Este gran comunicador que despedimos el 20 de septiembre nos entregó momentos de reflexión, momentos de humor, momentos de crítica y, por sobretodo, momentos de cultura y entretención.
Sin embargo, el compromiso político que lo definía no se valora y no se reconoce como tal. Sólo se mira como si fuera algo muy excepcional. En cambio, él sabía que la solidaridad se construye también desde la política, eso lo motivaba profundamente.
Fue un militante PPD de los buenos, ahí estaba disponible para locutear los actos de campaña del partido.Si la salud lo hubiera acompañado, habría sido candidato a diputado por la Nueva Mayoría para representar a las personas que buscan políticas públicas que contribuyan al bienestar social para todos.
El cargo formalmente tal vez no lo logró, pero fue el “diputado de los enfermos”. Su propósito se cumplió a través de las gestiones y la marcha que organizó con la colaboración de los medios de comunicación. Ahora, esperamos que el trámite legislativo de su propuesta legal se haga realidad.
El impulso político que le dio a la creación de un fondo nacional para medicamentos de enfermedades catastróficas, fue un llamado a viva voz que conmovió a las autoridades y a la sociedad, hizo un gran trabajo político y comunicacional.
Esa es la política que queremos y la realizamos desde los distintos escenarios donde nos toca actuar.
Gracias Ricarte…