20 abr 2013

La esencia de la Acusación

No es posible explicar la aprobación de la acusación constitucional por el Congreso chileno sin referencia a la persistente demanda de amplios sectores sociales y políticos por un cambio de rumbo. En los tres últimos años hemos vivido una de las más prolongadas e intensas manifestaciones estudiantiles en la historia de Chile y de América Latina, que nadie imaginó, respaldadas por una amplia mayoría ciudadana.

¿Cual es esa demanda? Concebir la educación como un bien público y no como bien de consumo (expresión del presidente Piñera) y avanzar hacia una sociedad menos individualista y sometida al mercado, y más cohesionada, igualitaria y participativa.

Las movilizaciones están apelando a una educación pública de mejor calidad, un rol mayor del Estado en la regulación y el financiamiento, el término del ” lucro” en las universidades privadas y la gratuidad. Estas demandas han trascendido hacia temas más globales: reformas tributaria, electoral y constitucional, temas centrales de la campaña presidencial que comienza.

Podría extrañar que ello ocurra en el país de América Latina con los más altos índices de desarrollo humano y crecimiento, de cobertura en educación superior y de calidad en la región.

Pero muchas veces las aspiraciones crecen en periodos de progreso, las expectativas se levantan cuando hay más seguridad, trabajo, apego a los derechos, democracia. Entonces la desigualdad, los abusos, la falta de participación se torna inaceptable.

La decisión de senadores y diputados a favor de la acusación, debe interpretarse en este contexto. La decisión no apuntó a las cualidades o el comportamiento de una persona. Se juzgó que el ministro y el gobierno no actuaron debidamente para aplicar sus atribuciones fiscalizadoras e impulsar las medidas reglamentarias para impedir el lucro en las universidades privadas.

Esa decisión tiene otras implicancias. Es una señal principal de sintonía política con las demandas emergentes de la sociedad, hecho relevante ante el creciente distanciamiento de la política con la sociedad civil, y la pérdida consiguiente de legitimidad de las instituciones.

El futuro dependerá de la capacidad política de articular la relación de los partidos con los movimientos sociales, para dar conducción y solidez a las reformas que vienen y fortalecer los caminos democráticos. Es un signo alentador que los principales líderes estudiantiles se dispongan a competir en las próximas elecciones parlamentarias de 2013.

En Chile está finalizando un ciclo y comenzando otro. Culminó el periodo inspirado en la reconstrucción democrática, el respeto a los derechos humanos, la reducción notable de la pobreza, con crecimiento y equidad, que condujo por dos décadas la Concertación, con éxito indudable, y continuado, en alguna medida, por el gobierno de derecha actual.

Se está iniciando otro, que apunta a reducir las desigualdades, la segmentación, la discriminación, a incrementar la participación, el poder de las regiones, de las minorías indígenas, generar un sistema electoral más abierto y una nueva constitución que supere su ilegitimidad de origen, impuesta en dictadura. Estamos en una etapa de transición.

Hay otras consecuencias políticas que deben ser anticipadas. La demanda por educación superior en Chile, como vehículo prioritario de movilidad social, seguirá y puede extenderse por toda América Latina. Los temas están para quedarse, en cuanto la educación, la igualdad y la participación sean una prioridad de verdad en nuestros países

Es deseable y viable que en las próximas semanas se restablezca un diálogo para aprobar proyectos indispensables que se encuentran en el Congreso. El gobierno puede y debe tomar la iniciativa.

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    Bastante cándido esperar que este ¨ajusticiamiento¨ sea el comienzo de un nueva pax, mas bien dimes y diretes, nuevas batallas, así es la democracia en esta parte del mundo….

  • RaulFernandoAceitonAguilar

    Sr. Bitar.

    Leo su opinion y me pregunto, como puede un hombre inteligente como Ud. escribir tantas incongruencias

    Ud. escribe de la finalizacion de un ciclo y comenzando otro. En Chile aun no se termina el ciclo POST-REGIMEN MILITAR.

    Chile no ha comenzado otro ciclo. Nos hemos mantenido en el anterior, gracias a la ineptitud e inoperancia del poder LEGISLATIVO a pesar de que la ciudadania les ha dado a Uds.el voto para cambiar a) La Constitucion Politica de 1980. b) Las reformas sociales que el pais necesita etc.

    No deseo abundar en detalles porque Ud. y todos los chilenos sabemos lo que el pais necesita.

    Pienso que la Concertacion a espaldas de su pueblo ha concertado alianzas para mantener este estado de situacion caotica social por la cobardia de sus dirigentes y la sigilosa venta de sus conciencias al poder economico que siendo tan pequeno mantiene sin alterar las mismas cosas desde 1973 hasta la fecha.

    Han pasado 4 decadas (40 anos) y observamos la abismante diferencia entre los que lo poseen todo y los que poseen ALGO.

    Es hora que los anacronicos legisladores concertacionistas den un paso al costado y dejen el paso a jovenes que luchan por un verdadero cambio en el pais.

    No creemos en ustedes, nos han mentido, todos ustedes han mejorado su condicion economica y se han olvidado de los que hicieron el trabajo pesado y que hoy dia ya ancianos viven lo que les queda de vida en forma miserable.

    Ustedes han permitido toda clase de vejaciones a los trabajadores chilenos. Jamas han luchado por reivindicarlos y darles un sueldo minimo de acuerdo a sus necesidades.

    Este sistema economico impuesto a vista y paciencia de ustedes tiene a los chilenos ahogados.

    Deberan hacer algo por nosotros antes de que sea demasiado tarde para lamentarlo.

    Cordialmente.

  • ali mañalich

    20 años, no 3

  • edgardo troncoso

    Me parece un excelente análisis, sin embargo: a quién se atribuirán los cambios si estos llegaran a realizarse?

    La destitución es una señal que puede ser considerada como un triunfo para los sectores de la sociedad que han sido capaces de
    oponerse a las reglas del mercado impuestas bajo la dictadura y manifestarse con los medios del que disponen (la calle, no la prensa). Y es una
    derrota para todos los sectores políticos sordos, ciegos e incapaces de
    encontrar soluciones para compensar las injusticias y desequilibrios
    sociales. Chile tiene una economía suficiente para mejorar las
    condiciones de vida de sus ciudadanos, pero sus políticos (así como en el sur de Europa), lo han pasado tan bién en las últimas décadas, que no
    han querido arriesgarse por hacer cambios, es decir no han sido capaces de gobernar,
    sólo han gestionado empresas. Ahora, la presión social es fuerte y temen no
    ser re-elejidos en las próximas elecciones en el caso de que aprobaran la
    destitución. Es el colmo de la hipocresía, pero así funciona esto que
    llaman democracia.