El primer mensaje presidencial de la Sra. Michelle Bachelet, estuvo concentrado en la Reforma Educacional. Un compromiso de su campaña, ineludible, que dejará una huella en los próximos años, para mejorar la calidad y la equidad en el sistema educacional vigente.
Los aplausos se sucedían unos tras otros, hasta el momento que, se refirió al financiamiento de tal obra, en la que nadie está en contra, por el contrario, existe un consenso de la necesidad de hacer un cambio profundo en tres aspectos fundamentales: equidad, fin al lucro y calidad.
Para lograr esto se necesita una Reforma Tributaria, que permita recaudar, sobre US 8.200 millones, que respalden el costo de tal gasto. Con estos nuevos recursos será posible lograr esa promesa de campaña.
La gran diferencia está en que la educación pública es una inversión en los estudiantes, especialmente en la juventud, desde la pre-básica hasta la universitaria, no es un mercado transable en la bolsa como cualquier producto o simple mercancía.
Todo hasta ahí, viento en popa. Loas a H. Diputados, por despachar el proyecto del Ejecutivo, en su primer trámite. Ahora le toca al Senado, que ya han presentado algunos reparos, justificables o no. Respecto a la carga impositiva a las bebidas alcohólicas, especialmente al pisco, la que fue modificada ipso facto, por la presión de los industriales del rubro de la IV Región.
El tema es que la Presidenta se refirió, con mucho énfasis, sobre la absoluta necesidad de que nuestros estudiantes deben tener mayor acceso a los libros, que les permita ilustrarse: libros y textos de estudios, de fácil adquisición, sobre todo, en la educación superior, dado que carecen de las bibliotecas necesarias para el mejor aprendizaje.
Libros sin IVA no está en la mente del actual ministro de Educación, ex -ministros de Hacienda, ni de la actual Mandataria, aunque ha declarado que le gustaría que sus nietas o nietos, estudien en colegios públicos en un futuro cercano. Sus hijos fueron a colegios particulares, de calidad y excelencia académica, dada su condición económica privilegiada y que sus padres pudieron solventar dichos gastos… en buena hora.
En consecuencia, seguiremos adquiriendo, igual que la ropa usada que se vende en las ferias libres. Los libros “cuneteados”, a vista y paciencia de los inspectores del SII, a mitad de precio, del que se encuentra en las librerías, aunque no tengan todas las páginas y el final correspondiente.
Ministro Eyzaguirre, póngale coto a esta situación. Todos sus anteriores colegas de Hacienda se negaron sistemáticamente a eliminar el IVA a los libros, con distintos argumentos falaces. Ahora es su oportunidad para reivindicarse ante el país, también ante su conciencia y las de sus colegas, que prefirieron obedecer al sistema de libre mercado impuesto por la Dictadura. Ante la lógica de la cultura universal.
Así la Reforma Educacional, tendrá al menos, una señal clara que no todo está concentrado en recaudar mayores impuestos, sino que eliminar aquellos que son beneficiosos para una mejor educación.
Una revolución educacional, que nos permita asegurar, que todos los educandos tendrán los mismos derechos y deberes, desde la pre-básica – hasta la universitaria, no importando su condición socioeconómica, hará de Chile un país más justo e igualitario.
Sabemos que esto hoy en día no es así, la educación pública es mala, la particular subvencionada, no lo hace mejor según las distintas mediciones.
Es eso lo que queremos mejorar, lo que demandan los estudiantes, calidad y gratuidad.El Estado debe proporcionar a sus hijos una oportunidad a aquellos que se lo merecen, por su capacidad e inteligencia. Muchos más de lo que usted cree o se imagina, quedan frustrados en el camino por no tener los recursos para cancelar los altos costos que significan una carrera profesional.
Es mucho pedir, Ministro, o seguiremos sufriendo la ignominia de que se cierran universidades sin que nadie responda. La acreditación de las universidades estarán sujetas al gobierno de turno, o de aquellos que tengan un pituto, aceitado en el CNA, peor aún, el lucro ha permitido traspasar recursos a los sostenedores en sus cuentas privadas y en todos los niveles de la enseñanza.
Ajenos a cualquier fiscalización del Gobierno de turno, que les provee de tales ingentes subvenciones, que lamentablemente no van a mejorar la calidad en la enseñanza.
Basta ya de tanto escándalo, de tanto abuso, el Mensaje fue claro y categórico. Si queremos progresar, si queremos crecer, si queremos disminuir la brecha entre ricos y pobres, si queremos una mayor y mejor igualdad, debemos y tenemos que dar como Estado una oportunidad real a nuestra juventud, único tesoro invaluable, que no debemos desperdiciar.
El resto simplemente es paja molida. Palabras que solo se las lleva el viento, en una ceremonia republicana, llena de simbolismo, en el Congreso Nacional, donde los actuales parlamentarios de la Nueva Mayoría, aplauden a rabiar y los de oposición muestran sus peores rostros de desagrado.
Parece increíble que se llegue rápidamente a un acuerdo sobre el mayor impuesto al Pisco, la mayor tributación se la traspasan a los cigarrillos, para no perjudicar a los productores de su letal producto. Somos el país de mayores borrachos por ingesta de alcohol; batimos el récord mundial de enfermos por consumo de cigarrillos, los hospitales públicos están sobresaturados con estas patologías que son un enorme gasto en salud pública.
Los libros sin IVA solo traen felicidad a un país orgulloso, con dos Premios Nobel de Literatura, que pudieron adquirir textos a costos muy asequibles.
¿Será posible tal utopía o es muy tonto lo que digo?