Una buena noticia significa que el 2011 aumentó en un 21% la cantidad de proyectos de ley que aprobamos en el Senado en comparación con el año anterior. Eso demuestra que logramos superar varios momentos difíciles en la relación con el Ejecutivo y que pudimos llegar a cuerpos legales que son de impacto inmediato en la población.
Hay muchos ejemplos de leyes que este año debemos perfeccionar y que como corresponde tienen su origen en el gobierno. Por ser de iniciativa presidencial es el gobierno el que tiene el manejo de los tiempos de tramitación por medio de las “urgencias.”
Esto impide muchas veces que puedan discutirse con mayor profundidad o que en ciertos casos se puedan escuchar más opiniones en favor o en contra de la iniciativa.
Hemos demostrado que no existe la oposición obstruccionista, por el contrario en la mayoría de las leyes aprobadas ha estado presente nuestro trabajo y cooperación.
En los próximos meses nos enfrentaremos a varias iniciativas que seguirán teniendo impacto en nuestra sociedad.
Por eso muchos quedamos extrañados al no escuchar que el Presidente se comprometa a enviar un proyecto de ley sobre modificaciones al sistema electoral binominal.
Es cierto que reconoce que el modelo requiere reajustes, pero todos hubiésemos querido una definición presidencial respecto a que tendremos un cuerpo legal con patrocinio del Ejecutivo para que podamos discutirlo en el parlamento y que modifique el sistema binominal.
El Presidente trata de decir que hay otras prioridades para los chilenos. Creo que nadie le está pidiendo que abandone de hacer ciertas cosas por otras. Aquí está la posibilidad de ver un gobierno en acción en diversos ámbitos legislativos. Suponemos que puede caminar y mascar chicle a la vez.
Claramente las voces UDI roncan fuerte en La Moneda, a tal nivel que el Presidente debió abandonar a sus compañeros de filas RN,- quienes lo han apoyado en todo y cada una de sus acciones políticas en los últimos 22 años- y renunció a sus propósitos.
Todo esto luego de la virulenta reacción de la UDI al darse cuenta que la mayoría parlamentaria está por aplicar cambios. El Presidente tuvo una buena oportunidad para dejar una huella en este camino pero optó por quedarse detenido y no seguir caminando.
Cada vez que el Presidente ha llamado a debatir sobre un tema, la UDI actúa rápidamente para ponerle mordaza a la discusión y cambiar el foco de atención, lo hizo en la discusión del lucro, lo hace en la discusión sobre reforma tributaria y ahora lo hace con el binominal.
La UDI hace oídos sordos a los miles de ciudadanos que este año pedían entre otras cosas un cambio al modelo de representación.
Ya lo hemos dicho, cuando la sociedad no se siente representada y requiere más participación para hacer valer su voz, lo hace desde la calle. La actitud de la UDI no es otra cosa que cuidar su parcela de poder, comenzar a aferrarse a los beneficios y a los intereses que les da la cuenta binominal.
El Presidente tiene la oportunidad histórica de dejar atrás el conservadurismo extremo de la UDI y apoyar los cambios al sistema binominal sugeridos por una transversal mayoría política y ciudadana.
Si el Presidente apoya esta iniciativa, contará con el irrestricto apoyo de nuestra coalición y habrá de dar un paso importante en pos de la revitalización de nuestra democracia.