La que llamáramos eufemísticamente una “larga y penosa enfermedad” se ha tomado la escena en nuestra sociedad, su opinión pública y se ha develado en toda su magnitud. El cáncer está cobrando víctimas valiosas en todos los niveles y al parecer estamos tomando conciencia de ello.
Son 22.000 chilenas y chilenos quienes mueren prematuramente cada año por la diversas formas de cáncer, ligadas a muchos factores de riesgo, algunos prevenibles, pero implacables en la hora de dar cursos fatales. Vale la pena comentar y proponer algunas ideas para que desde el conocimiento, el temor y el dolor, inevitables acompañantes de la enfermedad, logremos construir una política nacional de cáncer para Chile.
Sabemos que los principales cánceres están ligados al sexo, los niveles de ingreso, a los riesgos a los cuales se está expuesto. Sabemos que existen condiciones que afectan más a personas de menores ingresos y marginalidad, entre ellas algunas infecciones como el virus del papiloma humano causante del cáncer del cuello uterino y otras que inciden en aquellos mejor situados. La inequidad es evidente en el cáncer al igual que en muchas enfermedades.
El cáncer se ha convertido en la primera causa de mortalidad a nivel global.Para el mundo se contabilizan 12,7 millones de casos y 7,6 millones de muertes por cáncer se estimaron para el año 2008, donde 56% de los casos y 64% de las muertes ocurrieron en países de bajo y mediano ingreso.
Consciente de esta realidad nuestro país ha realizado importantes esfuerzos para abordar esta enfermedad. Uno de los ejemplos de prioridad global más importantes se vio en septiembre del 2011 con la publicación de la “Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y Control de las Enfermedades No Transmisibles”, donde particularmente se llamó a promover el aumento del acceso a vacunas costo-efectivas para prevenir infecciones asociadas con cáncer, como parte de los planes nacionales de inmunización y a promover el aumento del acceso a programas de screening costo-efectivos de acuerdo a la situación de cada nación.
A nivel local, una muestra de la importancia política y sanitaria que se la ha dado al cáncer en Chile es la incorporación progresiva de más condiciones relacionadas a este problema dentro del Plan de Garantías Explícitas en Salud (GES). En la actualidad, 17 de las 80 condiciones de salud incluidas corresponden a problemas relacionados con el cáncer.
En materia de prevención, sabemos que entre un 20 y 25% del daño es provocado por el tabaco y se debe aplaudir el esfuerzo del ministerio de Salud en sacar con el Congreso una sólida ley anti tabaco que dará frutos a mediano plazo. Lo mismo esperamos de la ya aprobada introducción de la vacuna anti virus del papiloma humano y muchas otras líneas de acción como combatir la obesidad, la dieta saturada y pobre en fibras, el alcoholismo y la exposición a factores externos como las radiaciones solares.
No hay suficiente investigación básica ni aplicada en cáncer en Chile. Lo comprobamos con nuestro trabajo “Mapa de la Investigación en Cáncer”, financiado por CONICYT en 2009. Tarea pendiente.
Todo sumado sin embargo, nos obliga a concluir que hace falta una Política Nacional de Cáncer que integre y coordine todos los esfuerzos, públicos y privados.
Para ello hemos constituido un Foro Nacional de Cáncer (www.foronacionaldecancer.cl) para construir participativamente esta necesaria política pública. El foro cuenta con el patrocinio del ministro de Salud y de todas las organizaciones académicas y científicas interesadas en el tema, además de un número importante de ONGs con actividad en la materia.
Hemos buscado y obtenido apoyo de entidades que representan intereses compartidos en el aseguramiento y la prestación de servicios de salud. Pero ello es aún insuficiente para lograr que este esfuerzo logre sus metas.
Convocamos el aporte de todas las personas e instituciones que deseen contribuir en la confrontación del cáncer en Chile. Así entre todos podremos hacer una promesa de valor sobre esta grave condición de salud y reducir su impacto entre nuestros compatriotas.