Jorge Sampaoli fue tajante en asegurar que ante Inglaterra comenzaba el camino al Mundial. “La preparación indica que tenemos que jugar pensando en que estamos en el Mundial. Jugar contra potencias ante Inglaterra y Brasil, nos señala que vamos a jugar contra rivales que no cometen errores”, dijo en su momento nuestro DT y no se equivocó.
Ante Inglaterra se jugó un partido que bordeó la perfección, dominamos a un equipo en el papel superior y Alexis Sánchez se vino de Wembley con una estrella más para poner en su camiseta de ídolo. Hasta ahí todo bien.
El problema fue Brasil. Es verdad, los cariocas siempre, pero siempre nos bajan del Olimpo y esta no fue la excepción.Hasta ayer creíamos que las semifinales del Mundial eran un trámite y hoy rogamos con pasar de fase y la verdad es que la situación no es tan trágica.No somos una mala selección, no se cuenta con malos jugadores, pero sí el nivel entre los indiscutibles y sus reemplazos es muy dispar.
Amigo lector, si hace cuatro años usted me aseguraba que Marcelo Díaz era el jugador irreemplazable en la selección, me hubiese reído a carcajadas en su cara y hoy le estaría pidiendo perdón, porque el volante del Basilea hace y deshace en el esquema de Sampaoli, tanto que el casildense no dudó en arriesgarlo frente a Brasil, pese a que tenía una dolencia costal y que no le permitió completar un tiempo frente a la ‘canarinha’.
Marcelo Díaz y Gary Medel no pueden faltar en este equipo.El resto, incluso Arturo Vidal y Alexis Sánchez, pueden ser reemplazados, al menos, así se ha visto en más de una ocasión.
El tema es que sus relevos no están a su nivel y ahí sí que tenemos un problema grave, porque no contamos con una banca que entregue la seguridad necesaria con miras al mundial y Sampaoli lo sabe, el partido ante Brasil le sirvió para probar a los jugadores en un momento complicado y comenzar a delinear lo que será el equipo de todos en el Mundial.
¿Qué pasa con las bandas? ¿Quién asume el mando del mediocampo? ¿Y los goleadores?Son preguntas que me imagino dejo anotadas en su libreta nuestro entrenador.
¿Campeones del mundo? No, no creo.¿Sorpresa mundialista? Es más probable, pero me conformo con llegar a los cuartos de final. En esa fase, estamos a un partido de todo.A un partido de rozar la gloria, a un partido de mirar al resto como celebran, a un partido de cambiar nuestra historia y comenzar a mirar a las potencias a los ojos.
Brasil vs Chile fue un partido que pudo terminar en desastre –como tantas veces-, pero que el cuerpo técnico y los jugadores, con todas sus deficiencias, lograron salvar y eso, quizás, sea lo mejor del partido de ayer en Toronto.
Sigo esperanzado del papel que haremos en el Mundial.