Se anuncia una investigación sobre el comportamiento de las empresas eléctricas, a propósito de los temporales del fin de semana.
Lo anterior es muy oportuno porque al menos en Santiago, colapsó de inmediato el sistema telefónico de Chilectra para recibir reclamos por emergencia y cuando después de muchos minutos de espera se podía reclamar, las telefonistas no tenían la menor idea de lo que estaba pasando.
Chilectra no tuvo la precaución de prepararse para un temporal que se conocía que se acercaba a Santiago y sus tiempos de respuesta a través de subcontratistas demoró en algunos casos casi 24 horas, lo que es una auténtica vergüenza.
Resultaría extraordinariamente útil informar a los consumidores del monopolio eléctrico cuales son los mecanismos con que nuestro proveedor se prepara para las emergencias y cómo funciona su sistema de telefonistas y como se informan aquellas de lo que está ocurriendo con el servicio eléctrico.
Resulta sorprendente que Chilectra no tenga un sistema que permita saber de inmediato cuando un transformador deja de operar y que deban ser los usuarios, gastando muchos minutos de celulares, lo que le informen de la ocurrencia de un problema de suministro.
En tiempos en que se reclama eficacia de todo el mundo, esta empresa de capitales extranjeros no da el ancho y revela que sus inversiones se mantienen en el mínimo.