Recordemos que el aborto legal o ético necesita siempre de la intención primaria de matar al feto o interrumpir el embarazo cuando este no es viable ex-útero. Así, el llamado aborto terapéutico no existe ni para la ética ni para la ley, lo usaré aquí para seguir el debate.
Se dice que es una discusión valórica. La Ética Científica se refiere a la valoración de dos realidades: I) el feto, su vida, su calidad de vida, sus circunstancias; II) la madre, su vida, su calidad de vida, sus circunstancias. Las posiciones difieren según el valor que se le dé a una o a la otra.
Posición A) La vida vale más que las condiciones de vida. Es incompatible con la intención de sacrificar sea al feto, sea a la madre, en aras de resolver la situación conflictiva. Implica varios escenarios legislativos.
a) Mantener el aborto como está en la ley que permite el “aborto terapéutico” en caso de daño severo o muerte inminente de la madre y no legislar en lo demás.
b) Legislar precisando la ley en casos de “aborto terapéutico” o establecer que no se necesita ley en esta situación, pero autorizar por ley la interrupción del embarazo en caso de feto no humano como triploides o anencéfalos (discutible para algunos).
c) Legalizar un procedimiento de decisión confiándolo al conjunto Equipo de Salud-madre-padre- Comité de Ética.
En todos estos escenarios: I) no legalizar ni despenalizar el aborto en casos de violación, II) despenalizar la obligación de denuncia en caso de atención de un aborto provocado. No acepta la legalización del aborto que implica licitar la intención primaria de matar al feto y es incompatible con la pena de muerte.
Posición B) De ética relativa, en el contrapunto vida-condiciones de vida, acepta que la vida vale en tanto cuanto no se den situaciones críticas de las condiciones de vida. Ciertas condiciones valen más que la vida del feto, la madre o las personas en general.
Implica legislar toda instancia de aborto: terapéutico, inviabilidad, violación. El aborto ante inviabilidad debe ser despenalizado o legalizado; en el caso de violación esta posición indica que debe ser despenalizado o legalizado y es compatible con la pena de muerte.
Aclaremos éticamente. Legalizar considera que el acto (matar al feto), en esas circunstancias es ético-legalmente bueno o neutro y no corresponde sanción.
Despenalizar considera al acto como negativo o neutro pero no corresponde sanción o pena por esas circunstancias. Matar intencionadamente al feto es siempre dolo en la concepción legal actual, a no ser que aceptemos un relativismo ético extremo en que toda vida humana es respetable según las circunstancias.
No he encontrado partidarios de matar al feto; excepto miembros de sectas satánicas que han dicho que degollar a un sacerdote en la Catedral o sacrificar a un feto pueden ser acciones buenas.
La Constitución es relativista ética en su “Artículo 19. Asegura a todas las personas: 1° El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica. La ley protege la vida del que está por nacer. La pena de muerte sólo podrá establecerse por delito contemplado en ley. Se prohíbe la aplicación de todo apremio ilegítimo”.
La persona y su vida valen mientras no se la encuentra culpable ante una ley. En la Constitución del 80, relativista, prevaleció la posición “Ortúzar” que permitía el “aborto terapéutico” como previamente, en contra de la de “Guzmán” que proscribía el aborto siempre.
Guzmán, el obispo Medina y el almirante Merino lograron modificar el Código Sanitario en 1989 que prescribió en el artículo 119: “No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar el aborto, derogándose además las disposiciones de 1931”. El almirante Merino, presidente del “Parlamento”, justificaba torturas y asesinatos de los traidores a la Patria y terroristas porque eran “humanoides”.
Las complicaciones éticas, científicas y jurídicas son enormes. El aborto terapéutico no existe ¿simplificación? La aplicación del aborto en caso de inviabilidad es imposible, en rigor científico ¿viabilidad en relación a quién?
Si es a los normales todos mueren después de nacer. ¿Cuál es el promedio de vida que se considerará para matar al feto? Una madre acaba de cuidar a su recién nacido anencéfalo hasta 35 días (mueren habitualmente antes de una semana). La viabilidad depende de los cuidados que se den; un anencéfalo con cuidados alimenticios y respiratorios puede llegar a la adultez.
Las trisomías (incluido el síndrome de Down) son mucho menos viables que los normales y la gran mayoría mueren en el útero o en los primeros días posnatal. Lo mismo ocurre en la mayor parte de las miles de enfermedades genéticas como la fibrosis quística, hemofilia, talasemias, enfermedades musculares, etc. ¿Se abortará a todos en caso de aprobar la ley? Esto sucede en Europa y USA.
El aborto en caso de violación abre la puerta a todos los embarazos indeseados. La violación delictual es menos del 1% de los embarazos indeseados que llegan a cerca del 40% de los embarazos. Las madres con embarazo indeseado pueden solicitar abortar por haber sido violadas por su marido borracho, sea o no cierto.
La indeseabilidad cambia con el curso del embarazo, la mayor parte pasa a deseados. Lo más prudente parece ser tener el parto y dar el hijo en adopción. Aquí no hay patología, la indicación de interrupción del embarazo y muerte del feto no es prescripción médica e implica que deberían instalarse servicios técnicos especializados de abortos ya que además debe, respetando la objeción de conciencia y por obligación ética actual incluso para embriones o fetos de animales de experimentación, realizarse anestesia antes de descuartizar al feto ¿Hay especialistas en anestesia de fetos?
En la primera valoración la ley está al servicio de la vida humana; en la segunda el ser humano está sometido a la ley.
El Estado no puede obligar a nadie a que actúe en contra de sus convicciones valóricas ni por ley ni de facto sin caer en el fascismo.
Nabucodonosor metía en un horno a los judíos que no cumplían la ley de adorar a sus estatuas; los romanos echaban al circo de fieras a los cristianos que no cumplían la ley.
Hemos progresado, el Rector de la Universidad Católica no irá ni a un horno ni al estómago de un león.