El próximo domingo los chilenos y chilenas volveremos a las urnas para decidir quién será la Presidenta, que regirá los destinos de la nación por los próximos cuatro años. Será la oportunidad también de poner a prueba por segunda vez el sistema tecnológico implementado por Servel para llevar adelante el procedimiento electoral y entregar los resultados en tiempo y certeza que otras naciones se lo quisieran.
Resultados en línea actualizados cada siete minutos, millares de consultas por segundo y la capacidad de manejar grandes volúmenes de datos fue una muestra de lo que implementó el Servicio Electoral chileno durante las recientes elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales.
Un proceso que demostró que desde el 17 de noviembre y de ahora en adelante se han instalado las elecciones 2.0, con tecnología de punta, destinada no sólo a la transparencia de los comicios, sino que a la velocidad de la información.
Una muestra del avance que han tenido las TIC en los últimos años en todos los ámbitos de la vida del ser humano, incluyendo temas tan importantes como son las elecciones para escoger al Presidente de un país.
En el último tiempo, en diferentes partes del mundo se ha estado trabajando para que estos procesos sean ágiles y ayuden cada vez más a simplificar la participación ciudadana, lo que ha tenido como resultado varias soluciones que están cambiando para siempre los procesos eleccionarios, ya sea en la transmisión de grandes volúmenes de datos desde cualquier zona geográfica, como la autenticación biométrica del elector, máquinas de votación que imprimen comprobante del sufragio, voto para personas con alguna discapacidad y el voto electrónico.
Mientras Brasil y Venezuela ya están adoptando la autenticación biométrica del elector, con lo cual pretenden poner atajo a la usurpación de identidad de los electores y a la doble votación, el SERVEL sorprendió el pasado 17 de noviembre con la implementación de una tecnología que fue capaz de manejar grandes volúmenes de actas transmitidas en simultáneo, que permitió obtener resultados oficiales cada siete minutos y los cómputos finales, pocas horas después del cierre de la jornada electoral.
Un logro en el que destacó la capacidad que tuvieron los servidores, para resistir más de 500.000 consultas por segundo, sin que colapsaran.
Las recientes elecciones presentaron diversos hechos que levantaron los niveles de exigencia con respecto a las anteriores: un padrón nacional de casi catorce millones de electores; cuatro votaciones paralelas, más de mil candidatos en todo el país y la barrera natural que significa ser una nación con más de cuatro mil kilómetros de extensión.
Sin embargo, los chilenos pudimos informarnos sobre los votos obtenidos por los distintos candidatos sin tener que esperar días, para que ello ocurriera.
Naciones más grandes que Chile tardan más de 24 horas para entregar los resultados o dan los cómputos avanzada la madrugada, pero los chilenos supimos a pocas horas de terminada la elección que deberíamos volver a las urnas el 15 de diciembre, que se habían producido algunos triunfos sorpresivos y algunas derrotas impensadas.
El gran despliegue tecnológico que aplicó el SERVEL para esta ocasión fue garante de un resultado a todas luces inobjetable, en el cual trabajaron más de cinco mil personas para el área informática del servicio, además de los “hackers”éticos, quienes protegieron el proceso de un continuo “ataque” a la página, luego de que el año pasado, durante las elecciones municipales, sufriera el ataque de más de 40.000 piratas cibernéticos.
Para la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información este rol que tuvieron las tecnologías de la información en la entrega rápida y certera de datos resulta, sin lugar a dudas, un orgullo, porque nada de esto habría sido posible sin tecnología avanzada.
Una elección 2.0 como la que tuvimos, sólo nos ratifica la necesidad de que el país cuente con una institucionalidad que asegure la investigación, la innovación y el desarrollo, pero que también vele por la aplicación ética de estas herramientas destinadas a mejorar y aliviar la vida de los ciudadanos.