Es perfectamente posible que Pinochet haya llegado a tener 27 millones de dólares en contra su voluntad. No tiene por qué ser corrupción. Los estudios realizados por los peritos psiquiátricos al dictador, revelaron que siempre estuvo bajo las órdenes de su alter-ego: Daniel López.
Sólo así podemos entender que López le haya incrementando su patrimonio, sistemáticamente, sin el consentimiento del benemérito.
Daniel López se tomó la mente de Augusto a los 7 años.
Su padre siempre le daba centavos para que dejara de hinchar y buscara por el barrio El Almendral de Valparaíso caramelos de la época. Cierto día le dijo el padre: “¡Ahí tiene hijo para que se compre “pirulos”, “castañas” y… también consígase unos “guatones!”.
Algo hizo clic en la mente del niño desde ese día, fue en esa jornada que nació Daniel López para dominar por siempre al inocente Augusto. No gastó el dinero en caramelos y depositó cada mes sus centavos en la antigua Caja Agraria. De ahí en adelante, Daniel tomó el control sobre la obsesión de amasar guatones y más guatones.
A los 10 años, Augusto jugaba “Metrópolis”, pero nunca podía salir del casillero “cárcel”.
Surgió, otra vez, su Daniel López para convencer a uno de los participantes que aceptara ser su “palo blanco”. Sólo así ganó el juego, arruinó a los amiguitos y les despidió sin darles once.
Entre los 10 y 14 años Daniel López no descansó. En vacaciones de verano cobraba inscripción a jóvenes iletrados de Chanco, con la promesa de conseguirles una plaza en el servicio militar del Ejército de Salvación.
López, ni siquiera se contuvo cuando el joven Augusto se enamoró. Apenas iniciado el noviazgo con Lucía Hiriart, la cual no se contentaba con simples paseos a la plaza, Daniel salió a vender con sobreprecio Champú “Vanka”, pasta dentrífica “Junol” y las famosas “Pilules Orientales”, efectivas píldoras que prometían, según el jingle radial, efectividad para incrementar los senos.
En la Academia de Guerra, Daniel López pide a los alumnos de Pinochet que escriban ensayos durante las cátedras. Sin mencionar autoría, editó con éstos el libro “Geopolítica”.Luego, reprodujo en un mimeógrafo de la institución la obra y la vendió en las calles, siendo el pionero de la piratería del libro.
Para el mundial del 62, las imágenes en celuloide llegaban con 7 días de retraso a Chuquicamata. Daniel López, intercepta el envío de la Chilean Exploration, truca los filmes y hace ganar el mundial a Chile. Organiza una bacanal de tres semanas que le deja suculentos ingresos.
Ya con sólidas finanzas, en la misma década incursiona en varios rubros con pleno éxito.
Daniel López, vende chicha adulterada a la peña de los Parra y es el primero en producir poleras con la foto del Ché Guevara.
En el 73, conciente de que el “tanquetazo” sería una frustrada asonada, López es el responsable de estafar al regimiento insurrecto “Tacna” vehículos blindados que sólo contemplan la marcha atrás.
Tras el 11 de septiembre, Pinochet siente que puede fundar la patria. Daniel López, se frota las manos porque sabe que puede refundirla.
A dos años del golpe Pinochet señala en total bipolaridad a las Últimas Noticias un 13 de septiembre del 75: “Este es un gobierno honorable. Y cuando yo tenga que irme llegaré hasta la notaría y retiraré mi sobre con mis haberes, nada más. Incluso, a lo mejor me voy con menos de lo que tenía cuando asumí este cargo”.
Cuando FAMAE en los ochenta se convirtió en exportador de armas, López vendió por detrás de la puerta el famoso cohete chileno “Rayo” al Ejército de Costa Rica. ¿Cómo lo logró?, aún es un misterio, Costa Rica no tiene Ejército desde la década del 40.
La dictadura, rentabilizó al 30% la fortuna de López. El alter ego desde el 85 empezó a abrir cuentas secretas en el Riggs como José Ramón Ugarte. Incluso, bajo hipnosis, López, convenció a la esposa para que fuera desde entonces María Hiriart: titular de dos libretitas más en el Riggs y en el Banco de Sangre de la Cruz Roja.
Hoy hasta el General Garín se manifiesta confundido: “¡Teníamos que hacer colectas para financiar algunas cosas en Londres!”, dijo a La Tercera el 17 de junio del 99.
La colaboración de Pinochet fue siempre leal con la justicia, buscó toda la vida desenmascarar a López. Recordemos que fue Pinochet y no López quien dijo a Le Monde en mayo de 1987: “Aquí se trabaja sin renta especial. Si debemos partir, será en efecto sin fortuna alguna, tal como llegamos”.
Basta decir que mientras el dictador sigue colaborando desde el más allá, Daniel López vive hoy en la clandestinidad sobreviviendo a 48 cuotas precio contado como ex gerente de La Polar.