Existe la inquietud acerca de si realmente podemos tener una minería de clase mundial, y seguir sosteniendo con fuerza el eslogan de Chile País Minero, más aún cuando la opinión pública tiene un sentido negativo de la actividad minera.
Y, es que para tener minería de clase mundial en Chile debemos modernizar la política de Estado de un País Minero y se debe avanzar en el liderazgo mundial con una estrategia de negocios inteligente.
Falta que el país aporte la infraestructura necesaria de manera efectiva, para que futuros proyectos puedan materializarse a menor costo, tales como puertos, caminos, agua, energía.
Los yacimientos actuales, ya no son tan ricos como los antiguos. Hay menos yacimientos grandes y de baja ley, lo que hace explotarlos a un costo unitario medio de largo plazo mayor, y por la escala requiere grandes inversiones.
El Litio es la próxima batalla minera que deberá liderar nuestro país. Sin embargo, su mayor producción en Chile se ve compleja por una antigua legislación, que amenaza su posición de liderazgo en una industria internacional de rápido crecimiento.
El 2021, Perú superará a nuestro país en producción de Cobre, con más de 6 millones de toneladas de cobre fino. A esto se suma una mayor actividad de programas de exploración geológica de búsqueda de nuevos yacimientos.
Mientras que en Perú aparecen muchos nuevos grandes proyectos, que harán crecer su producción, nuestro país tendrá en su mayoría proyectos de reemplazo de reservas. Esto producto del agotamiento de los grandes yacimientos de más de 100 años. Si Chile no cuenta con una estrategia bien definida para crecer, perderá su liderazgo mundial.
Los desafíos que debe enfrentar Chile post crisis financiera serán, entre otros, la ocurrencia de nuevas fusiones y adquisiciones de empresas; una mayor interacción con la bolsa London Metal Exchange (LME) y la Bolsa de Valores de Toronto (TSX), las que tendrán cada vez mayor poder en los negocios bursátiles. Habrá algunas re-nacionalizaciones en Sudamérica y cada vez más dependeremos de los mercados asiáticos.
Se deberá velar por la estabilidad política que es siempre clave para las decisiones que toman los inversionistas extranjeros; se deberá aumentar la RSE de las empresas y reducir la alta burocracia que existe para la tramitación de los permisos ambientales, factor tan clave para el éxito como lo son las buenas relaciones que deben tener las empresas con las comunidades.
Faltarán profesionales calificados en todo el mundo, lo que traerá como consecuencia un aumento en el costo de la mano de obra.
Habrá empresas robándose a profesionales entre ellas; se deberá aumentar la inversión en exploraciones para la búsqueda de nuevos depósitos; emerge el gigante brasileño en grandes proyectos mineros.
Existen muchas tareas pendientes que requieren urgente atención, si no solucionamos ahora estos problemas debemos resignarnos a estar de la mitad de la tabla para abajo, en los próximos años que vienen.