03 ene 2013

Guadalajara en un llano

Estamos tan habituados a aceptar lo reciente como si hubiera existido siempre, que ni siquiera se nos pasa por la cabeza la idea de que durante siglos la gente vivió con absoluta prescindencia de eventos que hoy se estiman indispensables. Las ferias del libro y los premios literarios son en términos históricos, muy nuevos y jamás se ha demostrado que fomenten la lectura o la creación de obras de valor. Pero tampoco se ha comprobado lo contrario y ya que existen, hay que tomarlos en cuenta.

Indudablemente, la participación de Chile como invitado de honor en la Feria de Guadalajara fue un éxito: el stand era magnífico, nuestros escritores se lucieron, los asistentes quedaron felices y suma y sigue. La mayoría de los comentarios han sido positivos, salvo unas pocas voces críticas, acalladas por la marea de ovaciones. El entusiasmo es preferible a la apatía, de modo que parece sano sumarse a este clima de panegíricos. En cuanto a las proyecciones futuras del multitudinario encuentro… es mejor dejar las cosas hasta aquí.

Los galardones locales al mejor narrador, la mejor novela, los mejores cuentos, los mejores poemas, la trayectoria y otro sinfín de cuestiones son harina de otro costal.El Premio Nacional de Literatura está tan desprestigiado que pasa inadvertido, lo que a veces es odioso: el año pasado lo obtuvo Óscar Hahn, uno de los poetas genuinamente eminentes de la nación. El Municipal se sumió en la clandestinidad. Y hay otra infinidad de recompensas de las que apenas se enteran los familiares del laureado, porque nadie sabe de ellas.

Evidentemente, la mayor cantidad de recursos para promover el libro y la lectura proviene del Estado y, en concreto, del Fondo del Libro, dependiente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), que tiene rango ministerial desde 2003. Sin perjuicio de que las cifras que muestra el CNCA con respecto a la inversión cultural son persuasivas, el alcance de su labor resulta sumamente hipotético.

Todos los años el Fondo del Libro abre licitaciones con el objeto de producir documentos impresos o virtuales -tratados, revistas, manuales, historietas, páginas web, etc.- y se designan comisiones de especialistas para adquirir textos destinados a las bibliotecas estatales.

Esto se traduce en la manufactura de miles de volúmenes -firmados por chilenos, pues la ley descarta a los extranjeros-, cuya suerte es desconocida, pese a ser financiados por las arcas fiscales. Y si es difícil que estos ejemplares secretos circulen entre un mínimo de personas, no se divisa cómo ello pueda manifestarse en un incremento de lectores.

Desde 1993, cada año el Fondo del Libro otorga premios a los autores nacionales en las categorías de novela, cuento, poesía y ensayo, tanto para obras inéditas como publicadas. Es la distinción literaria de más alto valor económico que se concede en Chile y asciende a unos 10 millones de pesos. En ningún otro país sudamericano el Estado desembolsa cantidades semejantes para sus escritores.

A este beneficio se añaden las becas de creación literaria, el Premio Escrituras de la Memoria, el Roberto Bolaño, el Pablo Neruda, el Manuel Rojas, etc., por lo que la cantidad de dinero destinada a estos títulos debe alcanzar cientos de millones de pesos anuales.

Hasta la fecha, y limitándonos solo a los premios del Fondo del Libro que se instauraron en 1993, el Estado de Chile ha remunerado a unos doscientos literatos.Invariablemente, la acogida que este dispendio tiene en los medios de comunicación ha sido nula; si es que un periódico menciona a algún triunfador, lo hace en secciones sin visibilidad.

La pregunta que surge enseguida es: ¿cuál autor o autora ha iniciado una carrera literaria promisoria gracias a este certamen?

La respuesta, tras ver las listas de ganadores es: nadie o casi nadie (ciertos escritores de prestigio han logrado la condecoración). La mayoría de los laureados consiste en nombres de insuficiente repercusión en el ámbito de las letras. Se han dado, en forma frecuente, situaciones estrafalarias: ha habido textos inéditos premiados que después no han sido aprobados por ninguna editorial.

Y hay otros hechos desconcertantes: muchas personas han obtenido el beneficio varias veces, a pesar de lo cual las tiradas de sus obras son minúsculas. En otras palabras, los premios del Fondo del Libro son irrelevantes, si bien todos estamos financiando un gasto millonario cuya trascendencia es ínfima para nuestra literatura.

Todo esto puede sonar un tanto arcano, quizá un tema para expertos. No lo es en absoluto, pues están en juego instituciones oficiales. Las editoriales transnacionales y las empresas privadas también entregan condecoraciones discutibles, aunque no están sometidas al mismo escrutinio que las reparticiones estatales.

¿Qué leen los chilenos? La costumbre de anunciar en los diarios las listas de libros más vendidos es relativamente actual y se presta para discordias: siempre se repiten los mismos autores, nunca se indica la cantidad de ejemplares que se transan, estaría sujeta a maniobras, hay poca transparencia en el método, etc.

Sin embargo, con todos los reparos que puedan formularse a dichos listados, algo indican sobre las tendencias de la escasísima gente que adquiere libros. Y esas tendencias son la Autoayuda, el Feng Shui, el Reiki, la Aromaterapia, las recetas, los bestsellers ocasionales y cosas peores, mucho peores.

¿Tenemos derecho a quejarnos de que la población lectora del país sea, en verdad, insignificante o inexistente?

Ninguno si es que las autoridades, durante las pasadas décadas, han mostrado tanta incompetencia sobre este tema. No obstante, es injusto apuntar el dedo únicamente en contra de ellas.

La crisis del libro y la lectura es un fenómeno mundial, que se ha visto acrecentada a niveles inimaginables por la tecnología digital, que permite estar todo el día conectado sin que sus usuarios perciban que, por lo general, no están en contacto con ningún ser humano, sino aislados, enajenados, embrutecidos por los miles de aparatos que se inventan a cada rato.

De modo que no debe culparse solo a los Estados ni a los gobiernos por esta incontrolable situación; aún así, es procedente pedirles que tomen cartas en el asunto.

Además, en lo que concierne a los hábitos ciudadanos –leer es uno de ellos- y a la educación, es legítimo plantear reparos a las políticas públicas, aun cuando consistan en señalar las irracionalidades, el descuido burocrático o las soluciones absurdas, como el maletín literario.

Alone definió a la lectura como el vicio impune: nada lo supera y solo nos enriquecemos gracias a el.

Para Somerset Maugham era una droga más adictiva que el alcohol, ya que si el borracho desprovisto de vino es capaz de tomar acetona, el lector sin libros recurrirá a los avisos de un diario antiguo y hasta a la guía telefónica.Claro que esto fue escrito hace unos 50 años, antes de que, al menos en Chile, la práctica de leer estuviera en vías de extinción.

Mientras tanto, Guadalajara sigue en un llano, México en una laguna y en Santiago el libro, la lectura, las librerías y todo lo relacionado con ellos tal vez tienen los días contados.

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  • Óscar

    cierre demasiado apocaliptico de la columna pero bastante buena. Creo que si valía la pena referirse al “lado B” de la presencia de Chile en la Fil Guadalajara…

  • carola veloso

    Después del escándalo de las acreditaciones unniversitarias y del ministro amigo de los acreditadores, ya nada, nada me extraña, mucho menos que la cultura y el libro estén al mejor postor

  • arlette desormais segura

    Me extraña que Camilo se haya demorado tanto en decir que los premios literarios son una payasada. Bueno, en verdad recuerdo una entrevista en Cooperativa en la que dijo que el Nobel vale callampa…así que mejor ni pensar en nuestra patética república de las letras con toda su pompa vacía y sus galardones arreglados que ocultan que estamos llegando irremediablemente al analfabetismo.

  • Eduardo Aguirre Donoso

    Muy buena columna, muy clara, muy informativa, con numerosos antecedentes poco conocidos, porque según lo que leo, el despilfarro público ha sido realmente increíble para…para nada. Felicitaciones a Camilo Marks y Cooperativa.cl

  • Karin Basso

    Totalmente de acuerdo en que la tecnología computacional puede llegar a ser la peor forma de alienación humana que se ha conocido, peor que la televisión, la publicidad y los medios audiovisuales, porque se trata de una adicción que nos mantiene todo el día idiotizados, sin comunicarnos con nadie y más aún, aislados en el mundo, perdidos en nuestra identidad, sin expresarnos de verdad, salvo para estar todo el día conectado, ¿conectado a qué? A la información tonta y a la nada misma.

  • Damian Servando Overmann

    Tal vez el cierre sea demasiado apocalíptico, pero creo que en parte es la verdad y en parte una de las tantas exageraciones de Camilo. Cuando llegó la radio, se pensó que iban a desaparecer los diarios, cuando llegó la televisión, se dijo que iba a desaparecer el cine y ahora estamos con la desaparición del libro. Si la lectura lleva miles de miles de años y el libro varios cientos, no creo que se extingan por la internet ni la tecnología. Sin embargo, a veces las exageraciones o afirmaciones tremendistas nos hacen pensar más y ver con claridad el panorama, por lo que felicito al columnista y a Cooperativa.cl

  • Rastignac Conde

    ¿Qué es el Fondo del Libro? ¿Qué es el CNCA? Francamente nunca había oído hablar de esas cosas. Es broma, por supuesto, pero para el caso da lo mismo, porque su relevancia es nula y no solo es lo que se desprende de esta muy, muy buena columna, sino que de lo que uno veo, escucha, conoce todos los días: a nadie le imporota lo que hacen, para nadie aportan nada o bien algo pueden servir para los apitututados de siempre. Pero para el público masivo, incluso para la gente que quiere leer libros, a precios accesibles, nadaque haga el estado significa mucho. A propósito, me extraña que Camilo Marks no haya hecho referrencia al escandaloso precio de los libros, que los ha convertido en bienes absolutamente prohibitivos. Es muy difícil, por no decir imposible,pedirle a alguien que gana el sueldo mínimo, y son muchas las personas en esa situación, que compre y lea, ¿o también estoy siendo apocalíptico?

  • Rastignac Conde

    Y notables las citas a Alone, el insigne crítico y a Somerset Maugham, un gran escritor, grande entre los grandes que se leyó mucho en tiempos de mis padres y ahora está completamente olvidado, para desgracia de las generaciones actuales.

  • Cristina Alencar

    Entre los libros más leídos a Camilo Marks se le olvidaron las confesiones sexuales de famosos, las memorias de figurones, los bodrios de algunas y algunos profesionales que mejor no nombro para no ser censurada. Y no estoy de acuerdo con él en que las listas de libros más vendidos indiquen tendencias, porque en todas partes son manipualadas y son también una triste manipulación que poco menos que obliga al lector a ir de cabeza a las librerías a comprar el último bestseller para estar al día. Porque si indicaran tendencias, resulta que no se leería Don Quijote, no se leería a Shakespeare, no se leería a Neruda, Gabriela Mistral ni Huidobro, no se leería Martín Rivas o Papelucho y resulta que en todos los colegios, hasta en los más malos, son textos que se leen. De todos modos, felicitaciones al autor y a Cooperativa.cl por esta notable columna.

  • Alicia Langlade

    Por supuesto que el tema tratado aquí no es para expertos, especialistas catedráticos o doctorados, es un tema que nos afecta a todos porque tiene que ver con nuestros bolsillos. Porque resulta que pagamos impuestos, nos deducen la mitad de nuestros sueldos, vivimos endeudados para sobrevivir y ni siquiera tenemos una educación digna, pese a ser el país con ingreso per cápita más alto de Sudamérica. Lamentable, terrible.

  • Víctor Delgado

    ¿Qué leen los chilenos? Los chilenos no leen nada, perdón, no leemos nada. Como siempre, hay unas pocas excepciones, pero la lectura se bate dramáticamente en retirada y casi es un desprestigio leer o andar con un libro frente a la cantidad de ipad, ipods, ebooks, tablets, kindles y toda esa maraña de aparatos que nos van a volver locos a todos. Excelente columna, felicitaciones al autor y a cooperativa.cl

  • Gabriel Valencia

    Durante siglos la gente vivió con absoluta prescindencia de eventos que hoy se estiman indispensables. Cito textual. De eso se sigue que podríamos vivir perfectamenrte bien y quizá mejor, sin ese derroche, esa arbitrariedad y esa insensatez que son las ferias del libro y los premios literarios. O sea, si se suprimen, nadie pierde y en fondo todos ganamos, porque en lugar de gastar plata en premiar a autores desconocidos o de poco valor y organizarfestivlaes multimillonarios, podríamos destinar ese dinero a las escuálidas bibliotecas públicas del país, lo que nos haría mucho mejor que esos despliegues de recursos y vanidades.

  • Rosemay Dawn

    Si no se culpa a los estados y los gobiernos no veo dónde podemos dirigir los dardos, porque el libro, la lectura yl a educación SON Asuntos públicos, no están ni pueden estar en manos de las transnacionales.

  • Carlos Rojas Wallenstein

    Muy buena columna y muy terrible también, y al contrario de otros que se asustan ante la verdad, no la encuentro nada de apocalíptica, porque el apocalipsis ya está encima de nosotros, ya lo tenemos a diario, ya lo vivimos las 24 horas del día.

  • Alba Stone Richards

    Si las listas de libros más vendidos no son manipuladas, yo soy la Reina Isabel II. Porque simplemente no puedo creer que todas las semanas, todos los años y todos los meses figuren libros que después no veo en ninguna parte a nadie leyendo ni tampoco los diviso en lugar alguno.

  • Tomás Eliseo Belmonte

    A lo mejor Camilo es muy duro con los ganadores de todos los premios literarios y muy exigente con respecto a la publicidad de muchos premios, pero la verdad es que en algo tiene razón, porque nunca siquiera había oído hablar de esos premios estatales y el Nacional, bien, muy bien este año por Óscar Hahn, pero ¿antes, mucho antes, quién le pone el cascabel al gato frente a tanta mediocridad?

  • Daniel Bravo Acuña

    Excelente columna, no estoy de acuerdo en todo, tal ni siquiera estoy de acuerdo con la mitad de ella, pero me gusta y me alegra que haya personas que se atrevan a decir lo que piesan y que lo hagan con fundamentos.

  • Elizabeth Bennett

    Una vergüenza el despilfarro y el derroche para nada, para absolutamente nada, en eso nos hemos convertido, en dilapidadores sin sentido ni sentido del ridículo.

  • Macarena Morales Findel

    La Autoayuda, el Fengshui, el Reiki, la Aromaterapia, los bestsellers, francamente, a estas alturas creo que es preferible que no se publiquen más libros y que se vuelva solo a la literatura clásica o asegurada por la lectura de las genraciones.

  • Walter Bunkey

    A mí no me consta para nada quela participación de Chile como invitado de honor en la Feria del Libro de Guadalajara haya sido un éxito. Aquí mismo se escribió un artículo sobre los millones de dólares que costó el stand. Y no creo que se haya recuperado nada, absolutamente nada de esa inversión, todo lo contrario, fue gastar por gastar y para lucirse por puro lucirse.

  • Doris Leonian

    Brillante como siempre, como siempre Camilo se pasa, por lo que lo felicito calurosamente a él y a Cooperativa.cl

  • Marcos Meyer

    Francamente, es la primera vez que me entero que se gastan decenas o centenares de millones de pesos en premios y becas literarias que deben ser de lo más secretas, porque tal como lo creo, no se ve que la literatura chilena esté pasando por un muy buen momento.

  • Jacobo Stern

    Claro que el entusiasmo es preferible a la apatía, pero no veo qué es lo que eso tiene que ver con el stand millonario de Guadalajara ni tampoco, para el caso, con el iceberg que se montó hace años en Sevilla y con el cual hicimos el ridículo mundial.

  • Gerardo Alcalá

    Una vergüenza, una real vergüenza que se gaste tnto para nada, pero así estamos y así terminaremos, convertidos en la barbarie cultural más absoluta en granmedida gracias a nuestras políticas “culturales”. Felicitaciones al iracundo Camilo y a Cooperativa cl

  • Helena Bass

    No es paranada un tema para expertos y la excusa que hay en el párrafo correspondiente está completamente demás, porque se trata, como ya se ha dicho más abajo, del dinero de todos nosotros, porque somos los ciudadanos y ciudadanas quienes financiamos y hacemos funcionar el Estado, de modo que debería haber absoluta transparencia en todo lo que se hace y no cosas tan secretas que bordean la clandestinidad.

  • Nadine Delacorte

    A juzgar por las listas de libros más vendidos en Chile, ninguna persona que ha obtenido premios literarios, sean del estado o de empresas privadas, ha tenido o tiene ninguna carrera literaria muy brillante que digamos. Y no es que yo crea para nada en esas listas, todo lo contrario, pero si se dan a la vez tantos premios, a lo menos algo debería saberse de esos misteriosos novelistas, cuentistas, poetas y ensayistas.

  • Bernhard Wolff

    Notable columna, bien escrita, clara y al grano y el final con las referencias a Alone y Somerset Maugham es como para ponerse a llorar a gritos.

  • Juan Carlos Olmos

    La mayor cantidad de recursos para todo siempre proviene del Estado y los privados no tienen nada que hacer, sobre todo en lo que respecta a la cultura y la literatura. Así que, al paso que vamos, los recursos públicos terminarán patrocinando la desaparición definitiva del libro y la lectura.

  • Georgina Cáceres Reinoso

    Excelente, completa, completísima, en pocas palabras y en forma clara tenemos un agudo y comprehensivo diagnóstico de las políticas culturales sobre el libro y de otros aspectos que apuntan a la crisis más grave que se vive en nuestro país, y tal vez en buena parte del mundo, desde mucho tiempo, casi diría que desde que se inventó la imprenta.

  • Hassan Boutheflika

    A mí no me extraña nada, nada de nada lo que se dice en esta columna después del escándalo de las acreditaciones y de todo lo que a cada rato se sabe sobre nuestra educación, así que lo que aquí se dice es casi una torpeza de kindergarten comparado con el resto de las políticas culturales.

  • Christelle Printz

    Las proyecciones futuras de las ferias del libro, de los premios literarios, de los encuentros nacionales, internacionales y mundiales de escritores son las siguientes: Microsoft Corporation, Apple, Google, Yahoo, Facebook y consorcios semejantes ya están decidiendo nuestras vidas y nuestro futuro, ya están envenenando todo, ya están cambiando la estructura mental y hasta física de las personas -subir fotitos, arreglar y alterar identidades, tener 1 millón de amigos, etc.- y ya tienen el toro agarrado porlas astas en prácticamente todo. Así que pronto dejaremos de leer, el libro será una curiosidad y estoy segura, segurísima de que hasta dejaremos de hablar y de comunicarnos básicamente con los demás.

  • Diego Luis Almarza Spencer

    Por cierto que el entusiasmo es mil veces preferible a la apatía, eso que dice Camilo al comienzo es totalmente innecesario. Pero una cosa es el entusiasmo por hechos reales, que se expresen en otros hechos reales relacionados con la cultura, con la literatura, con el fomento del libro y la lectura y otra muy distinta es creer que porque Chile es el invitado de honor esto significará más lectura y más cultura. Yo creo que no significa absolutamente nada. Felicitaciones al columnista y a cooperativa.cl

  • Ileana Cotrubas

    Nunca se me pudo haber ocurrido que había tanto despilfarro para nada, para que cada vez la gente lea menos, para que cada vez veamos como la cultura, desde los modales y hábitos básicos de las personas hasta un mínimo de reflexión, está literalmente desapareciendo. Un triste y terrible espectáculo, por suerte no voy a estar viva cuando toda la gente del mundo viva conectada a esas pantallitas mucho más idiotas que las pantallas de televisión.

  • Alfonso Ferreira

    ¿Y en qué quedaron las encuestas que hace unos años, me parece que en la década de los 90, hacía el INE sobre hábitos de lectura, conocimiento de libros, acceso a la literatura, etc? Recuerdo muy bien que la primera que se hizo arrojó resultados pavorosos: en la inmensa mayoría de los hogares chilenos la gente no tomaba un libro ni había leído ni uno solo en veinte o más años. Y luego vinieron otras y recuerdo especialmente aquella que demostraba el horroroso analfabetismo funcional de los chilenos: la gente era incapaz, absolutamente incapaz de entender un texto con instrucciones básicas, la gente no entendía nada de lo que leía, la gente, en realidad, NO SABÍA LEER, NO PODÍA LEER, NO ERA CAPAZ DE LEER PORQUE HABÍA CAÍDO EN EL ANALFABETISMO. ¿Se seguirán haciendo esas encuestas? ¿O se puso fin a ellas ante la irreversible e irremediable caída en el analfabetismo de la inmensa mayoría de las personas? Me pregunto por qué se puso fin a esa iniciativa o si se trata, una vez más, de la fatal desidia de nuestras autoridades, del absoluto desinterés que tienen en aspectos básicos de la ciudadanía, de la completa indiferencia frente al salvajismo en que nos estamos hundiendo. Camilo tiene toda la razón al subrayar que la lectura es un hábito ciudadano, por lo que lo felicito y hago extensivas mis felicitaciones a cooperativa.cl

  • María Isabel Wahl

    Como no van a venir del Estado los mayores recursos para la cultura y en concreto para el libro y la lectura si a las empresas privadas lo único que les interesa es el lucro, el lucro y más y más lucro. El problema es que ahora parece que no hay ninguna diferencia entre unos y otros, porque si alguna vez el Estado persiguió el bien común…eso parece ya prehistórico, ya que todo, todo en este país está total y absolutamente condicionado por el lucro, la ganancia, los intereses, los intereses de los intereses, los beneficios pecuniarios, la usura.

  • Esteban Eleuterio Miranda

    Excelente columna, pero bien deprimente y desmoralizadora, pues demuestra una y otra vez en lo que nos hemos convertido, un país donde el libro y la lectura están en vías de extinción, si es que ya no se han extinguido totalmente y nadie parece notarlo en medio de la alienación consumista, tecnológica, virtual, que cada vez nos aisla más a los unos de los otros y nos convierte en robots, entes inanimados, sin pensamiento, sin historia, sin pasado, sin nada a lo que echar mano en el espantoso yermo en que vivimos. Felicitaciones a Camilo Marks y cooperativa.cl

  • Mireya Santos

    FENG SHUI, REIKI, AROMATERAPIA, AYURVEDA, RECETAS, COMIDA TAILANDESA, DULCES POLINESIOS, JA, JA, JA, JA, ESO ES LO QUE SE LEE EN CHILE, SUPUESTAMENTE EL PAÍS MÁS DESARROLLADO Y ECONÓMICAMENTE PODEROSO DE AMÉRICA LATINA, FRANCAMENTE, PREFIERO IRME A VIVIR A UNA TRIBU AMAZÓNICA DONDE NUNCA HAN VISTO UN TELÉFONO Y JAMÁS DE LOS JAMASES LLEGARÁ LA INTERNET.

  • Miguel Mercado

    Excelente, notable, unintelectual que no se queda en sus laureles literarios o académicos y que se atreve, con valentía y claridad, a decir con fundamento y sin baches a decir de veras lo que piensa, Camilo, por favor escribe más seguido en cooperatriva.cl

  • Julio Valdés Ilabaca

    Entretenida, irritante, provocativa, valiente, sin falsas medias tintas, ¿quién escribe y habla así en el Chile de hoy? Solo algunos egresados de la enseñanza media del Instituto Nacional, uno que otro chico disconforme y Camilo, felicitaciones calurosas a él y cooperativa.cl

  • Manuel Sepúlveda Marín

    Camilo nunca aburre y siempre sale con alguna nueva gracia. Que es exagerado, tremendista, un poco desaforado y su poco apocalíptico es cierto, pero por lo menos yo se lo perdono si me hace pensar y la verdad es que nadie hace pensar nada en el Chile de hoy, nadie es capaz de sacudir un poco que sea nuestras neuronas, así que repito lo que otros y otras han dicho antes que yo, Camilo, no te mueras nunca y que este espacio de libertad de cooperativa.cl siga adelante.

  • Leonardo Marticorena

    La verdad es que la cultura, el libro y la lectura se prestan para contubernios parecidos a los económicos, las acreditaciones universitarias, las candidaturas y todo lo que pasa en este país es ahora un contubernio sin transparencia ni fiscalización ciudadana.

  • Liliana Castro

    No veo por qué la participación de Chile en la feria de Guadalajara fue un éxito si los pocos que supieron de ese éxito fueron los que fueron a lucirse y si, como se dice al final del segundo párrafo, las proyecciones futuras de ese evento multitudinario son dudosas. No se dice explícitamente esto, no se emplea la palabra “dudosas”, pero por lo menos para mí está claro como el agua que se gastó un dineral en algo que no se va a traducir en ningún beneficio concreto para la cultura chilena y tampoco creo que los mexicanos empiecen a leer a autores chilenos solo porque había algunos libros de ellos en Guadalajara.

  • Jane Goodwin

    Puede parece demasiado decir que la lectura y los libros tienen los días contados, pero cuando uno ve a diario, en todas partes, en la calle, en el metro, en loscolegios, en las micros, en los edificios públicos y privados, donde vaya, a gente joven y no tan joven enchufada todo el día a aparatos en los que hablan, leen y escuchan, gente conectada las 24 horas del día a nada, gente enviciada, drogada, absolutamente estultificada porla nueva tecnología, gente que ya ha perdido las habilidades básicas de comunicación debido a esta tecnología de la alienación, entonces no es exagerado pensar que estamos llegando al fin del libro y la lectura.

  • Arturo

    Lamentablemente es poca la repercusión que tienen las letras en el mundo actual; de todas maneras, a veces se observa una suerte de beatería del libro, cual si se tratare del único medio existente en cuanto soporte artístico. No digo, con todo, que sea el caso de la presente columna, que apunte a una crisis global, sino el de una tendencia generalizada en ciertos círculos que se suelen calificar de cultos o sofisticados. Desde luego que es necesario promover la cultura de las letras, pero también la del cine, la del teatro, la del idioma, etc. Un país culto es mucho más que aumentar algunas cifras que hagan calzar a nuestro país en los escuálidos estándares exigidos por las acreditaciones internacionales, tan populares últimamente como mediocres y tendenciosas. Gracias por la columna.

  • Juan Carlos Soler

    Personalmente, creo que la tecnología digital es una de las peores, si no la peor forma de alienación que se ha conocido en la historia. Como sucede siempre con las cosas nuevas, siempre producen euforia, por ejemplo, se pensó que con el telégrafo iba a haber más comunicación, que el teléfóno traería incontables beneficios, que la televisión podría termianr con las guerras, es cosa de ver las imbecilidades que se escribieron en esa época. Y ahora se llama sociedad del conocimiento o de la información a estar todo el día con la mirada fija en la pantalla de un computador, a bajar, subir, descargar o como quiera que se llame el hecho de ver juegos, fotos, películas, en esa pantalla, a hablar las 24 horas del día por celulares o aparatos que, basta con ver la cara de sus usuarios, destruyen las pocas neuronas que tienen, a perder las mínimas formas de convivencia cuando la gente, especialmente los jóvenes, chillan, aúllan o profieren sonidos guturales por esos artilugios, en fin, a comportarse en forma inhumana, cretina, bestial, sin que a nadie le importe absolutamente nada el descenso intelectual y moral al que se ha caído. Un ejemplo típico en la clase media de hoy: una familia entera está sentada en la mesa mirando la tv, y cada uno con su respectivo equipo, un ipad, un mp3, un ipod o como se llame a estos inventos. Háblenme del futuro del libro y la lectura por favor, si ya está completamente liquidado.

  • Victoria Zúñiga

    Muy buena columna, insisto en que Camilo debería escribir más seguido, felicitaciones a él y cooperativa.cl

  • Sonia Escudero

    A mí no me escandaliza nada ni me llama mayormente la atención que las políticas públicas sobre el libro y la lectura sean un completo despilfarro y una pérdida de tiempo. ¿Qué otra cosa es lo que se viene haciendo hace dos o más décadas en todo, no es todo o casi todo en este país un despilfarro y una pérdida de tiempo y también una negligencia increíble cuando vemos en qué han terminado la salud, la educación, la cultura? Y cuando vemos los negociados, el lucro, los escándalos de las acreditaciones y a tanta, tantísima gente que quiere educar a sus hijos y termina mandándolos a cualquier universidad donde no van a aprender nada. Es lo que hemos sembrado, lo que se ha sembrado desde que comenzó la famosa transición democrátrica, que de transición no tuvo nada y de democrática mucho menos.

  • Marlene Gerhardt

    Las listas de libros más vendidos son una vergüenza, mejor dicho da una vergüenza ajena espantosa verlas y ver qué es lo que están leyendo los chilenos ahora. Creo que en ningún país del mundo donde se confeccionen estos listados se produce el bochorno, la vergüenza, la caída fatal en la idiotez que muestran los libros más vendidos cada semana, cada mes, todo el año: si alguien me cita una sola obra de valor que haya figurado en los últimos años, le doy el Oscar, le doy un premio millonario, porque todo, todo lo que se vende y lee en Chile es pura y simple imbecilidad.

  • César Ludger

    Comparto lo que se ha dicho a propósito de la crisis mundial derivada de las nuevas tecnologías, porque todo el mundo las celebra, todo el mundo se compra aparatitos, todo el mundo vive todo el día hablando, mirando y reconcentradamente escuchando o viendo ese mundo virtual que, casi siempre, es solo ruido, tontería, insignificancia, cero cultura y que nos terminará destruyendo la inteligencia a todos. Felicitaciones por el artículo de Camilo, como siempre de gran nivel y felicitaciones a cooperativa.cl

  • Martín Laniers

    No estoy tan de acuerdo con que no deba culparse a los estados y a los gobiernos por la incontrolable situación derivada de la crisis del libro y la lectura y de la invasión en todos los órdenes de la vida de las nuevas tecnologías. Porque todos los gobiernos y toda la gente parecen creer que es cosa de llegar y llenar colegios de computadores, plasmas y conexión a esa pesadilla que se llama internet para que nuestra educación supere todas sus espantosas limitaciones y entre en una nueva fase de calidad. Y pasa todo lo contrario: las nuevas tecnologías, si no se emplean como medio, sino como fin, que es lo que se está haciendo, destruirán completamente la educación y la cultura.

  • Mariel Schlesinger

    La verdad es que la literatura era mucho, muchísimo mejor en el siglo XIX ycomienzos del XX, antes de que el mundo entero se viera inundado de ferias de libros y premios, porque si alguien me dice para qué sirven o si en realidad hoy significan algo para la cultura y en específico para la literatura, y no solo lo dice sino que lo demuestra, bueno, cambiaría radicalmente de opinión. Pero no veo nada en la realidad circundante, y concretamente en la chilena, que me pueda hacer cambiar de punto de vista. Muy buena columna de Camilo Marks y muy bueno el espacio de Cooperativa.cl, los felicito a ambos.

  • Andrés Toledano

    Esta columna no tiene nada de arcana, exótica ni es en lo más mínimo para especialistas, se trata de la forma como se entiende la cultura en Chile, de lo que se gasta inútilmente en ella, de lo que lee la gente, de la crisis del libro y la lectura, de la pavorosa alienación generada por las nuevas trecnologías, así que no hay por qué hacer como si se pidieran disculpas por escribir en forma clara lo que a todos nos afecta. Felicitaciones a Camilo Marks y a cooperativa.cl

  • Kate Emans

    Excelente, como de costumbre no sobra ni falta nada, me sumo a las felicitaciones a Camilo y cooperativa.cl

  • Miguel Ossandón Durán

    Extraordinario, como siempre.

  • Yolanda Wormald Chong

    Francamente, las políticas culturales son un chiste, el fomento al libro y la lectura palabras vacías y de la educación mejor no hablar. En todos los países del mundo el ramo de Castellano, que aquí se llama Lenguaje y Comunicación o algo así, es la asignatura más importante, la base de la formación de una persona, el índice cultural de mayor significación. Pero como ahora se dan a leer resúmenes de resúmenes y todos piensan que el acceso a la internet lo resuelve todo, cuando ni siquiera incentiva el pensamiento, estamos como estamos: un país de analfabetos ilustrados o semiilustrados, una selva donde se salva el que puede, una pérdida irremisible de los valores educativos y una caída libre en el oscurantismo.

  • Gloria Villalobos

    La culpa de todo la tienen las transnacionales y por supuesto el Estado, que solo sirve a sus propósitos. Son ellos los culpables de que en Chile se lea pura porquería, se publiquen solo libros desechables, se idiotice a la gente para que no piense y viva sumida en la alienación, la alienación permanente y la peor que hemos conocido enl a historia. Y así como obligan a toda la gente a ir a los malls, a adquirir tarjetas de crédito para endeudarse, a comer McDonalds y pura chatarra, a ver cine de pésima categoría, también obligan a la gente a leer imbecilidades y tomar el libro como algo que es solo para pasar un rato que debe olvidarse cuanto antes, para después seguir en el círculo infernal del consumo y la alienación. Háblenme entonces de políticas del libro y la lectura, de políticas culturales, de educación…espero que no sea demasiado tarde y que nuestros nijos y nietos puedan vivir en un mundo más creativo y libre. Pero lo dudo, lo dudo mucho al paso que vamos.

  • Isabella Badasjan

    Recientemente, se publicó un estudio de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) sobre las adicciones más patológicas, como consumir drogas, comer en forma compulsiva, ingerir constantemente dulces y varias otras que crean dependencia y convierten en esclavos a las personas que las sufren. Este estudio está, además, avalado por otros, de instituciones públicas y privadas que se ocupan de la salud física y mental de los norteamericanos. Entre las más precoupantes se encuentra la adicción a la internet, que somete a sus usuarios a una servidumbre permanente, con consecuencias catastróficas: síndrome de privación al verse sin conexión a la red las 24 horas del día, inestabilidad emocional severa, pérdida de la autoestima, de por sí baja, desconcentración, ansiedad, incapacidad de comunicarse con los demás, especialmente con los pares y otra serie de alarmantes síntomas. Huelga decir que las personas enfermamente conectadas a la internet son también clientes habituales de sitios pornográficos. Y la adicción a la pornografía sí que es seria, porque es muchísimo más fuerte, muchísimo más irresistible que otras formas adictivas, porque convierte a sus víctimas en personas incapaces de tener relaciones sexuales normales, imposibilitadas de relacionarse en forma estable con una pareja, entes que viven en un mundo propio y recluido, presas de sus fantasías, lo que los vuelve impotentes, agresivos, inestables, inseguros, con una pésima opinión de sí mismos, sin tener siquiera una idea de lo que son o pueden ser los vínculos afectivos reales. Muchas de estas personas se encuentran en tratamiento en Estados Unidos y participan en grupos similares a los de Alhólicos Anónimos. Háblenme, entonces, de los maravillosos beneficios que ha traído la tecnología virtual, sigan alabando la famosa -y falsa- sociedad de la información, continúen pensando, como en Chile, que instalar computadores en las escuelas y colegios es un salto cualitativo en la educación. JA, JA, JA, JA, JA, JA.

  • Cecilia Palma

    Este es un tema complicado, difícil de abordar y necesario de considerar. Efectivamente se han gastado miles de millones de pesos en becas, premios, ediciones, etc. que terminan, en el mejor de los casos, adornando un mueble de cualquier living o habitación. Es cierto que los escritores son (somos) cada vez menos conocidos y que en realidad, siendo francos, a la mayor parte de este país, le importa un rábano la literatura. Es cierto que el CNCA es un intento fallido de aumentar la lectura de este país. Fallido porque no lo logra.
    Ahora, yo no cuestionaría el hecho de que algunos escritores -ojala que más por mérito que por pituto- obtengan una beca literaria. A mí me encantaría alguna vez lograr una. Y es que nuestros escritores, en la mayoría de los casos, son gente con muchas necesidades económicas y, que han dedicado -bien, más o menos o mal- su vida a las letras de este país, a investigar, a escribir, etc. ¿Por qué no podrían tener el mínimo reconocimiento por parte del Estado de Chile? A mí me parece justo. El tema está en el por qué nuestro país no lee. ¿Qué pasa? ¿Por qué en los inicios de los 70 se leían miles de libros? ¿Qué pasó después de aquello? Es un análisis largo que hay que sostener en una discusión seria que permita llegar al meollo del asunto y corregirlo. Políticamente se dice que a los gobiernos, partiendo de la dictadura, no interesa tener a un pueblo ignorante. Es más fácil gobernar así. ¿Será? Y es que no puedo comprender en qué minuto nos convertimos en el pueblo que ahora somos.
    Yo no soy tan vieja, tengo 50 años y en mi niñez se leía. Los planes de lectura desde la enseñanza básica eran espectaculares. Evidentemente la educación, desde que pasó a las manos municipales, se deterioró ostensiblemente No hay que ser pitonisa para afirmar una cosa así. Luego, este intento de la concertación de tener un consejo de la cultura… que… bueno, hay que decirlo, no ha obtenido los resultados esperados. Son parches en una herida que no se ha limpiado.
    Éste, es un tema larguísimo que me encantaría que se pusiera en la palestra, en un sitio digno, con todos los actores correspondientes, donde el debate sea sincero y conducente a un real intento de sacar a nuestro pueblo de la total ignorancia. ¡Claro que es un mal mundial!, pero podríamos, si quisiéramos, salirnos del círculo. ¿No te parece? Voluntad, eso haría falta, pero soy mujer incrédula. Más bien, reafirmo que a los gobiernos les importa un bledo la literatura, porque no es un show, no es circo; y más aún, es peligrosa. Aquel que lee y se informa es un ente activo y pensante. ¿O no?

  • IngridLaraLeon

    ya he escrito como 3 veces este comentario, y no puedo enviarlo, es algo atroz. Habia puesto que las Ferias de Libros no sirven para hacer de los paises un mundo de lectores, solo sirven para que se luzcan los escritores, editores, que van a la Feria delLibro, como fueron los de Guadalajara. Lo mismo pasa con los premios literarios, no hacen un buen escritor, por lo general. Lo terrible es que se va acercando el fin del libro impreso, debido al veloz progreso de la tecnologia.