En la vida se puede ser cómplice activo o por omisión de nuestros propios monstruos y el mundo termina siendo un espejo de lo que nos sucede como especie, porque también hemos dado vida a bestias sociales, políticas, económicas o bélicas que enferman al planeta.
En nosotros está elegir las mejores y más bellas ilusiones para vivir en medio de una realidad compleja repleta de espejismos. Sí, se puede elegir, siempre. Hasta entre el 73 y el 90 se podía, aunque ello implicara perder la vida en esa revolución armada de derecha con terrorismo de Estado.
Desde el 90 se supone que hemos elegido como país, ¿o no? “nones” estimados, todo ha estado construido para elegir poco, gracias a la vida binominal, los grupos económicos metidos en los partidos políticos y los amarres del cogobierno con el pinochetismo. Sin embargo, no somos víctimas, hemos elegido, no hemos vivido raptados por el pinochetismo en el Senado, al contrario ha existido un síndrome de Estocolmo al respecto.
Se puede elegir, aunque debamos ir a un desierto y desde ahí protestar.
El orden establecido desde 1990 ha visto cómplices activos y pasivos de un hecho espantoso: el partido más pinochetista de todos, la UDI pasó a convertirse en el partido número uno del congreso. Como si el colectivo de Hitler hubiera sobrevivido al triunfo aliado y tenido una parcela poderosa desde donde co-gobernar la Alemania federal de los años 50.
Vivimos aún, para impavidez de muchos concertacionistas, bajo una constitución de origen ideológico fascista. Si usted se conforma con no cambiar esta carta magna y sólo la liposucciona con firma presidencial, adhiere al espíritu Boëninger o construye puentes de plata hacia los grupos económicos financistas de la UDI, usted debería ser un cómplice activo.
Si nos hemos resignado a esa realidad sin denunciarlo, sin oponernos desde todas partes, somos cómplices pasivos.Para muestra tres botones, como decían los veteranos: Caso O´Reilley, Penta y Labbé.
Caso O’Reilly. Los Legionarios llegaron a Chile, en 1980, y junto al Opus fueron la respuesta conservadora a una iglesia que denunciaba los crímenes de la dictadura. En la celebración de los 25 años de ese sacerdote nefasto en nuestro país, diciembre de 2000 en el Colegio Cumbres, asistió feliz la plana mayor de la UDI, con Pablo Longueira en la testera.
O’Reilly fue consejero espiritual de Eliodoro Matte, Agustín Edwards, Andrónico Luksic y Ricardo Claro. ¿Cómplices activos/pasivos? La Cámara de Diputados le regala nacionalización por gracia el 20 de agosto de 2008, por 66 votos a favor, ninguno en contra. En el Senado el premio fue mayoritario también.
Caso Penta. El Ministerio Público investiga el financiamiento ilegal de campañas políticas, en operaciones que han favorecido, fundamentalmente a Ena Von Baer; Laurence Golborne, Pablo Zalaquett, Iván Moreira y José Antonio Kast y al ex ministro de Hacienda de la Concertación, Andrés Velasco.
Penta es uno de los grupos económicos que en dictadura ejecutó el saqueo de las empresas del Estado. El financiamiento no es gratuito, busca a cambio siempre favores políticos.
¿Cómplices activos/pasivos? La concertación eligió como estrategia de vida política, tender puentes de plata hacia los grupos económicos, pues se acabaron los militantes paga-cuotas o voluntarios, como aún hay en el PC o en las iglesias evangélicas. Pero, siempre se puede elegir: existe hace años un financiamiento fiscal que en buenos casos podría ser de 40 millones de pesos ¿es eso poca plata? Sí, cuando lo comparamos con el millón de dólares a tener para lograr un senador gracias a la “Pentapolítica”.
Caso Labbé. No es sólo grave para la UDI, la presencia del ex escolta de Pinochet y profesor de educación física de Tejas Verdes en la política nacional,implicó aceptar que hasta los más nefastos criminales fueron aceptados como parte legítima de la clase rectora de nuestro país. ¿Denunciarlo fue un esfuerzo contínuo en estos 25 años? No, no lo fue. ¿Cómplices activos o pasivos?
Como país hemos sido cómplices activos/pasivos de la hegemonía de un partido político nefasto, algo que da vergüenza ajena. No se propone en estas líneas exterminar a nadie, método patentado por ellos, sólo la tesis de que de haberlos aislado o expuesto activamente los habría hecho caer por su propio peso ante la historia, ¡hoy tenemos un 25% de chilenos que se sienten orgullosos de ser pinochetistas, horrible!
¡Cuántas almas se podrían haber salvado, con una denuncia activa, voluntariado o cuotas claras!De haber sido amplia y real nuestra democracia o absoluta nuestra libertad de expresión, más un digno financiamiento partidario, el pinochetismo sería algo muy minoritario, cosa de loquitos, como lo era en 1990.
Siempre se puede elegir. Ahora si usted es embajador y pertenece a un partido que optó por integrarse a un parlamento diseñado por Jaime Guzmán, tenga a bien no decir todo esto a un diario uruguayo,pues lo pueden publicar y ello implicará pedir perdón por decir verdades verdaderas, muy dolorosas para los activos/pasivos.