21 ago 2014

No a los tres tercios

En el debate político reciente han aparecido dos temas que han levantado polémica: las precandidaturas presidenciales y la idea de fusión del PPD y el PS dentro de la Nueva Mayoría.

Sobre lo primero reitero mi posición de siempre, cual es mi negativa a adelantar, a tal extremo, la aparición de personas autoproclamadas en base a encuestas o a posiciones electoralistas contradictorias con actitudes pasadas.

En los viejos dichos de Tomic, es un “escapismo” que distrae el verdadero trabajo sobre materias que debemos resolver, como el crecimiento con equidad; la desigualdad inmersa que agobia a Chile; los cambios educacionales y constitucionales que son urgentes.

Menos aún, si estamos solo a cinco meses de gobierno y a tres años y medio de las próximas elecciones. Agrega por otro lado, una tensión política, fruto de un debate fútil y que devendrá, implacablemente en un juego personalista que a nada conduce por su prematuridad y por el afán de darle a nuestro partido lecciones sobre su conducta.

Sobre lo segundo, debo señalar que contradice el camino que hemos recorrido desde los tres tercios hasta una configuración de una mayoría y minoría parlamentaria política, social y humana que abre la esperanza de una estabilidad para avanzar en los cambios que Chile necesita en forma sustentable y más prolongada que un único periodo presidencial.

El recuento histórico demuestra que desde hace muchos años los gobiernos fueron, mayoritariamente, de oposición al predecesor.

La idea de una fusión PPD/PS es deseada por muchos, pero reconozcamos que no hay razón ideológica, lo que ya la debilita desde su inicio.

Tampoco requiere mucha imaginación suponer que pondrá a la Democracia Cristiana y al Partido Radical en un brete que quebraría la Nueva Mayoría, revertiendo las cosas al esquema señalado de los tres tercios que demostró ser inadecuado, salvo que algunos lo busquen intencionadamente, o sea un intento por forzar alianzas con la derecha, lo que no conseguirán.

Por ello bien lo dijo Don Quijote, “en este asunto, al buen callar llaman Sancho”.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.