El presidente Piñera, pos 21 de mayo, ha insistido en su propuesta de reforma previsional pro AFP. Desde su oficina presidencial, nos propone una serie de propuestas sobre los parámetros del sistema de capitalización individual –aumento edad de jubilación, aumento de tasa de cotización de los trabajadores, mayores exigencias para la cotización de trabajadores independientes- que implican mayores esfuerzos en materia de cotización previsional de los trabajadores sin reformas a una industria carísima y que está generando bajas pensiones.
Es una propuesta improvisada –que no va al meollo del problema- que carece de estudios y debate entre los expertos, sin diálogo con los sindicatos y el mundo político y se diseña sin consultar a ningún actor social relevante, con la excepción de los dueños de la industria de las AFP.
Una reforma previsional en serio –como la realizada el año 2007- no se improvisa ni se diseña entre las cuatro paredes de la Moneda, ni menos es un show comunicacional tendiente a mostrarse que no es “un pato cojo”.
Las bajas pensiones que está generando el sistema de AFP debe preocuparnos a todos. En marzo pasado se pagó a 983.000 pensionados de AFP (en comparación al año 2006 casi se ha duplicado el número de pensionados del sistema) una pensión promedio de sólo $180.140.
El país necesita una reforma previsional 2.0 enfocada en mejorar las bajas pensiones que genera el sistema de AFP y eso no se logra adicionando recursos del seguro de cesantía a un sistema carísimo –como lo propone el presidente Piñera-, ya que esa fórmula sólo favorece el lucro de las AFP y para eso no estamos disponibles.
Hay que regular y modificar el funcionamiento de la industria de las AFP, cuestión que no hace la propuesta gubernamental. Se requiere más competencia para que se bajen los altos costos y por eso, es necesaria una AFP estatal. También ahora debemos legislar para rebajar los altos costos de administración de 2,4% mensual mediante la extensión del modelo de la licitación de los nuevos contratos a todos los trabajadores activos que ha generado bajos costos de administración (0,7% mensual).
Mejorar la densidad de las cotizaciones previsionales no puede ser sólo tarea del trabajador –como lo propone el gobierno- se requiere un esfuerzo solidario del empleador y del Estado.
Como estas materias no están en la propuesta anunciada por el Presidente Piñera, sugerimos que no envié su proyecto de ley pro AFP y que esta materia sobre una reforma previsional 2.0 sea un tema a debatir y consensuar durante el próximo gobierno.