionales (“la casta”, según Iglesias), los adeptos crecen como la espuma. Algunas encuestas recientes otorgan a PODEMOS el primer lugar en intención de votos en caso de celebrarse ahora elecciones generales. Los populares son relegados al segundo lugar y los socialistas, que cuentan con nuevo timonel desde hace unos meses, Pedro Sánchez, no logran levantar cabeza, según estos sondeos, y es desplazado al tercer puesto.
Los hipotéticos perdedores – populares, socialistas y grupos minoritarios de centro e izquierda- hacen esfuerzos por desmontar las estrategias de los dirigentes de PODEMOS.
No es una tarea fácil. La crisis económica, el desempleo, los recortes y la corrupción juegan en contra para una redención efectiva de los que han gobernado estos años con resultados dispares o incluso nefastos.
PODEMOS ha vendido muy bien su propuesta de renovación política .Lo que piden como agua de mayo los damnificados por los recortes y los asqueados por los escándalos que salpican a los políticos de casi todas las tendencias y colores.
Pablo Iglesias, ya formalmente secretario general del movimiento político, ha cambiado el tono combativo inicial de sus primeras intervenciones. En un claro intento para no generar miedo y suspicacias se ha definido socialdemócrata y próximo al modo de hacer política de los países nórdicos.
Una estrategia para captar el voto de aquellos decepcionados del socialismo y que no se fían de otras agrupaciones de centro izquierda.
La prueba de fuego para convencer a los escépticos y despejar temores ha sido la presentación de un borrador titulado Proyecto Económico para la Gente. Sesenta y ocho páginas que resumen propuestas para un futuro “Gobierno progresista”.
Dos expertos españoles con una larga trayectoria, Vinceç Navarro y Juan Torres, han sido los encargados de su elaboración. Su lectura delata que los “sabios” han frenado en seco algunas ideas que habían provocado una avalancha de críticas adversas. Por ejemplo, la promesa de una renta básica universal para todos los españoles, la jubilación a los 60 años y jornadas de 35 horas para repartir empleo o el impago de la deuda pública de España.
Respecto a la renta básica, los “sabios” de PODEMOS recomiendan que se otorgue una ayuda para aquellos que no tengan ingresos. La jubilación queda como hasta ahora, a los 65 años. En cuanto a la deuda, se recomienda una reestructuración ordenada o una quita pactada.
Se propone un pacto de renta mínima, que la Constitución reconozca el derecho a la alimentación y que se fije el crédito como servicio público.
Aunque en el borrador se hacen referencias a la aplicación de tasas a las operaciones bursátiles y a entidades financieras para las cotizaciones sociales, no queda claro cómo se conseguirá crear empleo y cómo se obtendrán los recursos para financiar las iniciativas que se proponen.
Para ganar apoyo y desmontar sospechas de ultra izquierdismos, los dirigentes de PODEMOS convocan a un diálogo con las grandes y pequeñas empresas y agentes sociales.
Apenas se difundió el embrión del proyecto de los herederos de los Indignados, los analistas y dirigentes políticos han coincidido en sus apreciaciones. Que el movimiento que promete aire fresco, renovador, a la anquilosada y viciada política española se ha diluido en conceptos ambiguos, ajenos a la realidad.
Se acusa a PODEMOS de presentar un programa económico con mucha retórica y con propuestas imposibles de aplicar.
Lo peor que podría ocurrir a este partido recién nacido es que rompa la ilusión de quienes lo han apoyado.
Pablo Iglesias está obligado a demostrar en los próximos meses que sus propuestas son razonadas.Será la única manera de distanciarse de esa “casta” a la que acusa de todos los males que sufre hoy España.