El fin de semana recién pasado, se puso a prueba, una vez más, la capacidad de asombro, tolerancia e indignación de una sociedad, como la española, arteramente agredida, ya no solo en su bolsillo, el bienestar general y en sus derechos fundamentales, sino también en su dignidad.
En efecto, el día jueves comparecieron ante la Cámara Baja (el Congreso de los Diputados, la principal cámara del parlamento español) para dar cuentas de sus actos y explicar cómo es que España llegó a su actual desastre financiero (luego de tener “el sistema bancario más sólido del mundo”, según ZP), algunos de los principales actores de este escandaloso proceso, léase Julio Fernández Gayoso, ex presidente de Nova Caixa Galicia; Elena Salgado (PSOE), ex biministra de Hacienda y Economía de Zapatero y el muy esperado, ex presidente de BFA-Bankia, Rodrigo Rato (PP).
Por la tarde, la jornada continuó con la presencia del ex político catalán (PSC) que fue vicepresidente de España en la administración de Felipe González,pintando para su sucesor si no hubiera sido por el escándalo que lo sacó de la primera fila política, hoy devenido en banquero y ex presidente de Caixa Catalunya (el principal banco catalán), Narcis Serra.
Para no entrar al detalle de, las francamente, escabrosas intervenciones, rescatamos, sí, una contundente conclusión: hemos asistido a una de las más grandes tomaduras de pelo de los últimos tiempos en este país.
Las absurdas explicaciones que se dieron en un espectacular marco de solemnidad y de no poco cinismo, tirando todo el tiempo balones fuera y culpándose unos a otros, sin el más mínimo sentido de la autocrítica, representan -hay que decirlo con todas sus letras, alto y claro, para que se entienda bien- una de las burlas masivas más vergonzantes que se tenga memoria en este último tiempo en España, por la magnitud del problema y el calado de los actores involucrados.
Algo que, pese a la desinformación reinante, seguramente, será recordado por mucho tiempo.
Se han reído descaradamente, ni más ni menos, que del Parlamento en Pleno, de los medios de comunicación y de la opinión pública entera. Rodrigo Rato, en su intervención llegó al colmo de la desvergüenza, al igual que su colega Salgado, señalando que “actuamos correctamente en colaboración y sintonía de los organismos supervisores correspondientes.”
En circunstancias de que su destrozo pasó por (la intervenida) Bankia contribuyó decisiva y sustancialmente al mayor rescate de la banca española de toda la historia, dejando un agujero de más de 23 mil millones de euros que han tenido que ser requeridos al erario público.
Sin embargo, cabría preguntarse, luego de la performance de cine que protagonizaron estas “lumbreras”, que implicó un rescate de 100 mil millones de euros, ¿qué hubiera ocurrido, siguiendo sus patéticos razonamientos, si, entonces, hubieran actuado mal o incorrectamente?
Mientras tanto el presidente del Banco Central Europeo (BCE), el tecnócrata Mario Draghi, dejaba de manifiesto con una sola frase para el bronce, quien manda en realidad en Europa y en España, a la par evidenciaba las veleidades del escandalosamente especulativo comportamiento de “los mercados”: “El BCE está listo a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y creedme, eso será suficiente”.
Pues nada más abrir la boca se aplacó inmediatamente la ira de los mercados que azotaba inclementemente a España desde hacía días; a los pocos segundos la bolsa se levantó del suelo como Lázaro y la “Prima de Riesgo” española, a punto de reventar (en cifras históricas de 650), se desinfló en picada en 50 puntos básicos.
Por último, el viernes, por si fuera poco, fueron dadas a conocer las nuevas cifras del desempleo de este país. A varios meses de gobierno de los “ Populares” y de la aprobación de la (contra) Reforma Laboral 2012, que marcaría “un antes y un después”, según Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta primera del gobierno. El “después” está despuntando de manera desastrosa.
Con el paro y la sostenida destrucción de empleo aumentando a tajadas insostenibles.Subió en 53.500 personas en el segundo trimestre del año, con lo cual España ha llegado casi a 6 millones de personas desempleadas, lo que representa que 1 de cada 4 españoles o el 24,63% de población activa de este país está sin trabajo: El país con más parados de la zona UE, incluyendo Portugal, Irlanda, Grecia e Italia. Otro de los impresentables records históricos de los españoles.
Por su parte, Luis de Guindos, el flemático ministro de Economía español, siguió haciendo gala de sus “esquizoanálisis” y negando lo innegable, que “España es un país solvente y que no será intervenido”.
No por nada este señor fue el representante europeo de Lehman Brothers, lo cual, sin duda alguna, dice bastante del personaje en cuestión y de sus eventuales trastornos.