La opinión pública ha sido testigo durante los últimos días de un verdadero reality en la derecha chilena, con candidatos que salen y entran designados entre gallos y media noche, incluso sin consultas a los aliados de esta coalición, pasando la aplanadora sin pudor alguno.
Es el estilo arrollador de la UDI el que ha primado y el que a todas luces no es bueno para Chile, por una larga lista de razones. Una candidata presidencial que nace con fórceps y que se instala a la fuerza y de una forma autoritaria. Es este estilo el que no es bueno para Chile y el que definitivamente será rechazado en las elecciones próximas.
Pero hoy quiero detenerme en una razón esencial que argumenta por qué ese estilo no sólo no es bueno, sino que representa una amenaza para nuestra democracia y para las demandas que, legítimamente, gran parte del pueblo ya ha explicitado: los cambios al sistema electoral, en busca de una sociedad más plural e igualitaria, y la oposición férrea de la UDI, que defiende una Constitución deslavada y cada vez más alejada de los cambios sociales de nuestro país.
Nadie podría negar hoy que la sociedad chilena reclama cambios políticos y sociales que permitan vivir en una sociedad más inclusiva; pues una de las reformas más anheladas es tener un sistema político plural y representativo donde las mayorías puedan gobernar y eso se sintetiza en la Reforma al Binominal, reforma que la UDI nunca impulsará.
Efectivamente, ese mayoritario deseo ciudadano ha sido y seguirá siendo bloqueado por la UDI, ayer con un discurso anti político y hoy, que está en el Gobierno, con un estilo arrollador y matonesco donde sólo busca ahogar la representación de una derecha más liberal.
Cualquier intento de Renovación Nacional de apoyar alguna reforma política es ahogado y anulado por el veto de la UDI, especialmente en el Parlamento donde, producto del binominal que tanto defienden, está sobre representada -39 diputados UDI y sólo 17 diputados RN-, a pesar de que en la última primaria hubo casi un empate entre el candidato UDI y el de RN y, en las municipales 2012, la UDI en concejales sacó 900 mil votos y RN, 800 mil .
Este casi empate electoral en la derecha es negado por la UDI y su sobre representación parlamentaria. Lo inédito es que ahora tuvieron el apoyo del Presidente Piñera que pareciera haber convenido con la UDI un acuerdo para esta campaña presidencial y en especial para la propia repostulación en el 2017.
La UDI ha mostrado una clara vocación hegemónica e impositiva con sus socios revelando que le interesa mantener el control de las fuerzas parlamentarias de la derecha y seguir jugando el rol de bloquear todo tipo de cambio político y social.
Este estilo UDI arrollador es porque no quiere que una parte de la derecha se atreva a consensuar reformas al binominal, entre otras cosas.
A pesar de estas señales, esperamos que los senadores de Renovación Nacional mantengan su señal política de reformar el Binominal y en la votación que habrá en el Senado respalden el proyecto de ley que se presentó y empecemos a cambiar un sistema electoral que no garantiza la representatividad y pluralidad del Chile del siglo XXI.
De lo contrario, RN habrá sido nuevamente aplastado por una UDI sin freno ni límites.