El gobierno anunció que enviará al congreso el proyecto de ley de Gobierno Corporativo para Enap, lo cual siendo una buena iniciativa que fortalecerá a la empresa, no resolverá de modo alguno sus actuales problemas.
Enap nació como una empresa petrolera.Sin embargo hoy no tiene petróleo; también ha incursionado en el negocio del gas natural, con pobres resultados luego del corte del suministro argentino. En la década pasada desarrolló una estrategia de participación en geotermia la cual tampoco ha mostrado avances significativos.
Actualmente la empresa destina sus mayores esfuerzos a la refinación y distribución mayorista de combustibles a nivel nacional.
Como su principal abastecimiento de crudo lo constituyen fuentes y productores en el extranjero está permanente expuesta a los vaivenes del mercado internacional del petróleo, que producto de las variaciones imprevistas de este mercado ha generado fuertes pérdidas en sus últimos ejercicios.
Todos sabemos que en el negocio del petróleo y el gas natural el mayor beneficio está en la exploración y producción y no en la refinación que es lo que hace hoy Enap.
¿Cuál debería ser entonces el destino de Enap? ¿Puede subsistir una empresa de estas características en un país como Chile, sin disponer de materias primas propias y sin financiamiento?
¿Puede Enap estar sometida a leyes que restringen su operación frente a la dura competencia que representan las empresas distribuidoras privadas en el país?
Sin duda que no, por lo tanto para sacar a Enap adelante y dar ese gran paso, además de establecer un gobierno corporativo, se debe definir una estrategia de desarrollo que la transforme en líder de la implementación de una nueva política energética para el país.
Para avanzar en lo anterior hay pasos que se pueden dar, como por ejemplo.
Establecer una política de desarrollo energético, en la cual Enap tenga una participación relevante y lidere con fuerza su implementación, apoyando las políticas públicas del ministerio de Energía.
El país y especialmente la clase política deben depositar su confianza en que la empresa puede asumir este desafío, estableciendo compromisos y resultados, lo cual se traduce en entregar los recursos económicos para ello.
Eliminar las trabas legales y burocráticas que agobian a Enap para que pueda competir en Chile en iguales condiciones que las empresas importadoras y distribuidoras de combustible del sector privado.
Implementar en el más breve plazo un nuevo Gobierno Corporativo que le de garantía a todos los sectores y que la empresa se abocara al mandato que para ella se defina en la política energética del país.
Trasparentar el mercado de los combustibles en Chile , tanto desde el punto de vista de su importación , distribución y comercialización , así como desde la óptica impositiva y los negocios asociados.
El desarrollo energético es vital para Chile. Enap puede cumplir un rol relevante en la aplicación de una política que saque al país de esta coyuntura.
La experiencia depositada en esta empresa por más de 60 años no debe desperdiciarse, y muy por el contrario debemos capitalizarla y ponerla al frente del desarrollo energético nacional.