El sábado 26 recién pasado se realizó la Junta nacional del Partido Demócrata Cristiano.Como ya es tradicional en nuestra historia partidaria tuvo una altísima asistencia, fue fraterna dentro de la claridad del debate y los dos votos aprobados lo fueron por unanimidad y por supuesto, terminó pasado largamente, la medianoche.
¿Tuvo finalmente un punto de inflexión o de especial relevancia? Creo que sí, porque desde hace cinco años que no se realizaba una Junta Nacional estando la Democracia Cristiana en el gobierno, y en una combinación progresista y de vanguardia social y económica. Hoy tenemos mayoría -a lo menos simple- en ambas cámaras y un momento de agudos y públicos conflictos con los demás partidos de la Nueva Mayoría.
En los registros partidarios estaban todos los ingredientes para un debate serio y claro, pero también duro, según se privilegiara el conflicto o la unidad, el mutuo respeto o el lenguaje apocalíptico y la controversia entre el bien común nacional y el bien común partidario, sea esta controversia artificial o real.
El debate se dio como señalo y las tesis aprobadas fueron las que deseábamos en nuestros votos políticos respaldados unánimemente.
- El Partido demostró unidad en la diversidad de visiones frente a ciertos temas.
- La Junta Nacional ratificó su condición de cambio y reformas profundas al modelo socioeconómico que hoy enfrenta la sociedad chilena.
- La unanimidad respaldó la decisión de permanecer activamente y con capacidad propositiva en la combinación de gobierno asumiendo con fuerza el programa que propusimos al país.
- Estas resoluciones deberán concretarse en las tareas diarias de las comunas, en el trabajo legislativo y en la preparación del próximo sexto congreso.
Hasta aquí la respuesta de quien ganó es, ganó Chile porque se consolida la gobernabilidad del país.
Ganó la Nueva Mayoría porque se consolida la unidad en torno a la Presidenta y el programa.
Ganó el partido por la lucidez de los acuerdos y la altura del debate.
Sin embargo se nos sigue preguntando ¿quién ganó al interior de la Democracia Cristiana?En mi personal apreciación depende del parámetro que se use para medir los eventuales triunfos o derrotas internas.
Si es por los Consejeros elegidos ganó la alianza que apoyó a la mesa.
Si es por los triunfos individuales en los marcos ideológicos ganó la llamada disidencia por 236 votos contra 181 de sus nombres que encabezaban las respectivas listas.
Si se toman las primeras mayorías ganó la disidencia comprendida en ella el aporte histórico del mundo progresista.
Si es por el resultado y expresión del debate ganaron las tesis del mundo progresista así llamado y vaciadas en el voto político aprobado por una unimidad.
En todo caso el mayor triunfador fue el PDC y su próximo Consejo Nacional porque ambos tienen un mandato claro que marcará el rumbo del Partido en los próximos meses.