“Por sus frutos los conoceréis”. (Mateo 7.20)
Dura tarea es la que asume el primer jesuita convertido en Papa, una responsabilidad histórica, única, distinta ya que tendrá que levantar una Iglesia Católica, que vive tiempos complejos.
Eugenio Valenzuela s.j. provincial de la Compañía de Jesús, en Chile, dijo, “fue elegido por sus cualidades humanas y espirituales”. Sin duda que los 115 cardenales buscaron en este santo varón aquel que desde el trono de San Pedro, pueda y deba materializar las profundas reformas, que los católicos del mundo anhelamos para este tercer milenio.
¿Será capaz el Papa Francisco de utilizar el látigo redentor, para expulsar del Vaticano, a todos los que han creado las divisiones, los grupos de poder, la corrupción, los reiterados abusos de pedofilia y escándalos financieros de magnitudes insospechadas? Difícil tarea pero no imposible.
Todo esto y mucho más constituyeron los motivos por lo cual el Papa Emérito, Ratzinger abdica, cansado y presionado, por las cúpulas enquistadas en palacio, permaneciendo hoy recluido en Castelgandolfo o quizás en un Monasterio orando, sin las fuerzas necesarias para seguir adelante.
Hechos y no palabras de buena crianza es lo que se espera del primer Latinoamericano que asume tan magna misión, el otrora cardenal de Buenos Aires Jorge Mario Bergolio; señales claras que devuelvan la Fe a miles de cristianos en el mundo. La necesitamos con urgencia, privilegiando a los más pobres en cuerpo y espíritu.
Que nadie se confunda, la iglesia sufre una profunda crisis de credibilidad en su tradicional autoridad de madre y maestra en lo moral. Está cuestionada,por sus propios errores, por sus malos actos, de los cuales el Papa tendrá que hacerse cargo y enfrentarlos cueste lo que cueste.
Es lo que esperamos todos, que se deshaga de los que han manejado el poder malamente, ya es hora como dijo en su oportunidad Juan XXIII , “que entre aire fresco, “ prescindir de los Sodano, Medina, y otros; por favor cuanta culpa tienen ellos en lo que hoy se ha convertido la Iglesia.Trabajo nada de fácil en una sociedad Vaticana llena de truculentos laberintos, que trastocan la verdadera función por la cual Jesús, hijo de Dios vino a la tierra.
Pronto este nuevo Papa , tendrá que nombrar cuatro nuevos obispos chilenos que presentaron su renuncia por edad, cumplieron más de 75 años, es aquí donde el pueblo católico quiere ver a sus curas de pueblo , a sus sacerdotes , comprometidos con San Francisco de Asís, dirigiendo sus diócesis, viviendo en comunión y unión con ellos.
En consecuencia al primer servidor de la Iglesia, no le queda otra cosa que volver a las raíces del cristianismo puro, hacer carne la palabra de Cristo, una opción por el ser humano en su integridad , denunciar abiertamente las injusticas del hombre contra el hombre, un mensaje a la juventud que la re-encante, especialmente en los valores del evangelio.
El Papa Francisco, viajará a Brasil al encuentro mundial de la juventud, linda ocasión para encontrarse con la mayor reserva de católicos del mundo, Latinoamérica, que aporta el 40% de los fieles, es probable que también visite su patria Argentina, en Chile lo esperamos con los brazos abierto, para ayudarlo a cargar esa cruz que tendrá que soportar, la misma que tuvo que sufrir y padecer Cristo en el vía crucis.
Abrigamos la esperanza que así sea.