Chile cuenta con numerosas relaciones a nivel internacional en ámbitos económicos, políticos y gastronómicos. Sin embargo, con aquellos que estamos ligados, presentamos una serie de encontrones y desigualdades.
Por ejemplo, Argentina, Perú y Ecuador nos reclaman aspectos marítimos, gastronómicos y manufactureros, es decir, pese a que tenemos una buena relación comercial que nos beneficia tanto a ellos como a nosotros, no logramos una unidad consolidada en esta gran vecindad.
Si nos remontamos hacia el pasado, podemos darnos cuenta de que Chile pese a ser un país de esfuerzo y solidario, cuando sentimos que vamos a perder, dejamos todo en la cancha, siendo una especie de partido de fútbol en el cual ninguno quiere perder.
En el caso de la resolución de la Corte de la Haya los peruanos bailaban en su país contentos por el veredicto, mientras que los chilenos usamos “lamentamos y discrepamos del fallo”, términos de perdedores.
Nuestra cultura como chilenos es siempre lamentarse ante un gran problema.Claramente, quedó visto que cada uno de nosotros sufrió por la resolución dictaminada por la Corte de la Haya. “Si bien no perdimos del todo, tampoco ganamos la batalla”.
Evidentemente, lo que estoy diciendo es que tenemos que buscar la forma de cómo transformar algo negativo a positivo. Chile, no perdió como muchos esperaban, pero sí hubo un error en pensar, que teníamos la verdad absoluta. No era posible imaginar que el veredicto final sería favorable cien por ciento para nosotros.
Al momento de conocer la resolución de la Corte de la Haya, se rumoreaba que las relaciones económicas disminuirán,en lo personal, creo que las famosas “cuerdas separadas” se deben respetar al máximo y ojalá así sea.
Lo mismo para la Alianza del Pacífico, no porque Chile haya perdido el 0,1% en el sector de pesca, vamos a contaminar nuestras relaciones comerciales con este importantísimo acuerdo.
Actualmente nuestro país, forma parte de un relevante pacto con Perú, Colombia y México, que concentra la liberalización del comercio a un 92% de los bienes de los cuatro países del bloque. Se espera que, en siete años, el 99% de las exportaciones ingrese con arancel cero.
Como empresario estoy absolutamente convencido de que tenemos que dejar de creer que siempre tenemos la razón o de que siempre vamos a ser los vencedores.Cuando tengamos más cosas en común con Perú u otros países, lograremos respetarnos el uno al otro.
La vecindad del Chavo del Ocho, mostraba en sus capítulos que pese a vivir en una comunidad, donde todos compartían existían desacuerdos entre ellos, dejando de lado por completo la unidad.“Es exactamente el panorama que vivió Chile al verse enfrentado con Perú por conflictos marítimos”, en Ecuador y Argentina por barreras burocráticas, etc.
La unidad hace la fuerza, por lo que, si queremos mantener la vecindad consolidada, debemos aprender a mantener los lazos y no creer, que poseemos la verdad absoluta.
La Vecindad del Chavo del Ocho, nos enseña que vivir en el barrio o cité, significa vernos todos los días las caras, porque estaremos por el resto de nuestra historia en el mismo barrio.