En pleno debate de la reforma tributaria, los representantes de las grandes empresas, que son quienes soportarán la mayor recaudación, buscan apoyo político para que ésta los toque lo menos posible y no han encontrado nada más adecuado que transformarse en defensores de las MIPYMES, aduciendo que ellas, que dan el 80% del empleo, se verían seriamente afectadas, colocando una serie de trabas para que la reforma no se concrete.
Los que se oponen a la reforma tributaria dicen que ésta hará más pobre a los ya pobres y que dañará a la clase media, por las consecuencias catastróficas que provocará en la economía del país, agregando que no habrá inversión privada. Se dice también que la eliminación del FUT obligará a las MIPYMES a acudir a los bancos para poder resolver problemas de caja
Lo que omiten es que la economía, desde hace ya meses se viene deteriorando, producto de que ella está completamente ligada al comportamiento de la economía mundial y, en especial, al de la economía China, porque somos chino-dependientes.Nada se dice sobre que un tercio de los ingresos, que originará la reforma, serán para ordenar las finanzas públicas en base al superávit estructural, no cuidado en el gobierno anterior.
Las MIPYMES con FUT o sin el, siempre han acudido a los Bancos y muchas veces para pagar salarios, frente a la demora de quienes no les cancelan a tiempo sus facturaciones.
Se argumenta que hay más de 180.000 microempresas y 120.000 pequeñas acogidas al FUT.La inmensa mayoría no debió haberse acogido a este sistema, puesto que no necesitaban rebajar su base imponible para el pago de 1ª categoría, ya que lo cancelado era un crédito al impuesto global complementario y les deberían haber devuelto parte o todo lo pagado.
Cabe recordar que la gran empresa chilena aplaudió con ilimitado entusiasmo, el que prácticamente desaparecieran las empresas del Estado, al instalar en la Constitución de 1980 que éste no pudiera crear empresas productivas, quedando toda la responsabilidad en manos del Gran Empresariado.
Lo que la Gran Empresa no asume es que, en este Chile creado por la dictadura, se dio a sí misma la responsabilidad del crecimiento y del desarrollo, lo que les hizo posible apoderarse de la economía del país y que, por lo tanto, tienen que ser la principal fuente de recaudación de tributos.
Olvidan que la Dictadura puso al país a su servicio,para ellos nació el FUT y así suma y sigue, las AFP que ponen al servicio de sus iniciativas el ahorro previsional de todos,acuñando como paliativo la Responsabilidad Social Empresarial,que ha servido sólo como un marketing, que no tiene mayor incidencia en la vida de los ciudadanos.
Desconocen los efectos que sobre las MIPYME han tenido los acuerdos de Libre Comercio, producto de los cuales hemos perdido los mercados, en que tradicionalmente nos desarrollamos; a su vez, a nuestro espacio de negocios se han sumado miles de trabajadores expulsados del mercado laboral. Da la impresión que no conocen nuestros problemas, no han sido nunca víctimas de la inequidad de este modelo, que necesita cambios de fondo.
En este acumular y acumular, que llaman concentración económica, las pequeñas empresas miran desde las rejas del palacio la gran fiesta, en que los exquisitos platos que se sirven- en gran medida- se financian con el abuso que se ha cometido con nosotros.
Los MIPYMES nos sentimos inquietos con tanto comentario encontrado, aún cuando por sentido común se nos debieran prender las luces rojas cuando los que nos han depredado y que han trabajado con nuestro dinero al pagarnos cuando se les ha dado la gana, ¡ahora se han convertido en nuestros más fervorosos defensores!
Lo curioso es que nadie discute que se necesita una reforma educacional y mejorar la salud, pero cuando se trata de financiar estos cambios las barreras de contención surgen por todos lados.
Llama la atención que la necesaria Reforma Educacional, objetivo fundamental de la Reforma Tributaria, no haya nacido de la iniciativa del Empresariado y se esté imponiendo por los reclamos de la ciudadanía.
El prometido Chile 2.0 todavía no aparece y es que está íntimamente ligado a la calidad de la educación, de acuerdo a las necesidades reales del desarrollo del país.No es aceptable que sea una de las más caras del mundo, ello con el agravante que es financiada por las familias y con el peligro de estar formando profesionales que tendrán enormes dificultades para trabajar en lo que estudiaron. Es una de las consecuencias de considerar a la educación como un bien de consumo.
El fondo de toda esta campaña del terror contra la Reforma Tributaria está en un importante olvido, de que al hacerse dueños de todo, son ellos los que tienen que pagar las exigencias de justicia social y modernización que el país demanda.
Aún cuando apoyamos en lo esencial las reformas, existen algunas dudas sobre sus efectos, sobre los cuales las empresas de menor tamaño agrupadas en la UNAPYME, tenemos proposiciones que las abordan y que serán canalizadas en el Parlamento.
Ha llegado el momento de que el crecimiento deba estar sujeto a la equidad, como parte del combate contra la desigualdad existente en Chile y aquí a las MIPYMES nos corresponde jugar un papel esencial.