19 nov 2012

Mala educación

Arturo, después de haber hecho una larga y fructífera carrera como médico cirujano en Miami, se dedica ahora a la docencia y oficia actualmente como médico director de un importante hospital en Florida . Fue él quien, movido por la nostalgia , me incentivó a convocar a la cena anual del glorioso 5º D Humanidades del año 1965 del Instituto Nacional .

Recuérdese que por el año 65 del siglo pasado, la educación tenía dos etapas, una primaria y otra secundaria o de Humanidades. Después, el 68, Frei Montalva amplió en dos años la educación primaria y se dividió el ciclo colegial en básica- de ocho años- y media- de cuatro. Cierro paréntesis y vuelvo a Arturo.

Este amigo , semanas después de haber tenido lugar la agradable cena institutana , junto con las fotos de la comida, me hace llegar un testimonio fotográfico que inspira esta columna . Aparece Arturo fotografiado en el mismo banco de hace 47 años. La misma sala de clases.Incluso se podía , entre aquellos añosos pupitres con asiento empotrado al suelo a través de una gruesa viga de acero, distinguir a mi propio y viejo pupitre, intentando sobrevivir al paso de los años.

Lo notable para mí no fue ciertamente constatar el paso de los años en rostro y la cabeza de mi amigo, ya que si estuviese yo frente al espejo podría sorprenderme de la misma manera al contemplar mi faz.

Lo que me llamó la atención es el entorno, la sala de clases, holladas sus paredes por la inmundicia y los grafitis ; infame rémora de una barbarie sobrecogedora. Al recibir y examinar ese testimonio gráfico, se me ocurrió rescatar de entre mis archivos, otra imagen, esta vez en blanco y negro, con clara tendencia al sepia. La instantánea la tomó el mismo amigo de quien hablo , pero en Junio o Julio de 1965.

En ellas se muestra a los niños que éramos en aquel tiempo; todos sonrientes, curiosos , algunos gesticulando, como suelen hacerlo jóvenes de quince, de dieciséis, cuando aun no tienen el “alma con mediasuela” , en medio de un ambiente de paredes impolutas, recubiertas de madera corrugada , pudiéndose ver, al fondo, un diario mural profusamente lleno,con trabajos,caricaturas y eventos del curso.

Estas líneas serían solamente un vehículo de la nostalgia que muchos desdeñarán por sentimental pero no es eso lo que me moviliza. La foto actual es para mí una imagen viva del deterioro de la educación pública.

Imposible, además , no preguntarse tras cartón si en los colegios particulares pagados, con los cuales frecuentemente los institutanos de todos los tiempos compiten – antaño en el Bachillerato y la PAA ; hoy en la PSU o en pruebas deportivas-, se toleraría un maltrato semejante a sus aulas.

No es necesario ser partidario de una dictadura, como decía el ahora defenestrado Bichi Borghi, confundiendo lastimosamente disciplina básica con autoritarismo, para entender que los groseros grafitis, la indecencia del entorno que se muestra en nuestra vieja sala de clases , no son aceptables. Porque antes que nada emporcan el proceso educativo que tiene lugar allí y bañan de mugre a quienes intervienen, entre ellos a los propios alumnos.

Junto con esa reflexión , añado algo que mi buen doctor y ex condiscípulo me contó a propósito de su visita a las aulas que nos formaron en tiempos demasiado remotos.

Me refiere Arturo que en esa ocasión los maestros con quienes se entrevistó le hicieron ver que los ambientes escolares que conocimos y que hacían prácticamente imposible concebir atentados de esa naturaleza, han dejado de existir, reemplazándolos , como forma de convivencia, por una suerte de entramado de incomunicación y falta de confianza .

Se me vino a la cabeza los que nuestra hermosa ex profesora de música de aquellos días felices, me dijera en la misma comida anual de curso , al relatarme que hacia mediados de los 80, el ambiente tóxico de sospechas de todo tipo , desde y hacia los profesores o de estos entre sí, era de tal naturaleza que consideró necesario abandonar el Colegio para siempre.

Todo eso me hace pensar que el emporcamiento de las salas de clases tiene raíces más profundas en esta historia de la mala educación de que padece nuestro país , pues si en la convivencia diaria entre los actores subyace la desconfianza y el recelo, no hay que ser muy avispado para concluir entre las víctimas de tal marasmo se hallarán el aprendizaje y la disciplina.

Y mal que mal , cuando la promesa de adquirir disciplina y de paso aprender algo, no se va cumpliendo , no es de extrañar que a poco andar campee el vandalismo , ese estadio superior de la falta de respeto. No se trata de repetir, con Jorge Manrique “ como a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor”, ni caer en raciocinios simples, pero me parece que lo que “huele mal” en esta Comarca está a veces en la base del proceso y lo que se ve no es sino la punta del iceberg.

Mientras tanto, yo propondré a esos muchachos del 65 , con ocasión del cercano bicentenario del querido Instituto Nacional que colaboremos con gestos de desagravio. Que le lavemos la cara y le peinemos la frente al viejo colegio.Sugeriré que apadrinemos a esa maltrecha Sala, garantizándole ornato y aseo . Para que envejezca con dignidad.

Mal que mal , cerquita de mi amigo Arturo me sentaba yo y pienso que si el viejo pupitre cuyo asiento sigue empotrado al cemento, se ha dignado sobrevivir al paso del tiempo y a los maltratos , es porque espera el salvataje de alguno de sus antiguos amigos. Para seguir sirviendo de soporte a nuevos hombres que, de verdad, como decía Camilo Henriquez en el manifiesto de fundación, “den a la Patria honor y la hagan florecer…”

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • Moralejajob morales ramirez

    La Gloria del Instituto Nacional del 65 verdad plena como dice el Himno imborrable,QUE VIBRE COMPAÑEROS EL HIMNO INSTITUTANO,el canto del más grande Colegio Nacional”,que nos llena de orgullo y hace inolvidable sus aulas,tan respetadas y sus profes a los cuales admirábamos todos próceres de saber. Respetados como alumnos a nuestro ingreso a las mejores facultades de las Universidades Chilenas,donde se ingresaba por mérito académico y no habían privadas donde se ingresa por dinero. El orgullo institutano de ese tiempo supera con creces el cariño a la Universidad donde estudiamos. Hay institutanos en todas latitudes del mundo y casi el 100% exitosos y todos añoramos la formalidad,el respeto,la disciplina, que nos entregó y nos transformó en probos profesionales en todas las áreas, constituyéndonos en aporte para nuestra patria y entregando a nuestros hijos como nuevas generaciones de profesionales para este Chile TAN QUERIDO. Cualquier campaña para restaurar esas imborrables aulas donde Hitler Poblete imponía su disciplina junto a Fumanchu Morales y el Indio Colo Colo,hoy Ministro de la Corte de Apelaciones y así tantos otros,que nos entregaron el orgullo de ser Instituttanos.

  • Alvaro Silva

    En mi opinión, el graffiti es una forma de mostrar rabia, rencor, marginación. Es ensuciar y hacer feo, todo aquello que antes estaba “ordenado y limpio”. Lo de “es una forma de arte urbano” no me lo trago, sin embargo creo que condenarlo sin buscar más profundamente que hay bajo el, es tratar de tapar el sol con un dedo. Siento que al final el rayado indiscriminado, el vandalismo y los encapuchados, son la manifestación más palpable de la anticultura, de todo aquello que hoy tan hábilmente trasmite y glorifica nuestro sistema neoliberal. Cada vez nos alejamos más de ser ciudadanos conscientes y nos acercamos, como dice el artículo, a un estado de barbarie, producto del profundo quiebre que hay entre lo que el sistema nos lleva a ser y lo que profundamente somos. Es la sociedad de la insatisfacción, del marketing económico, político y religioso, del cartón piedra, de la utilería, de lo desechable. Eso crea seres profundamente insatisfechos, ya que en el fondo se sienten parte de una artificialidad muy ajena a su propio Ser. Así, el graffiti es solo la punta del iceberg, que muestra que el mundo que estamos creando y ofreciendo, no es querible, no es más que un “vivamos el presente porque el mañana será más feo que el horrible hoy”. Así, rayo y ensucio el exterior y reflejo en ello la suciedad con que el sistema modeló mi alma.    

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=1163673303 Pedro Pagliai Fuentes

    Notas al margen. Aquellos estudiantes del 65 son padres o abuelos de los estudiantes que hoy rayan paredes en las aulas de los colegios. 

    • Chacon Oyanedel Alberto

      Interesante reflexion , breve y también inculpatoria de lo que , como generación hemos hecho. Lastima si-hay que reconocerlo- son muy pocos los que apostamos a la educación pública , llegado el momento y , en lo personal no me arrepiento. Cuando fui padre, a mi vez, a partir del 74 nunca confié en el Estado como euducador. Los testimonios que he recogido me dan la razon.

  • http://www.facebook.com/audito.saavedramartinez Audito Saavedra Martínez

     

    HOY 22 DE NOVIEMBRE: DÍA DE LA EDUCACIÓN PARVULARIA Y
    DEL EDUCADOR DE PÁRVULOS: SINCERAMENTE, HAGO LLEGAR UN
    AFECTUOSO Y SINCERO SALUDO, A TODAS LA EDUCADORAS DE PÁRVULOS, EN ESTE VUESTRO
    DÍA, DESEÁNDOLES UN MUNDO DE FELICIDADES, POR TAN ENCOMIABLE LABOR, QUE CADA UNA
    DE USTEDES DESEMPEÑAN A FAVOR DE LO MÁS PRECIADO DEL SER HUMANO,… DONDE
    MOLDEAN SIGNIFICATIVAMENTE, A ESTAS PERSONALIDADES DESDE LA MÁS TIERNA EDAD.

    Hoy
    no es un día más, es un día especial … es el día donde nosotros los
    profesores, saludamos con mucho cariño, respeto y admiración, a todas aquellas
    Educadoras de Párvulos que han acunado desde siempre, lo más valioso del ser
    humano, el amor al prójimo … el amor al infante, el amor a los de pre-kínder,
    y a los de kínder, que asisten a las escuelas y cursos de párvulos, a veces
    llegan llorando, porque no quieren soltarse de la mano de sus padres a un mundo
    desconocidos, pero los padres confiados, en las buenas manos de las Educadoras,
    os dejan a pesar, que con un poco de nostalgia, pero con la confianza, que allí
    recibirán toda la atención, que necesitan a la tierna edad de estos infantes.
    Sin duda, hay avances a nivel de las bases, ya que hay educadoras que, a pesar
    de la instrumentalización y homogeneización que muchas medidas del sistema
    están haciendo sobre su trabajo, hacen su rol profesional, diagnosticando sus
    comunidades educativas, contextualizando sus currículos en un trabajo de
    calidad que busca incorporar los sentidos de sus actores para favorecer sus
    potencialidades en ambientes de bienestar y de oportunidades. Por ellas y por los niños y niñas con que trabajan,
    celebremos, pero que deben hacer algo, para que el país y sus diversas
    autoridades, las de antes, las de ahora y las de mañana, les tomen en serio.
    Para ello, deben ser más profesionales que nunca, formarnos permanentemente,
    pero también tener voz fuerte con base científica en todos los ámbitos de vuestro
    quehacer. ¡Feliz día colegas! Veamos si pueden comprometer a los sectores
    políticos a un actuar diferente para los próximos años. Ustedes que son
    Educadoras de Excelencia, Educadoras de pasión, Educadoras de la vida,
    Educadoras como todas, comprometidas con niños y niñas de nuestra patria.  Un fraterno abrazo… ¡FELIZ
    DIA EDUCADORAS DE PARVULO! Cariñosamente:
    DE. AUDITO SAAVEDRA MARTÍNEZ, VICE-PRESIDENTE REGIONAL, REGIÓN
    DE LA ARAUCANÍA, COLEGIO DE PROFESORES DE CHILE A.G.